sábado, 12 de diciembre de 2015

Sima Juan Herranz I - Pozo de las Perlas

Este pasado fin de semana, concretamente el sábado 5 de diciembre, con un mono ya que se subía por las paredes, sin equipo alguno, nos dimos una vuelta para ejercitar un poco los músculos atrofiados desde la pasada travesía de Hundidero-Gato. Para la ocasión los espeleos somos como viene siendo casi habitual, Mar, Pascual y yo. La sima elegida ha sido en esta ocasión una de las más emblemáticas de la zona, ya que acabas siempre en ella cuando hay cursillo. Vamos a revisar el pozo de las perlas instalado en químico por el Club Viana recientemente. Esta zona no la hemos visitado en otras ocasiones, ya que siempre vas a la sala del lago (gour) y aunque curioseas por la galería de la arcilla, al no estar instalado el pasamanos del p20 previo, no te expones a realizar el paso sin cuerda ya que la zona es muy resbaladiza.

Transcribo los accesos, así como su localización gps con los datos obtenidos de la descripción del Viana. En el pk 10,900 de la carretera CM-2101 (Villanueva de Alcorón – Peñalén) tomamos una pista forestal en buen estado y la continuamos durante 1,400 km, punto en el que tomaremos un cruce a la derecha. Desde este cruce de pistas continuamos 2,100 km para coger un nuevo cruce a la derecha. Desde este último cruce seguimos recto 900 m más y llegaremos al Refugio de la Torreta. Hasta aquí la pista es óptima y apta para todo tipo de vehículos durante todo el año.
Desde el Refugio de la Torreta, a 1,100 km, nos encontraremos con un cruce a la izquierda que habremos de tomar y que nos llevará, 800 metros más adelante, a la Sima Juan Herranz I. Sima Juan Herranz I. La pista ha sido recientemente arreglada (diciembre 2015) con lo que si me apuras, esta mejor que el tramo precedente. Nosotros íbamos en un ford focus y no tuvimos ningún problema en llegar a la boca.Datum (WGS 84): 30 T 0571768 4499245.
Mientras nos preparábamos para entrar, apareció otro espeleo que se animó a bajar con nosotros y que después de darle al pico, como es de rigor, dio la casualidad de que pertenecía al mismo grupo de Cueveros de internet que nosotros, y que recientemente había estado con un compañeros nuestro, Félix Martínez, en la Espeluca, en los Chorros. Su grupo alicantino había quedado para entrar a el Sumidero y no habían coincidido. En el grupo, luego acabaríamos sabiendo, estaban Manolo Tremiño y su mujer, con los que hemos coincidido en la cueva de la Autopista. Este mundillo es un pañuelo, así que con nuestro nuevo compañero Pepe, nos fuimos para abajo a eso de la 1. Bajamos el primer p45 y accedimos a La Sala, que aprovechamos para enseñar a Pepe. La bordeamos y por la izquierda, accedimos a la Galería de la Arcilla, que tiene bien merecido su nombre, porque salimos rebozados de arcilla roja. Enseguida, después de atravesar un pequeño desfondamiento a la derecha con un paso un poco expuesto, vimos la cuerda del pasamanos del p20. Como esperábamos un pasamanos corto, y la cuerda nos llevó hasta el fondo de una sala, pensamos que el p74 estaba a continuación por lo que descendimos por la continuidad de la cuerda (dinámica) y Pascual bajó el p7 anclado en natural hasta una sala en la que no había continuación. Después de revisar la topo (que no llevábamos) vimos que se trataba del final de la galería. A la vuelta reparamos en el anclaje químico de lo que podría ser una cabecera e instalé y bajé con la creencia de estar en el p20, para a los pocos metros y después de una estrechez, verificar que el pozo se iba ensanchado y que estábamos en el pozo de las perlas. Lo que nos confundió es que la instalación es continua hasta el final de la sala. El pozo se va ensanchando y como a unos 25 metros cambia su morfología completamente, pasando de ser terroso a concrecionado. Tiene una pequeña repisa para reunión y el ultimo tramo es bastante bonito. Al final hay una pequeña cuerda para reunirse de 2 en 2 cómodamente y así lo bajamos. Cuando estaba esperando a Pascual, desde arriba me dieron un cascotazo en la espalda que menos mal que fue solo un rasguño al darme de refilón la piedra. Hay que tener cuidado con los 15 primeros metros del pozo ya que se desmorona y además con la estrechez que te hace descontrolar un poco los movimientos.  Sin más incidentes salimos a eso de las 5,30. Recogimos el material embarrado y nos fuimos al refugio de la Torreta a comernos el bocata. Pepe había quedado allí con el resto de su grupo. Nos encontramos el refugio calentito, ya que otro grupo de Valencia estaba en la zona haciendo la circular Juan Herranz II , que nosotros hemos también realizado, disfrutando del precioso pozo del Lago. Estuvimos charlando y comiendo, y algunos disfrutando de la Mistela casera con la que nos obsequiaron. No coincidimos con el resto, aunque por las horas, me da que nos los cruzamos en la carretera a Villanueva. Finalmente nos despedimos y vuelta para Madrid, habiendo, como siempre disfrutado de un magnifico día, con una actividad muy moderada y constatando que el mundo es un pañuelo.

