sábado, 30 de junio de 2018

Cueva de Fuentemolinos

Esta vez, la visita se convierte en multitudinaria, ya que vamos gente de 4 grupos distintos de espeleo, y seremos 13 los participantes. Tenemos que entrar con Sergio, de Beloaventura, que como siempre se ha portado fenomenalmente con nosotros, ya que la cueva está en proceso de regulación y se deberá entrar con un guía de conservación.  Esta vez, además de llevar a unos buenos compañeros y amigos a conocer la cavidad,  intentaremos despejar las 2 incógnitas que nos quedan de todas las visitas realizadas. La primera que aunque sencilla, nosotros no habíamos podidos despejar, es la comunicación entre el segundo y tercer piso, y en segundo lugar, localizar una galería que hace mucho tiempo, en una visita vimos pero que después hemos sido incapaces de localizar, y que después, la identificaríamos como la galería del Bosque. Para esta tarea, nuestro buen amigo Lorenzo  me estuvo instruyendo por teléfono de donde se encontraban los pasos, especialmente el del bosque.

En esta ocasión, los espeleos somos, por parte del SCC, María, Lucy, Ari, Julio y Nano. Por parte del Silex, Mar, Nandy, Ana, JMG Casanova y yo, y como miembros de otros clubs, Isa, Alfredo, Dani y el Jipi. El mas jovencito, Dani, con 15 pero en plena forma y funcionando como el primero.

Quedamos con Sergio a las 11 am a la boca y empezamos a entrar a eso de las 12 más o menos. Decir que como la cueva se visita en multiaventura llevándola Sergio, se encuentra en su totalidad instaladas en todos sus pasos y no hace falta nada más que unos escarpines y el equipo personal de progresión vertical.

En esta ocasión, y dado el elevado número de participantes, intentamos hacer el río, segundo piso, tercer piso y bosque en una casi circular. Al final, como suele pasar, el grupo se va disgregando en pequeños grupos de 4 ó 5 espeleos. 

Al estar toda la cavidad instalada, no tuvimos problema en subir primero hasta el segundo piso, previo disfrute visual del primero y su curso activo, con  su precioso cañón excavado en pudingas y repleto de formaciones. La cavidad como ya la he descrito en otras ocasiones para su localización, no tiene perdida, ya que hay que seguir la salida hacia las minas que parte de Puras de Villafranca. A la boca de la misma hay un cartel explicativo con las normas.

Siguiendo las cuerdas en el segundo piso, llegamos hasta la chapa en el suelo de una colada,  donde lo dejamos la última vez que visitamos este piso. Como por aquel entonces no había cuerda y sabiendo que el paso se encontraba por allí, nosotros descendimos hasta el primer piso sin conseguir el objetivo de subir al tercero. En esta ocasión vimos claramente el pasamanos en pared derecha que a modo de quitamiedos nos lleva por unos preciosos metros suspendidos sobre la galería del río, hasta una cuerda ascendente para superar una chimenea de unos 5 o 6 metros y ahí estamos ya en la galería del tercer piso. Avanzamos por la izquierda para descolgarnos por una cuerda con nudos sobre una colada un par de metros y llegar a la bifurcación de cuerdas que nos llevarán por la izquierda a la rampa de bajada al primer nivel y curso activo, y la de la derecha que nos remonta hacia la galería principal del tercer piso. Aquí hay una zona con carteles de precaución y donde se nos pide que nos quitemos el material susceptible de romper. por lo que dejamos las sacas y el material de progresión vertical y nos colamos por el estrecho paso descendente entre formaciones para encaminarnos a la sala del Lago. Esta es la zona más bellamente concrecionada hasta ahora, donde nos maravillan las excéntricas con sus tonalidades, la “sierra” que cuelga de la pared derecha y la vista del Lago, que en esta ocasión cubre por completo la sala. Valoramos el pasar, pero decidimos que mejor no, dejando alguna zona que hubiese merecido la  visitar para otra ocasión en que el nivel del agua nos permita pasar sin ensuciar.

En la sala donde dejamos el material, tomamos un refrigerio y como somos muchos y algunos ya van teniendo frío, iniciamos el descenso al curso activo por el pozo rampa, para luego remontar unos metros y subir por la derecha en un derrumbe para coger la cuerda que nos permite remontar el bloque que cae a modo de rampa hasta el cauce activo. Una vez arriba, por la derecha hay una gatera cómoda que se estrecha al salir a una chimenea de unos 5 o 6 metros, con una estalagmita central  y que se supera por una cuerda, o bien mediante una escala metálica, aunque esta no nos permite subir hasta arriba del todo, teniendo que engancharnos nuevamente a la cuerda hasta alcanzar una galería recta, de menores dimensiones y perpendicular al curso activo (aqui hoze yo por el recuerdo, que la galería era paralela al río, estando equivocado), que es la galería del Bosque, que no siendo tan bella como la anterior merece la pena visitar.

