martes, 8 de octubre de 2013

Sima Arrafela I



Este fin de semana 4-5 y 6 de octubre, y de la mano de los cueveros Alberto y Javi, hemos visitado dos cavidades en el parque de Urbasa. El equipo cuevero lo formábamos esta vez, Mar, Félix, Alberto, Javi y yo. Los madrileños, salimos el viernes por la mañana, sin plan concreto, ya que las previsiones eran de bastante lluvia por la zona de Olazti. Así que decidimos utilizar el viaje para visitar a Bea, Cuevera de pro,  en Logroño. Previamente nos acercamos a San Millán de la Cogolla, donde visitamos por fuera el monasterio de Yuso, al estar este cerrado al público. Comimos en una zona de descanso abandonada a las afueras de San Millán y nos dirigimos a Logroño, donde tomamos un cafelito con Bea, y de paso Mar y yo la conocimos personalmente. Poco más nos aporto el día, que a medida que nos adentrábamos en la zona boscosa de Urbasa, empezaba a confirmar las predicciones metereológicas de lluvia y niebla. Añadir que se estaba ya preparando la carretera que sube el puerto a Urbasa (NA-718), para la celebración de un rally al día siguiente. Ya los aficionados montaban sus chiringuitos para pasar la noche. Pernoctamos en el camping de Urbasa, en una cabaña de madera (akuandi), premonitoria de nuestra siguiente visita, sin cobertura para móviles debido al parque natural.
 A la mañana siguiente bajamos temprano, ya que la carretera estaría cortada de 9 a 7 de la tarde, y esperamos a Alberto y Javi que venían de Bilbao. Una vez completados los saludos correspondientes, nos dirigimos hacia la Sima Arrafela I, para lo que tomamos dirección al puerto de Lizarraga por la NA-120. En el alto, hay unas casas y un parking, donde, si no se tiene permiso, hay que dejar el coche. Tomamos la única pista que va hacia la sima de Tximua, dejando a la izquierda la calzada romana que conduce a la misma. Hicimos una parada para verla por fuera. Comentar que en Urbasa casi todas las simas que se encuentran en zonas de ganado, están rodeadas por una cerca de piedra de un metro para evitar la caída de animales. Continuamos por la pista hasta encontrar una sima a la izquierda que está protegida por la correspondiente cerca, donde dejamos el coche. Justo hacia atrás y en dirección contraria a la que traíamos, un poco a la izquierda, parte una senda maderera descendente y poco señalada que seguiremos hasta encontrar a la izquierda una diaclasa un poco escondida, cerca de la cual se encuentra la boca de la sima. (X: 576292, Y: 4745509, Z: 1056). Esta carece de protección. La entrada la forma un pozo alargado de unos 35 o 40 m de profundidad, hasta el cono de derrubios que obstruye parcialmente la entrada. Se ancla en natural sobre dos hayas, sirviendo la primera de reaseguro y siendo la última cabecera del pozo. Como a unos dos metros, hay spit para fraccionar, pero nosotros usamos un desviador con una cuerda desde un haya situada al otro lado de la sima. Instale y baje yo el primero, observando un roce a unos 5 m del final, sin posibilidad de fraccionar o encontrar el spit, al estar cubierto completamente de musgo y helechos. Abajo  me esperaba una salamandra de brillantes colores. Bajó Alberto y estando para entrar, cayó una priedra de considerables proporciones, al desprenderse por roce de la cuerda. Decidimos entrar para evitar más riesgos y lo hicimos descendiendo el cono de unos 7 metros. Nos recibe una sala de techo plano de considerables proporciones y sin prácticamente formaciones. De ella y descendiendo se llega a una zona muy concrecionada con columnas, estalactitas y estalagmitas de considerable tamaño y que terminan en un lago, que en este momento está seco. Aquí encontramos los restos óseos de una vaca al completo. Siguiendo por la izquierda vamos hacia la zona mas concrecionada y bonita de la cavidad, ya que la galería, por su lado izquierdo, asciende entre columnas y por su lado derecho, forma otro lago y un gran gour. El de mayor profundidad que yo he visto. Podemos apreciarlo al estar casi seco. Continuando por el curso natural del agua, la cavidad continúa pero ya hay que descender por algún pequeño bloque y la galería se va estrechando. Un poco más arriba también hay continuación, por una zona muy angosta de desprendimientos y hundimientos entre rocas y barro, que da un poco de yuyu por su inestabilidad. Como a lo que hemos venido es a hacer fotos, dejamos la exploración y volvemos a la sala del gour donde estaremos una hora aprox.  haciendo fotos. Nuestros amigos Alberto y Javier conseguirán plasmar la belleza del lugar en una impresionante foto panorámica. Subimos hacia el cono y observamos otro cono a la derecha completamente sedimentado ya. De ahí la sala continua por un gran desfondamiento con formaciones incluidas y que baja unos 15 o 20 metros a otra gran sala terminal. Tomamos una barrita y vuelta, ya que son las 6 de la tarde. Remontamos poco a poco el pozo y la lluvia nos acompaña en la salida. Menos mal que no es muy fuerte y podemos salir todos más o menos intactos. Desmontamos y volvemos al coche, aprovechando el atardecer ,para hacer las últimas fotos de la zona, que ya empieza a mostrarnos los colores del otoño. Volvimos al camping, donde después de asearnos nos fuimos a cenar.

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