jueves, 15 de octubre de 2015

Sistema Hundidero Gato



Tal y como prometimos el año pasado, más o menos por estas fechas, hemos vuelto a visitar esta zona situada entre los municipios de Montejaque y Benaoján, en la provincia de Málaga, dentro del Parque Natural Sierra de Grazalema, a unos 15 km al oeste de Ronda, para realizar nuevamente la travesía de Hundidero-Gato, pero esta vez, con más tranquilidad, al tener ya un mejor conocimiento de la actividad a realizar.

La descripción, la podéis encontrar en otro post ya anterior, por lo que no me voy a enrollar mucho. En esta ocasión, el grupo de espeleos es bastantes más numeroso que el año pasado. A saber, Mar, Nandy y Carolina, por parte de las chicas, y Pascual, Félix, Lorenzo, José Mª, Uche, Alvaro, José Manuel, los tres bomberos de Gibraltar, Ian, Dino y Nico y finalmente el que suscribe. En esta ocasión también nos acompañaron Juan, su mujer y las dos hijas de Carolina, Valeria y Greta, que por su corta edad no entraron, aunque no fue por falta de ganas.

Fuimos llegando a Montejaque a medida que caía la tarde. Los primeros fuimos Mar, Pascual y yo, que veníamos de Madrid. Nos dio tiempo a visitar la boca de Gato y darnos un paseo. Poco a poco fue llegando el resto de la gente. Nos alojamos en la Posada del Fresno, propiedad de nuestro compañero Angel, donde estuvimos perfectamente atendidos.

Por la mañana subimos hasta la presa y preparamos la logística, donde Juan, hermano de Felix nos hizo 
Decidimos hacer tres grupos, para no ir pasando frío en las esperas de los rapeles y empezamos a salir. Nos guía en esta ocasión José Mª G Casanova, seguido de Nandy, Pascual, Mar y yo, y los tres chicos de Gibraltar, que finalmente seríamos uno de los dos equipos de la travesía.

Como la travesía ya esta detallada en la otra ocasión, no voy a extenderme en ella, salvo comentar que las instalaciones en fijo, tenían pequeñas variaciones y nos encontramos con varios tramos de cuerda con nudos, lo que nos llevo a pensar que se hace para realizar la travesía reduciendo los tiempos, vamos que van de competición. También comentar que al menos dos cuerdas están es un estado peligroso y es necesario llevar cuerda adicional. Una de ellas crítica. Con una cuerda de 30 es suficiente. Nosotros llevamos una de 23 y nos sirvió igualmente, ya que las cuerdas del rapel más largo están en buen estado, al menos una de ellas (montado en doble).

