miércoles, 8 de junio de 2022

Travesía Sel del Haya - Cobijón

 Para la ocasión, este pasado 3 de junio, salimos desde Madrid, Mar y yo, pertenecientes al Talpa, para hacer noche en Udías. El sábado 4 se nos unen desde Cantabria, María, Julio y Nano del SCC y Rana, Esther y Juanillo del Ozono. Quedamos en la posada de la Gándara en Udías a eso de las 9,30, y como siempre, entre los abrazos, saludos y cafés, salimos a las tantas. Continuando por la pequeña carretera que sale de la posada en dirección a las minas, a unos 800 metros nos encontramos un puente férreo y un desvío a la derecha, este será el camino para llegar a la boca de la mina. Justo antes de este, hay una pronunciada rampa con un cartel de Parking, que sube por la derecha y que tomaremos, para girar a la derecha en el alto, y como a unos 60 metros encontrar el aparcamiento a la izquierda, donde dejaremos los coches (WGS 84) 30 T 400292 4800408. Volveremos por el camino  hasta el puente y tomaremos la pista a derechas y como a unos 720 metros encontraremos la reja que da paso a la bocamina del Sel de Haya (WGS 84) 30 T 400456 4800322.

Nosotros hemos seguido las indicaciones y planos del Club Viana, donde detalla tanto la travesía como el tránsito por la mina y cueva. Recorremos el primer túnel y tomamos la segunda desviación a la izquierda, siendo la más evidente, para encontrarnos con la base de cemento de el primer cabrestante, situado en el primer pequeño soplao. Continuamos recto atravesando un puente de roca y donde comienza la primera gran rampa, con doble vía, que bajaremos completa hasta una zona encharcada, haciendo caso omiso de un par de desvíos que hay a la derecha. En este punto y como iba primero Julio que se la conocía de antiguo, nos dijo que por allí no le resultaba familiar, con lo que ahora sí, saca plano y descripción y súbete toda la rampa hasta arriba para luego volver a sacar la conclusión de que íbamos bien, y que el problema lo planteó una pequeña sección del techo que se ha derrumbado y a la que le han colocado dos soportes para apuntalar, y una escalera que alguien ha usado para subir a galerías superiores a prospectar. Una vez bien ubicados, continuamos por el túnel, unos metros más para desviarnos a la derecha en una zona que tiene un desvío de vías  y que haciendo una especie de círculo nos lleva por la derecha y si queremos visitarlo, al segundo cabrestante, este prácticamente completo. Desde aquí, tomaremos una galería descendente amplia y muy empinada, que será la segunda rampa a bajar. Esta de más cortas dimensiones tiene escalones tallados en su margen izquierda. Transitando por ella observaremos casi seguidos dos grandes pozos, siendo el último que se encuentra a izquierdas, impresionante. Bordearemos con cuidado y seguiremos recto hasta el siguiente gran soplao que se abre a nuestra derecha y por donde abandonaremos la galería para tomar un camino poco marcado que va al fondo de la sala donde se encuentra a la derecha la escalera que nos bajará a las grandes galerías del Rescaño. Una vez abajo, destreparemos una empinada rampa zigzagueante y una vez abajo, con la escalera a nuestra espaldas tomaremos el camino de la derecha (hay una barras metálicas clavadas en un bloque o Bloque de las Piruletas), iremos remontando una rampa o tolva por un camino construido por los antiguos mineros y que nos llevará ascendiendo al Gran Cañón, que seguiremos por camino minero más o menos hasta el Balcón del Cañón de Udías. En este balcón que se encuentra en el lado derecho de la galería, dejaremos ya de ver restos de la minería. Voy a transcribir parte de la descripción del Viana, ya que es mucho mas detallada. Saldremos a través de una nueva escalerilla que nos lleva a un caos de bloques con una senda claramente marcada. A la derecha se abre una galería de tamaño más reducido cuyo acceso nos hace descender una escurridiza rampa de barro de unos 5 m. Atravesaremos el río pegados a la pared derecha.

