Este fin de semana y como preparativo para la semana que
viene que haremos la Torca de Juanin, nos hemos ido a Peralejos de las Truchas,
para bajar la sima del Bochorno, de 140 metros, y que ha sido durante mucho tiempo
la sima mas profunda de estas serranías.
En esta ocasión los expeleos que vamos a bajar somos
solamente tres, Moreno, Pascual y yo, acompañados por Félix que se quedará
fuera dando un paseo.
Quedamos a las 9 en San Fernando de Henares y el viaje nos
lleva casi 4 horas por lo que finalmente decidimos tomar algo de comer antes de
entrar. El último en bajar soy yo y son las 4 menos 10 cuando lo hago.
La aproximación si se viene desde Molina de Aragón, se realiza tomando un desvío a mano derecha en el punto kilométrico 93,9 km de la carretera CM-2106 (Molina de Aragón – Peralejos) y a 3,4 km de Peralejos, que nos mete en una pista forestal que sube a la Muela de Utiel. Hay varias formas de llegar, pero nosotros al final utilizamos la que nos recomendó un paisano de un bar de Peralejos, y que coincide con la narrada en el acceso de propone el Club Viana. A 1,6 km se llega a un cruce en forma de Y, tras haber dejado dos pistas a la izquierda. Se toma la de la izquierda (la de la derecha pasa junto a la torreta forestal y se dirige a Taravilla), que está en peor estado. A 1,8 km de este último cruce (a 4,5 kms desde la carretera) se abandona la pista (mojones de piedra), continuando por un camino poco marcado a la izquierda, que lleva, 150 m más adelante, al inicio de una vaguada. Bajando 150 m por ésta y siguiendo una senda poco marcada se llega a la misma boca de la sima, que se abre a la derecha, a escasos metros de la senda y algo elevada respecto a ésta. Coordenadas boca UTM (WGS84) 30T 0589806 4496067 verificada por nuestros gps.
La aproximación si se viene desde Molina de Aragón, se realiza tomando un desvío a mano derecha en el punto kilométrico 93,9 km de la carretera CM-2106 (Molina de Aragón – Peralejos) y a 3,4 km de Peralejos, que nos mete en una pista forestal que sube a la Muela de Utiel. Hay varias formas de llegar, pero nosotros al final utilizamos la que nos recomendó un paisano de un bar de Peralejos, y que coincide con la narrada en el acceso de propone el Club Viana. A 1,6 km se llega a un cruce en forma de Y, tras haber dejado dos pistas a la izquierda. Se toma la de la izquierda (la de la derecha pasa junto a la torreta forestal y se dirige a Taravilla), que está en peor estado. A 1,8 km de este último cruce (a 4,5 kms desde la carretera) se abandona la pista (mojones de piedra), continuando por un camino poco marcado a la izquierda, que lleva, 150 m más adelante, al inicio de una vaguada. Bajando 150 m por ésta y siguiendo una senda poco marcada se llega a la misma boca de la sima, que se abre a la derecha, a escasos metros de la senda y algo elevada respecto a ésta. Coordenadas boca UTM (WGS84) 30T 0589806 4496067 verificada por nuestros gps.
La sima se encuentra reequipada en su totalidad con químicos
en 2014 por el club Viana, por lo que en principio pensamos que nos daría
tiempo, pero a medida que vamos bajando, los pequeños problemas se empiezan a
suceder uno detrás de otro, empezando porque el primer pozo (P36), en el que
utilizamos una cuerda de 50, después de anclar a un natural, no nos llega al
fondo, faltando un par de metros, para sorpresa de todos, ya que la ficha habla
de una cuerda de 40 o 45. A
Pascual que va instalando le toca empalmar cuerda y pasar el nudo. No
contentos, montamos un cristo en la cabecera, ya que Pascual pasa de montar la
Y y el mosquetón trabaja mal e impide sacar el cabo de anclaje. Rehacemos la
instalación y cabecera quitando el natural y metiendo un reaseguro en spit para
recuperar el par de metros faltante y aún con eso, Moreno, al ser más pequeño,
le cuesta lo suyo desengancharse.
El primer pozo te deja en una pequeña rampa, que desemboca
en una gatera de un par de metros, que se desfonda al siguiente pozo y que te
hace salir con los “pies por delante” al vacío, teniendo un fraccionamiento muy
oportuno en la salida. Se monta un pequeño pasamanos para coger una buena
vertical del pozo que evita que alguna piedra de la rampa te pueda dar, ya que
sin querer al ser la gatera estrecha alguna tiras.
Descendemos hasta una repisa y al ver la hora decidimos
volvernos ya que aún nos queda como poco una hora y media más hasta bajar la
totalidad de la sima.
Entre que Pascual viene un poco tocado de los entrenamientos
del maratón y que yo no me encuentro muy bien,
ya que la noche anterior debí de tomar algo en mal estado y voy atufando
a mis compañeros con constantes ventosidades, hace que parezcamos un grupo de
geriatría que se ha escapado de un asilo.