Como quiera que nuestro grupo no llevaba fotógrafos pro, y encima íbamos con tres bomberos, que vamos a contar. Lo cierto es que los hombres respetaron la edad y la sabiduría y nos dejaron ir delante casi todo el tiempo. Al final les pudo su juventud y su fuerza. Gente encantadora en todo momento. 

Nosotros entramos a las 12 am y a las 18 pm salíamos por la boca de Gato. Hubo que esperar un par de horas más a que todo el grupo estuviese fuera. 

Nos cambiamos, con algún pequeño contratiempo, ya que los que más prisa llevaban, que eran los bomberos, que retornaban a Gibraltar esa misma tarde, tuvieron que esperar al resto del grupo al estar su ropa en un coche del que no teníamos llaves.

Una vez secos, nos despedimos de los compañeros y nos fuimos a Montejaque a cenar el resto del grupo. Risas y charla hasta el agotamiento y para la posada al merecido descanso.

Por la mañana hicimos un intento de visitar la cueva de la Pileta, que se encuentra ubicada en el término de Benaoján, y que posee magnificas pinturas rupestres (un pez y una yegua preñada, que da imagen al icono de la sierra de Grazalema), pero había una visita restringida a un grupo, por lo que decidimos no esperar y retornar hacia Madrid. 

Un fenomenal fin de semana, disfrutando de la compañía de buenos amigos y de un entorno encantado.Cada vez me gusta más Montejaque y su entorno, y no quita que le haga una visita "aerea" para dejarme acariciar por su sol.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Sumidero de Mata Asnos

Por fin, después de muchas tentativas, hemos conseguido este pasado sábado, 26 de septiembre, visitar el mítico sumidero, ya que ahora, como bien dice Pepe Serrano, del Club Viana, referencia imprescindible para esta zona, y otras, su reequipación de 2011-2015, hacen que esta cavidad sea accesible a grupos como el nuestro, sin que el evento se convierta en una tortura, cosa que nos pasó en el Sumidero del Campo ,principalmente por el porteo del material necesario. A nosotros nos llevó unas 7 horas y media aprox. y pudimos salir de día al final de la tarde, cuando ya contábamos con hacerlo a media noche. 

En esta ocasión los espeleos fuimos Mar, Pascual, Moreno y yo. Nos trajo More con la furgoneta y esta vez accedimos por Priego y Beteta.  Hemos utilizado las indicaciones del Club Viana y no tuvimos ningún problema en llegar a la misma boca. Las transcribo litral.  "El otro acceso posible a Carrascosa es por la carretera CM-210 de Beteta a Cañizares, cogiendo el desvío hacia Carrascosa en el punto kilométrico 50,6. Un kilómetro antes de llegar a este pueblo (6,2 km desde el cruce con la carretera de Beteta), se coge una pista forestal a mano izquierda que nos llevará a Mata Asnos. Tras varias curvas de subida discurre de modo más rectilíneo. Siguiendo por la pista, a unos 1,6 km de la carretera, se deja ésta y se coge otra a mano izquierda, 370 m más adelante aparece una pista que cruza la nuestra transversalmente y que pasaremos de largo para seguir de frente en el sentido que traíamos. A los 800 m. desde el desvío con la pista principal -cruce 2- nos encontraremos en la parte superior de la misma boca del sumidero. Hay sitio para aparcar varios coches y la pista está en buen estado, pudiendo acceder hasta la misma boca del sumidero con cualquier tipo de vehículo. Podría haber problemas en los 800 últimos metros de pista en época de lluvias intensas.

