domingo, 30 de julio de 2017

Sima de Hormigas

Este pasado 22 de julio de 2017 y después de casi 8 años, he visitado por fin Hormigas, que fue la antigua zona del club Talpa, al que hemos pertenecido durante unos años. Esta vez si ha sido posible, gracias en primer lugar a Mar y Pascual, compañeros de viaje, y a Miguel Ángel y David, que nos han facilitado el poder hacerlo.

La idea original era realizar la travesía de Torca Sima – Gándara, pero al surgir algunas  dudas en la zona de los pozos y conexión, ya que desde la gatera del p40 conocemos bien el recorrido, y viendo que teníamos pendiente también la visita a Hormigas, finalmente les convencí para hacer esta última.

Con esta idea nos fuimos el viernes por la tarde, para hacer noche en los apartamentos Arredondo, donde por comodidad y precio, venimos pernoctando siempre que podemos. Avisar que Domingo ha subido el precio de 10 a 15 euros noche/persona. Aún así, pudimos disponer de un apartamento para los 3. Cenamos allí y nos levantamos pronto, ya que queríamos entrar temprano. A las 9 y pico pasábamos por Bustablado camino de la antena. Menos mal que el Evaristo  aún tenia cerrado el bar, porque sino hubiésemos parado y desayunado por segunda vez, cosa que hubiese retrasado la entrada.

Aparcamos a la altura de la antena (Datum ETRS89 445013  4792344)  a 669 metros de altitud y nos dirigimos por el collado en dirección al Alto de Bustablado. Como a unos 1700 metros desde el coche, llegamos a la boca que se encuentra a 637 metros ( Datum ETRS89 444676  4791064) . Comentar que esta sima se encuentra equipada en fijo y es una de las entradas al Sistema de la Canal de Haya que actualmente se encuentra en exploración, por lo que no esta permitido su acceso, salvo autorización expresa de los grupos que la gestionan. (SECJA, Proteus y Specul).

El paseo nos llevó cerca de una hora y a las 11,30 entrábamos. La sima se compone de una serie de pozos, que se unen formando un único descenso hasta llegar a los -160. Encontraremos varios desviadores y algún péndulo, para evitar el goteo de los pozos, así como un puente tibetano para evitar también subir y bajar un pozo intermedio. El péndulo mayor está un poco justo de cuerda, por lo que a la vuelta nos obligará a asegurarnos con las vagas.

Empleamos una hora y veinte en bajar tranquilamente, disfrutando de los pozos, y con la casi certeza de que será, en mi caso, la primera y última vez que los vea. Una vez en la base, bebimos un poco de agua e hicimos alguna foto. El guía era Pascual, y como conocía de sobra la zona, nos propuso hacer alguna foto en la galería más bonita que tiene esta zona. Así nos dirigimos hacia el oeste, hacia la sala  Haute, para lo que hay que ascender una rampa con cuerda de unos 20 o 30 metros, que nos ayuda a superar el caos de bloques. Ya en la sala nos dirigimos hacia la derecha donde hay una gatera descendente entre bloques y que no es otra cosa que el paso de la conexión entre Hormigas (TB60) y la TB41. Progresamos hacia la sala de la conexión y al poco en la pared de la izquierda ya encontramos cuerda fija instalada que nos ayudará a descender los dos tramos de pozos un tanto farragosos que nos bajan unos 60 metros más, dejándonos en la citada sala, donde por la derecha veremos el pozo de conexión con la TB41 que ya no esta instalado. La sala de dimensiones modestas, tiene dos continuaciones naturales, la más amplia y que será la que sigamos nosotros, está a la derecha y es ya parte de las galerías de la TB41. Progresaremos por esta zona entre caótica y laberíntica, en dirección a la galería de Evaristo, donde bajaremos al nivel más fósil que forma esta larga y bella galería. Dejaremos el pozo Paco Láser a un lado para continuar por el meandro hacia la galería de las Maravillas, que como su nombre indica tiene una bella profusión de formaciones ya en su mayor parte descalcificadas, pero que no le restan en nada su belleza. En esta zona hicimos un montón de fotos y este punto fue el de retorno. Paramos al final de la galería donde antes se hacían los vivac para la exploración y tomamos fuerzas para ir remontando poco a poco la subida hasta la luz. El retorno se hizo un poco más duro ya que los dos pozos de conexión son como ya dije bastante farragosos y nos volvimos a tomar un descanso en la base de el pozo principal. Vamos subiendo el gran pozo, que esta muy fraccionado y es bastante cómodo a excepción de los péndulos que son un poco exigentes, al menos para mi que soy ya un abuelo, y mojándonos ya que el ultimo tramo se hace por la vía de entrada de agua y como suele ser normal, la zona esta cubierta y con llovizna. Nos mojamos pero salimos sin ningún incidente (miento, que les tiré un maillón en un pozo y menos mal que no dio a nadie) y a las 7,30 estábamos todos fuera. Nos cambiamos y emprendimos el retorno cuando la niebla empezó a apoderarse de la zona, sumiéndola en esa bruma que la hace todavía más bella.