Salimos antes de las 6 y merendamos algunos y comieron
otros. A eso de las 7 empezamos el retorno. Al final, con parada para una
coca-cola llegamos a San Fernando a las 11. La dejamos para ir con más tiempo o
incluso dormir allí. La sima es muy
limpia y tanto material como cuerdas sale prácticamente impolutos.
Como relato hace menos de un mes, una vez cumplida la misión de la Torca Juanín. este pasado sábado 6 de junio, hemos vuelto a cumplir con la promesa dada. En esta ocasión los espeleos somos Pascual, Mar y yo. También nos acompaña Felix, en calidad de excursionista paseante. Como conocíamos ya el percal quedamos a las 8 en San Fernando y sin dilación y por el camino corto de Molina, llegamos a la sima a eso de las 11,30, pero como ya he dicho en más de una ocasión, el horario Talpa sigue presente, así que nos equivocamos en la aproximación y entramos por el lado opuesto a la vez anterior. También la cabecera nos volvió a dar guerra por la cantidad de opiniones, con un Pascual poco convencido, y que al final le llevo casi una hora ceder a nuestras sugerencias. A las 2 entraba Mar y a partir de este momento y muy tranquilamente fuimos instalando la sima que realmente es casi como un pozo continuo, ya que si bien los ultimos pozos en la topo parecen estar desplazados, al haber cambiado de pared antes de termina el P70 la sensación es de continuidad. Vimos la ventana del nivel que tiene desarrollo, pero el paso nos pareció un poco expuesto y no localizamos el spit para iniciar el pasamanos por lo bajamos el último P15, siendo este el pozo más bonito y por que no se dijese bajamos el P5 hasta el charco embarrado que marca el final de la sima. Hice dos únicas fotos del pozo y vuelta para arriba. La vuelta se hace fácil al estar muy fraccionados los pozos, pero aun a pesar de ello el último salía a las 6. Como anécdota, en una reunión en la cabecera del primer P15, después de descender el P70, me quedé sin aire y no podía respirar, me imagino que fruto de la humedad, más el esfuerzo, más el catarrazo que llevaba, montando un numerito que acojono al personal. Un trago de agua y un sonar de mocos y seguimos sin más problemas. También mencionar que hay que ir con cuidado en la rampa y gatera, así como en un par de repisas al final del pozo grande,ya que se pueden tirar chinas y alguna que otra piedra.
Una vez fuera y sin ningún percance, nos homenajeamos con una suculenta merienda en un atardecer muy agradable, viendo saltar ciervos por todos lados y preparándonos para nuevos retos. Tomamos algo en Molina y vuelta para Madrid. Llegamos a San Fernando a eso de las 11,20 y otra media hora más a San Agustín
Como relato hace menos de un mes, una vez cumplida la misión de la Torca Juanín. este pasado sábado 6 de junio, hemos vuelto a cumplir con la promesa dada. En esta ocasión los espeleos somos Pascual, Mar y yo. También nos acompaña Felix, en calidad de excursionista paseante. Como conocíamos ya el percal quedamos a las 8 en San Fernando y sin dilación y por el camino corto de Molina, llegamos a la sima a eso de las 11,30, pero como ya he dicho en más de una ocasión, el horario Talpa sigue presente, así que nos equivocamos en la aproximación y entramos por el lado opuesto a la vez anterior. También la cabecera nos volvió a dar guerra por la cantidad de opiniones, con un Pascual poco convencido, y que al final le llevo casi una hora ceder a nuestras sugerencias. A las 2 entraba Mar y a partir de este momento y muy tranquilamente fuimos instalando la sima que realmente es casi como un pozo continuo, ya que si bien los ultimos pozos en la topo parecen estar desplazados, al haber cambiado de pared antes de termina el P70 la sensación es de continuidad. Vimos la ventana del nivel que tiene desarrollo, pero el paso nos pareció un poco expuesto y no localizamos el spit para iniciar el pasamanos por lo bajamos el último P15, siendo este el pozo más bonito y por que no se dijese bajamos el P5 hasta el charco embarrado que marca el final de la sima. Hice dos únicas fotos del pozo y vuelta para arriba. La vuelta se hace fácil al estar muy fraccionados los pozos, pero aun a pesar de ello el último salía a las 6. Como anécdota, en una reunión en la cabecera del primer P15, después de descender el P70, me quedé sin aire y no podía respirar, me imagino que fruto de la humedad, más el esfuerzo, más el catarrazo que llevaba, montando un numerito que acojono al personal. Un trago de agua y un sonar de mocos y seguimos sin más problemas. También mencionar que hay que ir con cuidado en la rampa y gatera, así como en un par de repisas al final del pozo grande,ya que se pueden tirar chinas y alguna que otra piedra.
Una vez fuera y sin ningún percance, nos homenajeamos con una suculenta merienda en un atardecer muy agradable, viendo saltar ciervos por todos lados y preparándonos para nuevos retos. Tomamos algo en Molina y vuelta para Madrid. Llegamos a San Fernando a eso de las 11,20 y otra media hora más a San Agustín
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