 En esta ocasión, y en previsión de la larga duración de la actividad, no paramos nada mas que para comprar pan. Comimos y bebimos algo previamente para ir con fuerzas y entrabamos en torno a las 12,30 más o menos, ya que no me quede bien con la hora (voy perdiendo las buenas costumbres). Es impresionante como el cauce seco en esta ocasión se sume contra un muro de 20 metros y acojona pensar en que pueda ponerse a llover. Las previsiones son buenas, ya que no daban lluvias ni para este día ni para el siguiente, con lo que procedimos con cierta tranquilidad. Nada más bajar la primera rampa de 8 metros de la antesala y asomarnos al sumidero, empiezan las risas, ya que ves por donde transita la instalación y piensas que eso es para titanes. Una vez habituada la visual y mirando apoyos, el tema se relaja un poco, ya que para acceder al químico más alto, uno puede apoyar la espalda en oposición cómoda a un par de metros sobre el suelo. Lógicamente, el pasamanos facilita el tránsito para prácticamente todas las épocas del año, teniendo una variante para casos de carga. El pasamanos nos deja en un p11 volado, que desciende a una marmita intermedia completamente seca (existe para caso de que la marmita tenga caída de agua un pasamanos con dos parabolt blancos para evitarla). De esta y en cuerda, accedemos a una cabecera revirada a la bajante donde hay un pequeño roce, que nos sitúa en el siguiente p12 ,que tras un par de fraccionamientos y una rampa final , nos deja en el comienzo del meandro. Continuamos descendiendo y enseguida estamos en el Paso de los Troncos, que como su propio nombre indica y aunque veremos varios más adelante, encontraremos aquí los mayores. Pasados estos, el meandro se estrecha es un paso sifonante. Aquí empieza lo divertido, ya que sin tener las estrecheces del pasado Meandro de Falopio, que hicimos hace poco en Cuivo-Mortero, es más largo y al final, lo hagas como lo hagas, te mojas siempre por encima de los h.... En este tramo hay que pasar sacas, al menos un par de veces y transitar con ellas se hace un calvario, menos mal que al final y gracias a la reequipación, pasamos únicamente dos sacas, que entre los cuatro nos aligero mucho el tema. En un destrepe al agua, Pascual metió el cuerpo entero y a partir de aquí, se le hizo un pequeño infierno, ya que lleva bastante mal el tema del agua y el frío. Los demás, aunque un poco mejor, también nos resentimos un poquito. Pero como no paras de subir y bajar, acabas entrando en calor. Hoy yo tengo agujetas en las muñecas, que es la primera vez en muchos años que  me pasa. Un cambio de dirección a la izquierda, puesto que siguiendo recto el meandro termina por cerrarse, nos acerca a los pocos metros a un destrepe que conduce a un gran tramo inundado. Esta es la entrada a la zona de los pasamanos y se localiza por ser el primer paso con cuerda fija y cuyo pasamanos está anclado a dos arcos de roca. Nosotros descendimos la cuerda y fuimos por el agua saltándonos el laminador. Al poco, llegamos al paso del estribo y pasamanos (instalados en fijo), zona también dificultosa con dos "pasos de casco" como le digo yo, donde hay que ir pasando sacas, y que sale para ponerse casi peor, ya que en estos metros tienes que subir a un pequeño laminador lleno de agua y cuyo fondo es el meandro, por donde reptas mojandote. Menos mal que es pequeño. Un poco más adelante encontramos un p3 instalado en fijo, con una gran marmita doble en el fondo de gran belleza. Estaba helado y no me atreví a rescatar un trozo de cuerda que hay en el fondo así que para la siguiente. Desde aquí iremos sorteando marmitas por un largo pasamanos, hasta la última, que es la mayor de todas y que al ver la instalación, también te da la risa, ya que discurre por el techo, con dos tramos de cuerda y estribo para desanclarte y pasar las lineas de vida sin mojarte el culo. Es más visual el efecto que esfuerzo al aplicarse, aunque la salida a la ida es un poco dificultosa. Aquí nos reímos un rato y a mi, el paso me dió un aire al pasamanos de techo y cadena que tiene la cueva de Esjamundo. Pasada la marmita accedimos al p8 y a continuación un p5 que termina en unas marmitas (ahora me surge la duda de si la cuerda estaba en estas). Esta zona es muy bonita e hicimos algunas fotos. Casi seguido tenemos ya el último pozo, el p20 que tiene coladas por donde gotea agua, aunque su base estaba completamente seca. No hubo necesidad de utilizar el desviador ya que había un pequeño goteo, más por la zona de la izquierda, donde están las formaciones. En la base, el curso activo continúa por la derecha, y por la izquierda, se observa el acceso a una galería de mayores dimensiones que es la galería fósil , la cual dejaremos para otra ocasión. Al poco de girar por la galería activa, esta se empieza a ensanchar notablemente, tomando dimensiones medias y por la que avanzamos con mucha más facilidad. Nosotros desde este punto a la sala de los gours, o de las tinajas, como le llamaban los antiguos de la STD, tardamos unos 20 minutos únicamente. Y será en esta sala donde, después de hacer algunas fotos para el recuerdo nos daremos la vuelta, ya que en adelante la galería baja de altura y se llena de agua, por lo que pensando lo que nos quedaba de mojarnos en la vuelta, decidimos dejar de visitar. A los 2,7km y con 75m de desnivel el agua de Mata Asnos surge en la Fuente de la Toba de la Hoz de Beteta. A veces, uno desearía ser agua. Tomamos un poco de comida de ataque y la vuelta la hacimos más rápida y sin contratiempos, aunque el meandro se hace lo más pesado al tener que mojarse uno nuevamente, ya sin muchas ganas. Salimos viendo aún luz de día y Pascual y yo, que formamos el equipo de desinstalación, terminamos de salir ya de noche, algo más allá de las 8,30. Tomamos un pequeño refrigerio y sobre todo, nos quitamos la ropa mojada y vuelta para Madrid tranquilamente. Llegábamos a San Fernando a media noche, después de haber disfrutado de una dia para mi espectacular , ya que la actividad permanecerá mucho tiempo en el recuerdo. La fama la tiene bien merecida.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Sima CJ13 y Sima de las Tainas de Matarrubias

