Este pasado sábado, 15 de junio de 2014, y para ir completando las simas de la zona de Villanueva de Alcorón, nos hemos ido a visitar la Sima Orna. De esta zona nos queda ver la Sima de la Cierva y habremos completado las visitas más importantes. Los espeleos, esta vez somos, Mar, Ana, Pascual y yo, y nos acompaña como siempre Felix, que se dará una vuelta por la zona. Aunque hayamos cambiado de club, las constumbres permanecen, y después del consabido café en el bar de la Pilarica, nos dirigimos hacia la sima. Esta vez tomaremos el camino que nos enseñó José Emilio, en la anterior visita a Bustal III y Boca Quemada. A 1,7 Kms, aproximadamente del bar saliendo por la CM2115, encontramos un camino que sale a la derecha, por el que atravesaremos por un puente de piedra un barranco seco y que enseguida, toma altura subiendo por una empinada cuesta. Por el continuaremos 4,3 kms, para desviarnos a la izquierda por una pista menos marcada, por la que continuaremos 800 metros a lo que será la intersección de otro camino muy poco marcado que nos llevará a la izquierda a las simas de Bustal III y Boca Quemada y a la derecha, 50 metros más arriba a la sima Orna.
Después de los preparativos, al final como decía de las constumbres, es la 1 del mediodía cuando empezamos a instalar Pascual y yo. La sima es una vertical de -130, con varias repisas formadas por bloques empotrados. Los dos pozos están formados por una gran diaclasa, siendo su primer tramo un p34 de forma más lenticular y estrecha, que termina en una pequeña sala con el suelo parcialmente colmatado por bloques empotrados y barro en forma de embudo que da paso al p100. Visualmente la sima a mi me pareció un único pozo con esta rampa embudo. Este zona, al igual que las 3 repisas posteriores, tiene riesgo de tirar piedras y aunque las chinas aparentemente son pequeñas hay que ir con extrema precaución, ya que al instalar la cabecera del p100, que se sitúa un poco por debajo del embudo, Pascual piso en la pared derecha, desprendiéndose el barro y una piedra de unos 5 kilos de forma inesperada. La sala tiene a una altura de unos 3 ó 4 metros una instalación de spits, para evitar el embudo, donde localizamos claramente el primero, trepando por una pequeña colada. Se visualiza con facilidad al estar marcado con un círculo amarillo. Nosotros no lo instalamos, ya que no vimos con claridad los siguientes, utilizamos la vía del embudo, donde se ven claramente los parabolt de cabecera del mismo, así como el parabolt con cadena que hace las veces de desviador en el propio embudo y que da paso a la cabecera real de p100 con doble parabolt un poco más abajo.
De -68 a -96, bajamos con una cuerda justa y el spit que referencia la topo de Isidoro y que reproduce el clubViana, estaba inservible, por lo que no pudimos llegar a la cabecera siguiente, 4 metros más abajo. Se hizo un nudo de empalme cómodo con apoyo en la repisa de -96 y se continuó con la instalación sin mas inconvenientes hasta la siguiente y última repisa, siendo el último p20 el pozo más bello en concreciones, dandose un aire al de la sc21, pero sin llegar a ser tan bello.
Si bien la bajada se va desplazando por la diaclasa de forma escalonada debido a las repisas de bloques, las piedras también siguen esa trayectoria, observando en las paredes los impactos de las mismas y encontrando en la base de los pozos finales la piedra supuestamente tirada por nosotros y otras con marcas recientes de golpes y rebotes. Es aconsejable bajar y subir de dos en dos, esperando en las repisas, que te permiten alejarte un poco de la vertical de la cuerda. Ojo con la 2 repisa, la de -96 que no tiene spit para anclarse y la cuerda se aleja de la misma. Hay que enganchar la cuerda para recuperarla.
Salimos sin incidentes, a eso de las 6 pm y dimos cuenta de la jugada con un bocata y el ya clásico atún con tomate y picadillo de Pascual. Tomamos unas coca-colas en el bar y vuelta para casa.
Día estupendo, en buena compañía y haciendo lo que nos gusta. Que más se puede pedir.
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