En esta ocasión y aprovechando
que nos hemos quedamos solos, Mar y yo decidimos aprovechar el sábado para
hacer algo pequeño y si es posible bonito, para quitarnos la espinita de la Sima Picón. Ya en la
anterior visita a Cueva Mur, estuvimos
por la zona de Matienzo, con sus 4.500 cavidades, pensando que malo sería si no
localizábamos alguna que mereciera la pena. De ahí, y por casualidad, nos
dieron las coordenadas de la
Cueva 415 (WGS84 30T 451200 4797509), un grupo de expeleos
que también aprovechaban la mañana del domingo aquel, para hacer algo pequeño. Para llegar al
parking hay que tomar la carretera CA-266 desde Matienzo, en dirección a
Solórzano y pasado el barrio de la
Secada , según subimos el pequeño puerto de Fuente de Varas, y
poco antes del Km. 15, tomaremos la primera desviación a mano izquierda en
dirección a Busmartín, ojo que el cartel es manual. De ahí a 560 m esta el parking, que no
es otra cosa que un ancho de la carretera. Dejamos el coche y seguimos
recto por el camino que va a una finca.
Atravesamos la portillera y nos reciben los ladridos de un martín que está
atado en la casa de abajo. La primera coordenada que metí estaba equivocada y
perdimos más de una hora prao arriba prao abajo. Una vez corregido, nada más
pasar la portilla, yo me bajé por la linde de la finca y Mar se fue directa al
perro. Nos encontramos en medio el prao, a media ladera aún del final de la
finca, donde un palo atravesado y un alambre de espinos indican la mínima boca
de entrada.
La entrada en una gatera
descendente, primero por suelo terroso para enseguida encontrar ya la caliza.
Los primeros pasos son un poco agobiantes por la tierra, pero enseguida se va
ampliando y después de otra pequeña rampa más amplia, nos deja ya en una sala
de buenas dimensiones donde vemos una cuerda para ayudarnos a bajar los 4 metros de destrepe.
Tienen un fraccionamiento para facilitar la salida y quitar el roce. Abajo y
hacia la izquierda se ve con claridad otro par de cuerdas ascendentes, a una
ventana a unos 4 metros
más o menos. En la sala hay alguna progresión que no hicimos.
Ascendimos a la ventana y
continuamos por un conducto estrecho que en un punto y para evitar por la
derecha una rampa pozo, asciende por la parte más estrecha de la cueva, pero
que al estar la gatera limpia se pasa sin mucho enganchón. Superada la gatera
rampa, aparecen otras 2 cuerdas que también sirven para franquear otra rampa pozo, esta más
pronunciada y que dejamos a la derecha. A los pocos metros de la cuerda, el
conducto se abre a la sala más grande de la cueva, donde aparecen las
formaciones. Aquí encontramos lo que hemos venido a buscar y nos tiramos más de
media hora haciendo las oportunas fotos a las excéntricas singulares, con mucho
cuidado de no llevarnos por delante alguna formación, como evidencian los
restos del suelo. Una vez cumplido el objetivo salimos sin más incidentes,
utilizando para la visita 2 horas. La subida del prao a la vuelta se las trae.
La cavidad es una gatera
continua, pero la sala merece la pena.
La dificultad técnica es poco más que cero pero se necesitan los aparatos, al
menos para nosotros, y, es un pequeño tesoro que merece la pena visitar.
Como nos sobro toda la tarde,
nos fuimos hacia Calseca, por el Collado de la Espina , desde Bustablado,
utilizando la pista que usamos para ir a Tonio, a ver si encontrábamos el gran
pozo MTDE, y lo que si vimos fue un montón de coches de expeleos al pie del
Alto de Porra, por lo que suponemos no andara muy lejos de alli. Llegamos al
monumento a la vaca pasiega, dimos una vuelta y como había una niebla que no
dejaba ver nada, nos fuimos de vuelta por el Barranco del Paso Malo hacia el
camping de San Roque, donde tomamos café y vuelta para Asón.
Un día tranquilo, de disfrute
cuevero y con el objetivo cumplido. Nos queda por la zona visitar la Torca del Mostajo y esperar
encontrar alguna que otra maravilla perdida.
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