Este pasado sábado, 5 de septiembre de 2015, hemos salido con Txema y los hermanos Juanchi y José, de San Esteban de Gormaz, para hacer la sima CJ13, que más bien es cueva, también llamada de los vientos o malvientos, y las Tainas, que por una u otra razón, a mi se me había resistido en innumerables ocasiones. La idea era formar dos grupos, y dado que únicamente nosotros conocíamos la CJ13 (Datum WGS84 30 T 492774 4624278), el otro grupo instalaría las Tainas (WGS84 30 T 494306 4626007). Los grupos los formamos, por un lado Mar, Pascual y yo,  y por otro Txema, José y Juanchi. Como mi grupo salía más tarde, ellos fueron empezando a instalar las Tainas. 

Para llegar a las Tainas, a la altura del PK. 27,3 de la carretera que une San Leonardo de Yagüe con Ucero, sale una pista forestal en muy buenas condiciones recién arreglada (2015) que tras una curva a la izquierda pasa junto aun refugio forestal y de caza. Siguiendo adelante por la misma pista, a unos 3,3 km. se llega a una Tainas (parideras) que quedan a la derecha.
A su altura, entramos por el camino que nos lleva hasta ellas y pasamos al otro lado. A unos pocos metros se abre la boca de entrada (Espeleokandil) .
 