Nos cambiamos y retorno a Bustablado, donde directamente nos fuimos a sentar y meternos para el cuerpo, el filetón de ternera que en esta ocasión a mí, me supo a gloria. Esta sima para mi, tenía algo de mítico por haber oído hablar de ella tanto, y por los percances (más en la TB41) vividos en ella por los compañeros del Talpa, pero la realidad es que de tanto hablar, se me había hecho más profunda, más negra, más dura, y al final siempre me imponía más respeto de lo que al final ha sido. No hay peores monstruos que los que imaginamos, así que no hay nada mejor que enfrentarlos para ver su dimensión exacta, y en este caso el grandioso pozo de -300 metros de mi imaginación, se convirtió en un -160 de lo más accesible. 

Al día siguiente, intentamos hacer la ferrata del Cáliz en Ramales, pero era tal la cantidad de gente que decidimos hacer solo los dos rápeles que hay en Cueva Mur y así poner un broche final al finde que cundió de lo lindo.


Agradecer a mis compañeros Mar y Pascual, la paciencia que tienen conmigo y como ya dije, a Miguel Ángel y David, por facilitarnos lo necesario para poder, en mi caso, poner en su lugar a las Hormigas, que con todo y en su conjunto, sigue siendo uno de los sitios más bellos que he podido ver.

jueves, 6 de julio de 2017

El Cuevon de Pruneda

En esta ocasión hemos quedado con nuestros amigos del SCC de Santander, que nos harán de guías y anfitriones a esta salida veraniega, que como ya veremos, poco tuvo de la misma, ya que el viernes nos recibió con un aguacero impresionante.

Quedamos el viernes en el camping de Purón, cerca de la localidad del mismo nombre y cerca también de la cavidad objeto de visita. Esta es una cueva cañón que atraviesa la sierra de Cuera, esta formada por el río Los Tornos.

Desde Santander salieron, María, Paco, Juanillo y Julio y desde Madrid, Mar, Isabel y yo.

Ya en el camino de ida, y nada mas pasar el puerto de Reinosa, nos recibió un potente aguacero medio tormentoso que sería la tónica hasta llegar al Camping Purón, donde nos esperaban nuestros compañeros.  Cenamos juntos, un poco tarde la verdad y después de comentar la jugada y con algo de incertidumbre sobre la actividad, a eso de la una o una y media nos metíamos en la cama esperando a que escampara.

