Por fin, después de muchas tentativas, hemos conseguido este pasado sábado, 26 de septiembre, visitar el mítico sumidero, ya que ahora, como bien dice Pepe Serrano, del Club Viana, referencia imprescindible para esta zona, y otras, su reequipación de 2011-2015, hacen que esta cavidad sea accesible a grupos como el nuestro, sin que el evento se convierta en una tortura, cosa que nos pasó en el Sumidero del Campo ,principalmente por el porteo del material necesario. A nosotros nos llevó unas 7 horas y media aprox. y pudimos salir de día al final de la tarde, cuando ya contábamos con hacerlo a media noche.
En esta ocasión los espeleos fuimos Mar, Pascual, Moreno y yo. Nos trajo More con la furgoneta y esta vez accedimos por Priego y Beteta. Hemos utilizado las indicaciones del Club Viana y no tuvimos ningún problema en llegar a la misma boca. Las transcribo litral. "El otro acceso posible a Carrascosa es por la carretera CM-210 de Beteta a Cañizares, cogiendo el desvío hacia Carrascosa en el punto kilométrico 50,6. Un kilómetro antes de llegar a este pueblo (6,2 km desde el cruce con la carretera de Beteta), se coge una pista forestal a mano izquierda que nos llevará a Mata Asnos. Tras varias curvas de subida discurre de modo más rectilíneo. Siguiendo por la pista, a unos 1,6 km de la carretera, se deja ésta y se coge otra a mano izquierda, 370 m más adelante aparece una pista que cruza la nuestra transversalmente y que pasaremos de largo para seguir de frente en el sentido que traíamos. A los 800 m. desde el desvío con la pista principal -cruce 2- nos encontraremos en la parte superior de la misma boca del sumidero. Hay sitio para aparcar varios coches y la pista está en buen estado, pudiendo acceder hasta la misma boca del sumidero con cualquier tipo de vehículo. Podría haber problemas en los 800 últimos metros de pista en época de lluvias intensas.
En esta ocasión, y en previsión de la larga duración de la actividad, no paramos nada mas que para comprar pan. Comimos y bebimos algo previamente para ir con fuerzas y entrabamos en torno a las 12,30 más o menos, ya que no me quede bien con la hora (voy perdiendo las buenas costumbres). Es impresionante como el cauce seco en esta ocasión se sume contra un muro de 20 metros y acojona pensar en que pueda ponerse a llover. Las previsiones son buenas, ya que no daban lluvias ni para este día ni para el siguiente, con lo que procedimos con cierta tranquilidad. Nada más bajar la primera rampa de 8 metros de la antesala y asomarnos al sumidero, empiezan las risas, ya que ves por donde transita la instalación y piensas que eso es para titanes. Una vez habituada la visual y mirando apoyos, el tema se relaja un poco, ya que para acceder al químico más alto, uno puede apoyar la espalda en oposición cómoda a un par de metros sobre el suelo. Lógicamente, el pasamanos facilita el tránsito para prácticamente todas las épocas del año, teniendo una variante para casos de carga. El pasamanos nos deja en un p11 volado, que desciende a una marmita intermedia completamente seca (existe para caso de que la marmita tenga caída de agua un pasamanos con dos parabolt blancos para evitarla). De esta y en cuerda, accedemos a una cabecera revirada a la bajante donde hay un pequeño roce, que nos sitúa en el siguiente p12 ,que tras un par de fraccionamientos y una rampa final , nos deja en el comienzo del meandro. Continuamos descendiendo y enseguida estamos en el Paso de los Troncos, que como su propio nombre indica y aunque veremos varios más adelante, encontraremos aquí los mayores. Pasados estos, el meandro se estrecha es un paso sifonante. Aquí empieza lo divertido, ya que sin tener las estrecheces del pasado Meandro de Falopio, que hicimos hace poco en Cuivo-Mortero, es más largo y al final, lo hagas como lo hagas, te mojas siempre por encima de los h.... En este tramo hay que pasar sacas, al menos un par de veces y transitar con ellas se hace un calvario, menos mal que al final y gracias a la reequipación, pasamos