Para llegar a la CJ13, se hace siguiendo el camino principal que lleva a las Tainas y se continúa por el camino principal hasta que a pocos metros, en el primer desvío, se va por el de la derecha (30 t 494446 4625921), se continua hasta el siguiente cruce (30 t 493506 4625404) en el que se sigue por el camino principal que toma a la derecha un poco. En el siguiente punto de intersección (30 t 493442 4625362), se sigue por la vía principal que también va hacia la derecha en relación al cruce.  El siguiente punto de intersección (30 t 493030 4624984) seguiremos el camino principal, que en esta ocasión toma a izquierdas, dejando el de la derecha, marcado con un hito de ruta senderista de corto recorrido (amarilla/blanca). Seguiremos por un tramo común con el camino de andar, hasta la siguiente intersección, (30 t 493396 4624471) y aquí iremos con cuidado, ya que habrá que tomar todo a la derecha, algo más de 90 grados, por una pista poco marcada y con una señal en palo artificial de no tomar X (en relación con el camino de andar), ojo porque si nos pasamos este, un poco más arriba hay otro con las mismas características y que no es (usar el punto gps). El camino poco marcado nos lleva al parking (30 t 492900 4624329) donde dejaremos el coche y a pocos metros encontraremos la boca ya citada. Todos los datum son wgs84. La sima o cueva, se abre en un balcón de una impresionante hoz del río Ucero, en torno al pk 8,5 de la ruta de andar del cañón y de unos 100 metros de desnivel. Las vistas merecen la pena. El primer pozo, un p15 aprox. está equipado con parabol, al que llegamos con un natural en un pino a elegir. Antes de relatar el episodio, comentar que toda la instalación esta realizada para travesía con cadena y anilla salvo este parabolt. Se desciende de una tirada y nos deja en una repisa donde mirando al frente veremos en una ventana a unos 6 metros una pequeña galería con dos anillas de cabecera que es por donde habrá que continuar, previo descender por cuerda fija instalada, otros pocos metros, a una amplia repisa donde a ambos lados la cavidad continúa en forma de rampa descendente. El resalte de 6 no esta instalado por lo que el que baje y con la cuerda usada para el pozo a modo de seguro, debe subirlo. Para este pozo, usamos una cuerda de 44. No es especialmente complicado. Una vez arriba, instalamos justo en el techo de la ventana un fraccionamiento para que los siguientes puedan subir por cuerda. La ventana da paso a una corta galería que enseguida desciende por una pequeña rampa a un p10. Instalamos la cabecera con una nueva cuerda de 25.m. Su base nos deja en una rampa donde se ve ya la luz del cañón, desplomándose en un volado absoluto de algo menos de 40 metros, al aire libre y que cae por mitad de la pared al cañón. Es un conducto que en su día y con agua tuvo que ser impresionante ver salir la cascada por mitad de la peña. Instalamos otro fraccionamiento y nos vamos a un pequeño pasamanos instalado con una cuerda fija nueva, donde usaremos una de 54 metros, con reaseguro y cabecera en cadena con dos mosquetones para descender el volado. De toda la cavidad, lo que merece la pena, es esta bajada en volado absoluto sobre el Cañón del Río Lobos, en un día espléndido. Llamamos bastante la atención de los senderistas que flipaban al ver bajar gente que salía de la roca. Hay que tener cuidado, ya que el final del descenso se separa de la vertical por una terraza y proboca un roce en la cuerda arriba. Si se instala en fijo, lo ideal es subir no más de dos a recuperar. 
Una vez abajo los tres, salimos andando con nuestros trajes de faena, ante el estupor de los paseantes, y nos dirigimos hacia la derecha, en dirección al puente de los ojos. Al poco de andar, empezamos a ascender por una pedrera de pronunciada rampa para adentrarnos en una entrada al cañón, que termina en una pared de unos 4 metros, y que si no conoces la zona, te daría la sensación de no tener continuidad, pero en su base y disimulada por la propia piedra, tiene un boquete  a modo de sumidero que te permite remontarla. Continuamos ascendiendo por la canal otros cuantos metros, para desviarnos a la derecha en dirección al coche. Nos ha llevado poco más de 2 horas la actividad.