Prueba superada ya que se han podido despejar las dos “incognitas” y contentos vamos saliendo en pequeños grupos. Al final son casi las 7 pm cuando terminamos de salir los últimos. Unas cervecitas en el aparcamiento y vuelta para el albergue, que como para el día siguiente tenemos previsto hacer Covanegra, es en Santelices (Chuchi). Por el camino y cerca de Ojo Guareña, pararemos para reponer las proteínas perdidas con un buen entrecot, y entre risas, fotos y más risas, pasamos la noche de San Juan a nuestra manera. Como siempre, lo mejor, la gente y  nuestra pasión.


martes, 19 de junio de 2018

Torca de los Morteros - Galería Alberto

Para esta singular jornada, que teníamos pendiente después de varias visitas a la cavidad, habíamos ido preparando un día que pudiéramos cuadrar los históricos del club y que por una razón u otra, hasta la fecha, no había podido ser. A pesar de la intención, al final, se nos cae Pascual, después de tenerlo todo preparado, con gran pesar para todos ya que la hubiese disfrutado.

Los espeleos que vamos a realizar la visita somos Mar, Isabel, Moreno, Nano y yo. La fecha elegida, este pasado sábado 16 de junio.

Para la actividad, pernoctamos en el albergue juvenil de Espinosa de los Monteros, a buen precio y con buenas instalaciones. Como llegamos relativamente pronto, nos fuimos a tomar algo a Espinosa, que estaba en la calle, viendo al España-Portugal. Además vimos a varios militares vestidos de gala con el uniforme de la guardia real, que nos llamó la atención. Al poco vimos en un bar un cartel que informaba que este día era la fiesta de los Monteros Reales, cuerpo del Rey fundado en el 1006 en esta localidad y que es el más antiguo de Europa. Cenamos de bocata y a la cama. A las 9,30 se incorporó Nano que viene directo de casa, al estar a 1,30h. Antes de salir, y en las inmediaciones del albergue, preparamos las sacas con el fin de llevar todos el equipo repartido, ya que la jornada se prevé larga y dura. Preparado el equipo y con el café de rigor en Espinosa, nos vamos para el puerto de la Sía. Tomamos la BU-571 hasta el pk 5,55 donde nos desviamos a una pista empedrada que sale un poco a la izquierda, hasta llegar al parking (Datum WGS84 30T 452271 4777308).Dejamos los coches y nos cambiamos. La temperatura es excelente y el cielo esta algo nublado y con jirones de niebla, que nos facilitará la aproximación. Esta vez y para desgracia nuestra no llevamos los gps, pensando que conocemos el camino de sobra. Craso error, ya que al ascender por la rampa del bosque de hayas que da al farallón, en vez de seguir paralelo a este, subimos aún más pasando al otro vallecito. Palizón de 2 horas y destrepe complicado hasta la boca (Datum WGS84 30T 451585 4777409). Conveniente seguir las indicaciones y puntos del Club Viana para evitar este desgaste innecesario que luego necesitareis. 

La instalación correrá a cargo de More, con el apoyo de Nano. Empezamos a la 1,45 p.m. con la primera saca. Será importante tener en cuenta las sacas y su numeración para luego salir igual. Para el primer P25, usamos cuerda de 45 ya que lleva una pequeño pasamanos hasta la vertical. Fraccionaremos un par de veces. A tener en cuenta el primero de la vertical porque hay que llevar chapa sin tornillo y una tuerca de 8 porque se me cayó al desinstalar.
Una vez abajo, estamos en el primer piso de la Torca. Si miramos hacia arriba disfrutaremos del bonito pozo doble, obscuro y lavado. Merece la pena la visual. Nos agacharemos para progresar por la derecha de espaldas a la cuerda e iremos bordeando una amplia sala. Seguiremos los hitos para tomar la gran galería a derechas, por donde destreparemos con cuidado y ya abajo, tomaremos el camino de la izquierda. Por la derecha y subiendo una gran rampa se va hacia el segundo piso bordeando los grandes pozos.

Una vez metidos es el meandro, destreparemos una rampa incómoda de 4 metros para la que usamos una cuerda de 10. Avanzamos y nosotros instalamos un pequeño quitamiedos en un paso desfondado para lo que usamos una cuerda de 5 m. Seguimos avanzando por el antiguo cauce del agua por donde ahora solo circula aire frío y bajamos el p8 con cuerda de 10 m ya que instalamos arriba el primer anclaje. Al poco y siguiendo el cauce (no hay perdida alguna) este se precipita a una gran galería donde bajaremos el p9 para el que usamos una cuerda de 23 m.