Al día siguiente, sábado 2 de julio, nos recibió una mañana entre claros y nubes, que no dejaba clara cual iba a ser la tónica del tiempo para ese día. Desayunamos un estupendo pastel de chocolate,  gentileza de María y nos fuimos para el pueblo de Purón, llegando al primer barrio, el Candal, que atravesaremos por la izquierda sin entrar en el pueblo hasta llegar a un rancho (lo de rancho es porque lo tiene pintado en la casa). Aquí tomaremos el camino de la derecha para un poco más allá desviarnos a la izquierda por una pista hormigonada que sube haciendo eses hasta una cuadra y un prao a la izquierda. Este puede ser un sitio de dejar un coche, ya que la pista se vuelve más pronunciada y resbaladiza. El segundo coche puede continuar algo más de 1 kilómetro subiendo por ella y dejando un parking a la izquierda, para llegar al collado donde encontraremos una zona de pasto. Aquí dejaremos el coche y bajaremos por un camino hacia una pequeña arboleda a la derecha según llegamos y que no es otra cosa que el cauce de un pequeño arroyo, situado entre dos prados al fondo a la derecha. Seguiremos el agua para adentrarnos en la boca de la cueva Datum ETRS89 360531 4804055, excavada sobre materiales diversos como calizas, cuarcitas, areniscas, etc. siendo predominante la roca negra veteada de blanco confiriéndole a la travesía un aspecto muy sombrío, vamos de los que a mi me gustan.

Tiene dos zonas de entrada, una más ancha e inundada a la izquierda y otra más estrecha y activa a la derecha, que fue la que tomamos, pasando por un pequeño meandro, para al poco desembocar en una sala más ancha donde confluyen ambas bocas. Seguiremos el curso activo por una galería cómoda, pisando aquí y allá y en principio evitando el agua. Esta zona no tiene ninguna dificultad, siendo muy poco profunda y con poca corriente. Así avanzaremos unos 2/3 de la cueva obervando las primeras coladas, hasta llegar a una R7 que si bien tiene una cinta y maillon en un natural para bajarla, no es necesario, pudiendo hacerlo por la izquierda con un fácil destrepe. No escurre. Esta rampa nos deja en una amplia marmita de recepción que se escapa por un pequeño meandro estrecho y desfondado a modo de diaclasa, por la derecha, y que pasaremos pegados a la pared. El agua llega a eso de la espinilla. Para el caso de que fuese mayor el nivel, se puede subir en oposición y hacerlo por arriba. Lo cierto es que desde la anterior cascada rampa, la cueva empieza a estrecharse y profundizar y el agua empieza a tomar fuerza. Pasada la rampa bajaremos un par de badinas, la última con cuerda y giro a derechas y ojo que está perforada y hace de sifón si uno cae a la rompiente, es conveniente saltar un poco. En esta badina Lucy tuvo un percance pasándolo mal, así que es conveniente ir con prudencia ya que es difícil ayudar al compañero si no vamos preparados de antemano. A partir de aquí el río va descendiendo en pequeñas marmitas hasta precipitarse en una cascada de 9 metros a una marmita con corriente concentrica. Como la situación anterior nos había dejado un poco estresados, y viendo que el rapel tenía una recepción un poco complicada por el caudal de agua (la noche anterior diluvio), decidimos darnos la vuelta, ya que este punto es el de no retorno al tener que recupar la cuerda para continuar la travesía.

Juanillo fue el encargado de subir la badina maldita y poner una cuerda para así hacer más fácil la remontada de la misma, que por su caudal en un tramo ascendente, tenía su aquel.

Poco a poco fuimos remontando el río, ya cada vez con mayor facilidad, hasta salir por la boca. Nos recibió el cielo encapotado que no esperábamos, ya que sobre las 2 daban buen pronóstico que no se cumplió hasta avanzada la tarde/noche.  Empleamos en el trasiego unas 5 horas, y Julio y yo nos cambiamos como pudimos y bajamos en coche, mientras el resto del equipo se fue carretera abajo hasta la furgo que es donde teníamos la ropa seca.

Sin más incidentes, comimos algo y nos fuimos a la cueva del Cobijeru y la playa de Las Acacias, en Buelna, Llanes, pequeña cueva natural que da al mar abierto para rebajar un poco el estrés y hacernos unas fotos en el puente natural de roca que hay por alli.


Vuelta y cena obsequiada por Julio en el camping a base de morcilla y huevos fritos y a las tantas a la cama. Una cavidad que habrá que repetir, eso si, con menos agua. Este factor es determinante a considerar ya que el inicio no hace presagiar claramente lo que luego te pudes encontrar.