Nos vamos para las Tainas y al llegar encontramos saliendo a Txema, que acompaña a José, que se ha puesto malo y había tenido que echar la pota. Ambos no han llegado más allá del caballo, pero Juanchi ha instalado el pozo entero. Una vez todos fuera, les acompaño hasta la canal y el paso al cañón y vuelvo, para entrar acto seguido, los tres en las Tainas. La cavidad tiene un primer pozo al aire libre bonito y luego es un pozo cómodo que va revirandose hasta su base. Comentar que la instalación lleva casi 20 mosquetones y chapas pasándose de una pared a otra y teniendo su actividad. Bajamos hasta la sala del fondo, tomamos unas fotos y Pascual se mete por la gatera de la Gran Bandera, saliendo al poco con síntomas de acusada fatiga por la falta de oxígeno, teniendo que subir a la base del pozo y estar un rato para recuperarse. Decidimos por prudencia iniciar el ascenso e ir desintalando la cavidad. En 2,5 horas estamos todos fuera y recogiendo material, a la espera del otro equipo. Finalmente y para quedarnos mas tranquilos, ya que habíamos quedado en el bar de Darío, en Burgo de Osma, decidimos acercarnos al parking de la CJ13, y poco antes de llegar a el ya vimos que venía. Nos reunimos ya todos en el bar, tomamos un refresco merecido y comentamos la jugada como es habitual. Txemas y los de San Esteban se quedaron tranquilamente, ya que Txema no volvía para Madrid y nosotros iniciamos el retorno. Buena tarde de compañeros y amigos, que se nos dio de perlas, ya que no las teníamos todas con nosotros de reencontrar la CJ13 y menos de hacer ambas cavidades.

lunes, 31 de agosto de 2015

Travesia Cuivo - Mortero de Astrana



Este pasado sábado 29 de agosto de 2015, un selecto grupo de miembros del Silex Team (Mar, Ana, María, Sonia, Moreno y yo), nos hemos dado cita en la localidad de La Gándara para abordar la “disfrutona” travesía de Cuivo – Mortero. Al efecto salimos los expeleos Mar, Ana y el que suscribe, el viernes por la mañana sin nada que hacer y con la intención de dar una vuelta por Cañuela por la tarde o alguna otra actividad de corto desarrollo. Finalmente y por pereza, después de dejar los bártulos en el albergue de Margari, en el bar restaurante Coventosa, decidimos no manchar los monos y acercarnos a Carranza a visitar la cueva de Pozalagua, y de paso, tantear la aproximación a la sima del Carlista, próximo objetivo para algunos miembros del club. Visitamos la cavidad sin costarnos un duro al ser espeleólogos y además, tuvimos la ocasión de conocer en persona al primer espeleo que la topografió por allá en el año 1958 (Año en el que hemos nacido algunos de los participantes). Nos contó con cierta emoción que estuvieron 10 días abajo hasta completar la topo y nos enseño sus primeros planos y algunas fotos, así como los medios usados para ello, a saber, un cinturón de piel de vaca, remachado por el herrero, unas cuantas escalas y cuerdas de cáñamo, sus carburos, sus monos de vaqueros y una dosis de valor a envidiar. Terminamos la tarde cenando en el refugio y prontito a la cama. De madrugada llegaron otros tres espeleos pertenecientes al GAEM de Madrid, al menos dos de ellos, con los que por la mañana charlando, nos comentaron que ellos también tenían intención de hacer la misma travesía.

