domingo, 17 de mayo de 2015

Torca de Juanin

En esta ocasión nos hemos propuesto un pequeño reto para nosotros, que es el de visitar la Torca de Juanin, en Oceño, Asturias. El mayor inconveniente de esta cavidad reside en la cantidad de material a llevar e instalar. Como nosotros siempre nos tomamos estas salidas con un componente lúdico importante, los cuatro integrantes de la salida en esta ocasión, que fuimos Mar, Pascual, Moreno y yo, nos fuimos el viernes por la mañana camino de Arenas de Cabrales con la intención de comer por allí.

Lo hicimos justo en el desvío a Oceño de la carretera que va de Panes a Arenas, ahí hay un pequeño restaurante con unas vistas preciosas al Cares. Unos huevos con chorizo y patatas y una ensalada y a subir hacia Oceño, con el fin de revisar la boca por si alguien ya se había instalado. El acceso a la sima se realiza desde esta localidad por una pista de cemento que sube en una fuerte rampa a la izquierda al poco de pasar las primeras casas y que va tomando altura hacia el collado, paso natural de la zona. Subíamos en mi todo terreno con lo que pudimos dejar el coche a escasos 50 metros de la boca, cerca de unas cuadras de ganado. Previo a este improvisado parking, y como referencias, pasamos un desvío de caminos montañeros donde hay colocado un maniqui de mujer. Tantos las coordenadas UTM como la ficha de instalación y la descripción, las hemos tomado como de costumbre de nuestro buen amigo Pepe Serrano, http://clubviana.mejorforo.net/t53-cuevas-y-simas-de-asturias-en-pdf , UTM (datum WGS84) Cruce 1:30T 0360465 4795614, Cruce 2 (parking coche):
30T 0360476 4795294, Boca Torca de Juanín: 30T 0360564 4795277. Esta vez no pude corroborar las coordenadas ya que no disponía del gps y además, Moreno conocía la cavidad de una anterior visita.

A eso de las 5, nos equipamos para revisar un poco los primeros pozos e ir adelantando trabajo para el sábado, día previsto para la actividad. Sobre la piedra donde se encuentran los primeros spit, encontramos un papel con un mensaje, pididendo por favor, si alguien bajaba y encontraba una cámara que se había caido por el pozo le devolviese las fotos. Bajamos hasta la base donde se bifurcan las dos vías alternativas de bajada, Vía de las Señoritas y la Vía Normal. Utilizamos dos cuerdas, una de 50 y otra de 54 que nos dejo en el spit previo a la cabecera del p65 y que nos permitió oír el goteo de este, siendo practicamente nulo, por lo que decimos, sería la vía que utilizaríamos para bajar el sábado, ahorrandonos 60 metros de cuerda adiccional y sus consiguientes mosquetos y chapas. Salimos habiendo invertido casi 4 horas. Teníamos la intención de dormir en la pradera que hay en la pequeña vaguada contigua a la sima,  pero el viento era infernal, por lo que decidimos ir al camping de Arenas. Finalmente cogimos una cabaña que nos salió a precio de tienda y que nos permitió descansar cómodamente en este precioso camping.

A las 8,30 desayunamos y nos pusimos en marcha. Como suele ser habitual, hasta las 11,30 no empezamos a bajar a la sima. Estábamos en la bifurcación en poco más de media hora y aquí nos llevo un buen rato equipar la cabecera del p65 ya que un parabolt de 8  de la pared izquierda estaba suelto. Ojo con este tema. Finalmente la instalación se realizó en la pared de la derecha y fondo, con 2 reaseguros. Fraccionamos a -23 para agilizar progresión y disfrutamos del espectacular pozo volado y su paralelo (vía de las señoritas). A mi mujer y a mi, que íbamos los últimos nos tocó estar colgados como chorizos en el fraccionamiento más de media hora por cabeza, ya que la instalación de p23 siguiente tiene bastante historia con los roces y los desviadores. Finalmente bajamos hasta la base para lo que utilizamos una cuerda de 100 y otro trozo de 20. En ella encontramos la cámara del mensaje de la entrada, quedando Moreno encargado de devolversela al interesado. Ascendimos la rampa de la galería de la T para terminar con el último P12 entre coladas y la rampa final, para lo que usamos una cuerda de 40.

Ya en la base, iniciamos la visita a la parte horizontal por una galería muy concrecionada, que enseguida, nos lleva al escarpe de 4 y p3 instalados en fijo, que nos permitio superar el obstáculo. En la siguiente sala (Sala de la Medusa) consegui hacer unas pocas fotos ya que es bastante bonita y merece la pena perder algo de tiempo, mientras Moreno y Pascual equipan el último p14 con la ultima cuerda de 25.

Una vez descendido este, dejamos los aparatos en esta sala (Sala de la Confluencia) y únicamente llevamos la cámara y el trípode (menos mal) en dirección a la Sala Azul. Seguimos el pequeño meandro que se sume por la derecha y un poco a la izquierda de esta pérdida, hay una entrada por una gatera que tiene dos flechas indicadas sobre la caliza. Al principio nos lo pasamos y fuimos al fondo de la sala donde también hay otra gatera que parecía tener continuidad y que no exploramos al encontrar el camino Moreno. Aquí empieza el verdadero sufrimiento, ya que vamos siguiendo el pequeño meandro desfondado que cada vez se va estrechando más y más hasta llevarnos al mismo agua en un paso que se tiene que coger de cabeza y de lado y en el que te tienes que mojar si no quieres quedar encajado. Sobrepasado este y cuando te encuentras totalmente agobiado, ya que no ves salida, miras hacia arriba y a eso de un metro ves el paso, por el que jamás creerías que podrías pasar, entre pequeñas columnas y que debes de tomar también de cabeza y de lado. Según reza la leyenda, un espeleo de 1,80 y 90 kgs. pasa sin problemas. Lo cierto es que aunque agobia ninguno tuvo problemas a la ida. Este estrecho paso desemboca en una pequeña sala con formaciones y otras un poco mayor igualmente concrecionada. Desde aquí, bien por la izquierda y arriba,  bien hacia arriba por una colada lavada, se va ascendiendo unos metros hasta desembocar en la Sala Azul, que no sólo es azul, pero que recibe su nombre por las formaciones coloreadas por el carbonato de zinc (smithsonita). Llama poderosamente la atención el contraste de las formaciones y sus tonalidades.

Aquí paramos un rato para las fotos de rigor y a eso de las 5,30 comenzamos la vuelta, para tomar algo en la Sala de la Confluencia antes de acometer los pozos de regreso. Como anécdota, que Pascual a la vuelta intentó pasar como a la ida, es decir de cabeza y una vez que superó la gatera se quedo encajado en el siguiente paso y paso unos minutos un poco agobiantes hasta que pudo darse la vuelta. El retorno hay que hacerlo en estos pasos, con los pies por delante, deshaciendo la operativa de la ida.

Ya en la Sala de la Confluencia, tomamos la comida de ataque que llevabamos e iniciamos la salida. Salimos muy tranquilamente desinstalando y terminamos a las 11,30 de la noche, sin ningún percance. Recogemos el material, hacemos la foto finis y corriendo vamos a buscar algo para cenar. Milagrosamente, preguntamos a eso de las 12 en el bar donde comimos y la mujer se apiadó de nosotros y nos dio de cenar. Fabada monumental y cabrito guisado. Demoledor. A la 1 y poco todos durmiendo placidamente. Como el anuncio ese de las tarjetas, 300 metros de cuerda, 50 mosquetones y chapas y una edad media de 57 años y a disfrutar que la vida son dos días.

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