Esta galería, ahora con el firme de arcilla compactada, nos vuelve a alejar del río que seguimos oyendo, para llevarnos a un pequeño destrepe en un punto en el que es cortada transversalmente por otra galería que en época de lluvias suele llevar un pequeño aporte de agua. La cruzamos saliendo de frente a través de una trepada de un par de metros que nos devuelve a la galería que traíamos, pero ahora con el firme lavado y con fuertes golpes de gubia. Esta galería, que va a morir al curso activo, marca un giro a la derecha en un punto
en el que una trepada de 2 m a la izquierda nos sube a un balcón superior de techo bajo con unas cuerdas fijas que nos servirán de quitamiedos para cruzar el río, sobre un bloque empotrado a 5 m del agua,  en el meandro que forma el curso activo.

Seguimos de frente y cruzando una zona de techo bajo que nos deja en la galería de los Gours y que saldremos con un giro a izquierdas ascendiendo por una galería concrecionada con una columna. A los pocos metros encontraremos el E4 que no será otra cosa que una trepada que tiene apoyos en alguna formación maltrecha. Nos sitúa en la parte alta del cañon,y atravesando una zona de bloques nos lleva a la primera gatera de unos 2 metros. Una vez pasada y un poco más adelante destreparemos una diaclasa de unos 4 metros que nos dejará ya en el río, que tomaremos aguas arriba por su lado izquierdo (margen derecha). Ascenderemos una rampa entre bloques que nos deja en un balcón donde aparece la tirolina de 15 metros y un pasamanos con p6 a la derecha que nos permite baipasearla. Aquí montamos dos poleas que vamos recuperando con un fino cordino y la mitad del equipo va por cada lado. La tirolina no hay que hacerla entera ya que te deja en un gran bloque a unos 5  metros de su final. Las instalaciones se encuentran en buen estado. Seguiremos por la parte alta e izquierda remontando el curso activo al que al poco descenderemos y cruzaremos. La verdad es que el río lo vamos a estar cruzando en repetidas ocasiones. En nuestra visita el caudal es bajo. Iremos progresando rió arriba hasta que nos obligue a mojarnos, en ese caso subiremos una rampa por la izquierda que nos lleva a una galería colgada que volveremos a bajar y volveremos a cruzar el río. Hasta este punto, el camino si bien un poco farragoso no tiene mucha pérdida. En este punto vimos luz arriba a la izquierda de dos compañeros que estaban en los pozos. La continuación sigue por la derecha en una fuerte rampa de unos 40 metros nos irá llevando por un canal que ira girando hacia la izquierda y bordeando la sala por una zona marcada. Hay que reseñar que en las zonas bajas no hay hitos ya que el agua los arrastra, encontrando estos únicamente en zonas altas. Encontraremos en la parte alta de la rampa unas pisolitas grandes y grises a la izquierda.

 Los compañeros que bajaban los pozos descendieron al río por la izquierda, por lo que hay que reseñar que hay más de un camino para llegar a las cuerdas de p20 + p20.

 Vamos ascendiendo al final de la rampa a izquierdas y llegamos a las cuerdas del E20. Aquí emplearemos un buen tiempo ya que el escarpe es laborioso, con fraccionamiento-cabecera y desviador. Una vez llegamos a los 20 metros, hay otra cuerda que nos sube otros 20 hacia la galería del Avatar, a la que subió Juanillo mientras el resto del grupo superábamos el pozo. Nos contó que hay una formación muy singular  similar a la cresta de un punki. Nosotros salimos par el pasamanos y esperamos para reunirnos y cruzamos a pared contraria por un paso delicado para coger la cornisa (que da la risa)  hacia la galería del Vivac, desde donde divisamos un bello puente de roca. Continuaremos con cuidado transitando por la cornisa hasta meternos en una zona con formaciones obscuras por el manganeso y que al poco se encuentra balizada unos 300 metros y que seguiremos hacia la Gran Sala, que será perceptible nada más verla. Aquí tomaremos un refrigerio y haremos una parada de una media hora para descansar. Acabada la zona balizada, saldremos por una gran rampa con caída de piedras y que nos bajará al río hacia un paso estrecho y bajo que da miedito pensar como estará cuando haya agua. Atravesaremos el río un par de veces para proseguir por un talud de arena a mano izquierda que nos lleva al río nuevamente a un paso bajo y ancho de unos 20 metros y que tras una pequeña trepada nos saca al cañón de Suvía. Continuaremos hasta que el río vuelve a cerrarse. En esta ocasión tomaremos por la derecha para franquearla y volver al río en su lado derecho. En este punto no recuerdo muy bien el resto salvo que llegamos aun punto donde no se puede seguir por el agua ya que empieza a cubrir y estamos en el lado izquierdo del río. Aquí seguiremos hacia el fondo y antes de llegar a la pared y el agua, por la izquierda hay una ventana que nos sube unos metros y que continúa descendiendo a una gatera que no te apetece entrar, pero por la que tienes que pasar. Esta es la gatera más estrecha e incomoda de toda la travesía pero que tampoco es para tanto. Este es un punto importante de la travesía.