Este pozo nos deja en el segundo piso de la Torca y agradecemos salir del meandro, ya que la temperatura es algo más cálida aquí abajo. Progresamos a izquierdas por la gran galería en dirección al p120 (en la anterior visita lo pasamos en quitamiedos por arriba), pero no llegaremos a el. A mitad de camino, veremos una gran ventana a derechas, que no es descendible, continuaremos un poco más adelante hasta una marca catadióptrica que se encuentra abajo a la derecha y que marca el paso por una estrecha galería que nos deja en la Encrucijada. Nosotros seguiremos por la izquierda y lo evidente, hasta la cabecera del p30. Poco antes y en una zona concrecionada tomaremos algo de comida de ataque y beberemos un poco. Aquí Mar y yo nos pondremos un polar adicional y una braga térmica ya que la espera acumulada nos ha dejado fríos. Nano sufrirá un poco. Conviene ir bien abrigados ya que la espera en la instalación es larga. Yo para el evento lleve camiseta termina, mono interior y finalmente tire del polar. Para la vuelta nos quitamos el polar.

Instalamos el pozo por la derecha con un pequeño pasamanos y varios fraccionamientos, los últimos en pared contraria. Para este pozo usaremos una cuerda de 50 de la que restará poco más de 1 metro y medio.

Una vez en el fondo del cañón, proseguimos por la galería que gira a izquierdas, hasta ver una cuerda verde fosforito nueva que sube hasta la ventana a 13 metros suspendida y que da paso a la continuación de este ramal de la cavidad. Vamos subiendo y nos vamos quedando en la pequeña repisa de esta, con espacio para 3-4 personas, para de seguido, bajar el p24, que no descenderemos en su totalidad, ya que a 16 metros, tomaremos la galería de continuación situada a la derecha según descendemos, mediante un anclaje en natural y péndulo en rapel guiado hasta la pared de ella, remontando una rampa de arena. Para este pozo y péndulo, se usó una cuerda de 40 m.

Una vez en esta galería descendente, nos iremos a pared contraria (izquierda según se baja) para preparar la bajada del siguiente p17, para el que usamos una cuerda de 25 que se nos quedó pequeña y hubo que hacer un nudo a unos 10 metros del final, en una zona cómodo de rampa. Recomendable una cuerda de 60 en 9mm que dará para asegurar toda la rampa, pozo y rampa siguiente.

Una vez en la base progresamos por la gran galería que se vuelve a desfondar a izquierdas en lo que parece un gran pozo, del que nos encontramos en su final, ya que será sólo un escalón de 8 m. Pero como el anclaje de la cabecera se encuentra en la pared distante, usaremos una cuerda de 18 m. Aquí conviene utilizar un quitarroce para la arista del escalón. Una vez en su base tomaremos a derechas y por abajo, una especia de pequeño meandro de arena que bordea la sala y ascenderemos unas rampas empinadas, hasta otra descendente en la que instalaremos cuerda de 15 m. La rampa acaba en la cabecera de un p14. Para este pozo usamos una cuerda de 25 m.

Una vez en la base, continuamos por lo “evidente” a través de una sucesión de rampas de arena descendentes y enlazadas en lo que es una galería “estrecha” en relación a lo que traíamos y que nos dan la sensación de profundizar mucho. Bajando estas rampas llegamos a -200 y en la última que desciende a la cabecera del p5, paramos y recapitulamos. Hasta aquí hemos empleado 8 horas y revisando el material restante, si bien tenemos cuerdas para acometer lo que nos queda, los mosquetones y chapas van a ir tan justos que puede que no lleguemos a alcanzar la galería.

Dado el tiempo empleado y la posible insuficiencia del material, con pena y alegría, nos ponemos a comer, para desde aquí darnos la vuelta. Nos han faltado el p5, la rampa del Tobogán y el pozo rampa del Caracol para llegar, unos escasos 100 metros, pero esto es así. Hemos usado mas de 60 mosquetones y chapas y la pena es no haber llevado papel y lápiz para concretar toda la instalación.

Iniciamos el regreso alternándonos en la desinstalación More y yo y para la que emplearemos 6 horas. Volvemos tranquilamente sin ningún contratiempo y quito la última chapa a las 4 a.m. bajo un cielo estrellado precioso y una temperatura magnífica. Hay que resaltar el tema de la temperatura y llevarlo previsto ya que se puede pasar mal.

Bajamos sin pérdidas en menos de 1 hora y estábamos llegando al albergue a las 5,30 o algo más. Algunas se ducharon y comieron, otros nos fuimos directos a la piltra para aprovechar cada minuto. A eso de las 9,30 desayunamos los últimos y vuelta para casa.

Una jornada de las buenas, que no se olvidan, para mi dura, pero que ha merecido la pena totalmente.Los compañeros inmejorables.Los esfuerzos compartidos y el equipo sincronizado. Muchas gracias por darme esta posibilidad de seguir disfrutando de lo que más me gusta.