únicamente dos sacas, que entre los cuatro nos aligero mucho el tema. En un destrepe al agua, Pascual metió el cuerpo entero y a partir de aquí, se le hizo un pequeño infierno, ya que lleva bastante mal el tema del agua y el frío. Los demás, aunque un poco mejor, también nos resentimos un poquito. Pero como no paras de subir y bajar, acabas entrando en calor. Hoy yo tengo agujetas en las muñecas, que es la primera vez en muchos años que me pasa. Un cambio de dirección a la izquierda, puesto que siguiendo recto el meandro termina por cerrarse, nos acerca a los pocos metros a un destrepe que conduce a un gran tramo inundado. Esta es la entrada a la zona de los pasamanos y se localiza por ser el primer paso con cuerda fija y cuyo pasamanos está anclado a dos arcos de roca. Nosotros descendimos la cuerda y fuimos por el agua saltándonos el laminador. Al poco, llegamos al paso del estribo y pasamanos (instalados en fijo), zona también dificultosa con dos "pasos de casco" como le digo yo, donde hay que ir pasando sacas, y que sale para ponerse casi peor, ya que en estos metros tienes que subir a un pequeño laminador lleno de agua y cuyo fondo es el meandro, por donde reptas mojandote. Menos mal que es pequeño. Un poco más adelante encontramos un p3 instalado en fijo, con una gran marmita doble en el fondo de gran belleza. Estaba helado y no me atreví a rescatar un trozo de cuerda que hay en el fondo así que para la siguiente. Desde aquí iremos sorteando marmitas por un largo pasamanos, hasta la última, que es la mayor de todas y que al ver la instalación, también te da la risa, ya que discurre por el techo, con dos tramos de cuerda y estribo para desanclarte y pasar las lineas de vida sin mojarte el culo. Es más visual el efecto que esfuerzo al aplicarse, aunque la salida a la ida es un poco dificultosa. Aquí nos reímos un rato y a mi, el paso me dió un aire al pasamanos de techo y cadena que tiene la cueva de Esjamundo. Pasada la marmita accedimos al p8 y a continuación un p5 que termina en unas marmitas (ahora me surge la duda de si la cuerda estaba en estas). Esta zona es muy bonita e hicimos algunas fotos. Casi seguido tenemos ya el último pozo, el p20 que tiene coladas por donde gotea agua, aunque su base estaba completamente seca. No hubo necesidad de utilizar el desviador ya que había un pequeño goteo, más por la zona de la izquierda, donde están las formaciones. En la base, el curso activo continúa por la derecha, y por la izquierda, se observa el acceso a una galería de mayores dimensiones que es la galería fósil , la cual dejaremos para otra ocasión. Al poco de girar por la galería activa, esta se empieza a ensanchar notablemente, tomando dimensiones medias y por la que avanzamos con mucha más facilidad. Nosotros desde este punto a la sala de los gours, o de las tinajas, como le llamaban los antiguos de la STD, tardamos unos 20 minutos únicamente. Y será en esta sala donde, después de hacer algunas fotos para el recuerdo nos daremos la vuelta, ya que en adelante la galería baja de altura y se llena de agua, por lo que pensando lo que nos quedaba de mojarnos en la vuelta, decidimos dejar de visitar. A los 2,7km y con 75m de desnivel el agua de Mata Asnos surge en la Fuente de la Toba de la Hoz de Beteta. A veces, uno desearía ser agua. Tomamos un poco de comida de ataque y la vuelta la hacimos más rápida y sin contratiempos, aunque el meandro se hace lo más pesado al tener que mojarse uno nuevamente, ya sin muchas ganas. Salimos viendo aún luz de día y Pascual y yo, que formamos el equipo de desinstalación, terminamos de salir ya de noche, algo más allá de las 8,30. Tomamos un pequeño refrigerio y sobre todo, nos quitamos la ropa mojada y vuelta para Madrid tranquilamente. Llegábamos a San Fernando a media noche, después de haber disfrutado de una dia para mi espectacular , ya que la actividad permanecerá mucho tiempo en el recuerdo. La fama la tiene bien merecida.
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