Siguiendo el curso activo un poco más adelante, a la  izquierda también, encontraremos la primera cuerda ascendente que da comienzo al pasamanos de la Muerte que nos sacará al Cobijón. Este con sus 200 metros de cuerda hará las delicias de todos, con sus saltos de fe, su gatera y una zona técnica cuando hay que cambiar de margen de río con un péndulo ascendente, no tiene ya pérdida. Nos dejará en la parte izquierda  e iremos progresando con cuidado hacia la boca de salida del Cobijón  (WGS 84) 30 T 399716 4799721

Nosotros hemos sido 8 espele@s y hemos utilizado 8 horas en hacer la travesía. Hemos llevado una cuerda de 25 metros y un cordino de 8 de 25 metros con dos poleas. La cuerda de porsi no ha sido necesario utilizarla si bien en el E20 hay una flor en el último tramo antes de llegar al pasamanos de salida.

Una vez fuera, hemos salido por la rampa pronunciada que hay a la izquierda en vez de bajar por la cuerda que da acceso al prao.

Una vez fuera, nos dirigimos a los coches para cambiarnos y de vuelta a la posada a tomar unas cervezucas, y devorar unas patatas fritas y unos pistachos. En el ínterin, se nos unirá Lucy, que viene de Lyón y que tiene previsto junto con Mar, María, Julio, Nano, Juanillo y el menda, hacer la bajada del Sella al día siguiente. Nos despedimos de Rana y Esther, que ha sido un gran placer hacer espelo con ellas y nos vamos a dar un homenaje de cena en la posada para reponer fuerzas para mañana. En resumen, una gran jornada rememorando esta travesía muy asequible para casi todos los públicos, y que hemos podido disfrutar sin ningún incidente, disfrutando de los amigos y de lo que nos gusta hacer, que es el murciélago.

domingo, 10 de abril de 2022

Torca del Mostajo - Galerías Wonderland

 Aprovechando unos pocos días libres de los que dispone una de nuestras compañeras de aventuras, Sonia, nos hemos subido a Cantabria para programar actividades durante 3 días, que se compondrán de la visita a la Torca del Mostajo, Cueva del Lobo y Soplao Txomin IV. La única actividad que no realizaremos es la visita a la cueva del Lobo, por la incertidumbre del tiempo y que cambiaremos por ir a ver el lapiaz de Garma Ciega y bajar al Mortero de Astrana.

Nos alojamos en los apartamentos rurales La Plazuela, en el barrio de Quintana, al lado de Gándara y desde aquí no moveremos. La casa esta fenomenal aunque la perra del vecino nos va a dar la lata durante nuestra estancia por allí. Al final el animal se acostumbró a nosotros.

Para las actividades del Mostajo y Txomin IV, vamos a contar con un conocido de Sonia, Alberto,  que vive en la zona y que nos va a servir de guía, ya que como luego se pudo comprobar, el acceso a la galería Wonderland del Mostajo, que era nuestro objetivo, no era nada fácil de reconocer. A esta torca ya hemos entrado en al menos 2 ocasiones, pero básicamente, las visitas se han realizado a la vía principal de la cavidad del Mostajo exclusivamente. Esta torca pertenece al sistema de Cubija que se encuentra ubicado en el gran poljé de Matienzo. Se puede encontrar amplia información de la zona en http://matienzocaves.org.uk/page1.php.

Quedamos temprano con Alberto en Matienzo en la panadería de las Isabeles, donde cogeremos el desvío por la CA-654 hacia el sumidero del molino, donde un poco más adelante nos desviaremos hacia la derecha para ir pegados al farallón calizo hasta el final de la carretera, donde aparcaremos un poco antes de la última casa que se encuentra a la izquierda en el pequeño valle cerrado. La descripción y coordenadas de acceso las publico en esa web en 4 junio 2019.

Habíamos quedado con Alberto a las 9 pero llegamos casi media hora tarde, así que después de pedir perdón, nos preparamos para la visita. Los componentes del equipo somos, Mar, Patricia, Sonia, Alberto y yo, en esta ocasión. Iniciamos el ascenso hacia el árbol de referencia y que da nombre a la torca y en unos 10, 15 minutos estamos en la boca de la sima. En esta ocasión instalará Alberto. Hemos tenido suerte ya que el tiempo en esta zona esta bastante despejado. Cuando salíamos de Quintana jarreaba agua y nos presagiaba una espera de empape como la anterior vez que vinimos a visitar la cavidad que estuvimos paraguas en mano con capas y chubasqueros. Vamos bajando sin contratiempo y una vez salvado el pasamanos a izquierdas que sortea un gran derrumbe empezamos a tirarnos al suelo con el primer laminador gatera para seguir avanzando hasta la segunda gatera, la más agobiante por su estrechez y longitud. En este punto, Patricia que ya le costó un poco pasar la primera, prefiere no entrar y decide darse la vuelta, así que Mar, con gran gentileza, se ofrece a acompañarla. En Mar tenemos un verdadero bastión, ya que es ella la que siempre suele acompañar a las compañeras y compañeros que por algún motivo no pueden proseguir. El equipo se ve reducido a tres personas, avanzamos ligeros por la amplia galería hasta el pozo p30 The Goleen Void, en una pequeña ventana a mano izquierda. Es un pozo volado y regado, que desde luego a mi me dio la sensación de tener más metros. Alberto instaló un pequeño pasamanos y con un cintajo en un puente de roca a izquierdas y otra chapa a la derecha dejó una cabecera baja que nos permitió bajar el pozo de un tirón sin más fraccionamientos. Una vez abajo iremos ascendiendo entre bloques hacia la derecha en dirección noroeste y por debajo de la galería principal del Mostajo. A partir de aquí la cosa se complica, ya que si bien hay hitos y se ve pisado el terreno, deja ya de ser evidente y comenzaremos a subir y bajar bloques, ascender por pequeñas chimeneas y destrepar resaltes hasta encontrar una bella galería con formaciones, desde aquí continuaremos hasta tomar un desvío a derechas ascendente por un tubo de escasas dimensiones que nos llevará a una red de tubos colmatados de excéntricas en todas sus paredes y que será la zona más estresante, ya que te tienes que mover con gran suavidad y cuidado porque el paso está a pocos centímetros de ellas. Primero visitaremos la zona de la serpiente blanca White Snake, llamada así por una excéntrica que está colgada en el aire como si fuese una serpiente a punto de atacar. Toda esta zona es bellísima. Después visitaremos la galería Wonderland, que no es en sí las más bella, ya que acaba convirtiéndose en un tubo de presión sin formaciones que acaba colmatándose. A la vuelta y esta si que si, visitaremos, después de un paso de pecho en el suelo, similar al paso de los Cepelados, pero mucho más bajo, que nos hará soltar el aire de nuestros pulmones, la galería más bonita que yo he visto. Y que conste que he visto muchas cosas. Aquí los movimientos tienen que ser supercontrolados. De hecho los exploradores tuvieron que romper para poder pasar y los restos de las excéntricas reposan aún en el suelo. Después de este banquete de excéntricas y unas cuantas (decenas) de fotos, salimos cuidadosamente. Volvemos a buen ritmo y estamos fuera de día, con lo que al final hemos estado unas 7 horas aunque a decir verdad no he controlado muy bien el tiempo. Nos cambiamos y nos vamos a Matienzo a tomar unas cervezas y picar algo y nos despedimos de Alberto agradeciéndole su tiempo y su paciencia, volviendo a Quintana con la promesa de que volveremos a intentar llegar a aquellos parajes remotos para llevar a Mar, que se merece conocerlos por su enorme solidaridad. También, como siempre, lo mejor incluso que las bellas galerías de excéntricas, las personas. un gran equipo y una gran salida para recordar.