Al levantarnos,  Ana nos cuenta que apenas ha dormido y que tiene un dolor de cuello importante y mal cuerpo, al dormir en mala postura y resentirse una antigua lesión de cervicales que tenía, por lo que no tiene nada claro que vaya a poder acompañarnos en la actividad. A las 10 am nos reunimos en La Gándara con el resto de nuestro equipo, que venía de Santander e iniciamos la aproximación al Mortero (WGS84 30T  0453737 4784234) para revisar su instalación. Encontramos instaladas la rampa y una vía del fondo con las mismas cuerdas en fijo que vimos el año pasado dando una vuelta por la zona. Decidimos usar la instalación fija no montando nuestra cuerda y volvimos a la carretera para equiparnos e iniciar la subida a la boca de Cuivo (WGS 84  30 T  0453699  4785015). El equipo de travesía, que a excepción de Ana, que finalmente decide quedarse con buen criterio, empezamos a ascender por la cuesta del Cuivo, fácilmente reconocible, ya que parece una pista de piedra que nace desde el cauce seco del arroyo que intersecciona con una camino carretero, Con el gps en manos nos desviamos un poco a la izquierda de la cuesta para atravesar una valla de ganado que da acceso a una finca que poco más arriba se cubre de helechos. No hay un camino evidente, pero la ruta del gps era inequívoca y además vimos a dos compañeros del otro grupo sentados a la boca del pequeño agujero. Charlamos un poco con Máximo y fuimos entrando todos poco a poco. En pocos minutos los perdimos de vista pero los volveríamos a coger en varias ocasiones en distintos puntos de la travesía. Empezamos el descenso a la 1:45 pm y abajo del primer pozo, un p13, nos encontramos con la salamandra y la rana, de vivos colores que hay en todas las fotos de las páginas web de la travesía (ojo que ya cobran). En esta ocasión y para “lloro” de todos, me dejo la cámara olvidada en el refugio. Comenzamos a avanzar por el cauce del río Cubieja que aquí arriba esta prácticamente seco, por lo que nosotros no nos pondremos los neoprenos hasta la sala de la Colada. Avanzamos por el cauce hasta que este se sume y tenemos que bordear por la derecha, para al poco, destrepar por un R3 con cuerda fija que nos vuelve a dejar en el cauce. Avanzamos con comodidad sin que la sección sea especialmente grande, hasta que tenemos que tirarnos cuerpo a tierra prácticamente para sortear unas formaciones que sifonan el paso. Nosotros pasamos sin mojarnos ya que no había prácticamente agua. Este paso puede ser complicado con crecidas. Esta gatera nos deja en la cabecera del p7 que da acceso a la mítica sala (al menos para mí)  de la Colada, foto de portada del que fue mi primer libro de espeleo “Grandes travesías. 40 integrales españolas”, de Isidoro Ortiz, y al que le guardo un especial cariño, ya que fue mi primera luz en este mundo oscuro, en nuestra etapa autodidacta. Con el y un valor sin precedentes, nos atrevimos a llevar a nuestros hijos sin prácticamente sin ningún equipo,  a la boca de las cuevas Sopladoras para hacer la travesía a cueva del Agua. Menos mal que nos asustamos y nos dimos la vuelta al poco de entrar, pero al menos vislumbramos que había posibilidades. Bueno, que me pierdo. No había cascada ni cámara por lo que en este punto,  y como indica nuestro amigo Don Topo, nos pusimos los neoprenos, empezando aquí la “disfrutona” travesía. Que parto, será que he engordado. Pero cierto es lo cierto, este meandro, el de el Caramelo, que se me asemeja al curso activo de Valporquero, pero de menores dimensiones, es espectacularmente visual y puede que la parte mas divertida de la travesía. En todo momento hemos ido siguiendo el cauce y la intuición. Teníamos dudas de poder equivocarnos por las vías superiores pero no se dio el caso. Llegamos al amplio p8 que cae a una poza . Al poco y tras una trepada indicada entramos en el meandro Spa, para mi uno de los mas divertidos, ya que es una meando con una sucesión de pocetes cómodos que te pones de barro blanco hasta las gafas y nunca mejor dicho, para mi con más barro que el Piscarciano. Todo el meandro y sus pozos están recubiertos de una arcilla blanca por todos lados. Vamos tomando poco a poco el tono de estatuas vivientes de escayola. Hasta esta zona la temperatura es agradable y no se siente frío alguno, pero ya empezamos a notar tanta subida y bajada flexionando el neopreno. Un poco más adelante, para salir del Spa, tras una graciosa pocita de barro donde te llega al pecho y te ancla al suelo que parece que no saldrás jamás de allí, hay una bifurcación. La buena es un agujero como a un metro del suelo, con ciertas marcas negras no evidentes por el barro que mancha sus paredes y a la izquierda. La otra vía, por donde se sume el agua, es una estrecha gatera más embarrada aún si cabe, por la que no se puede progresar. Salimos a una rampa que acaba en la sala de la Lavadora, un par de pozas, la de la izquierda de profundidad, donde nos vamos lavando y quitando el barro de cuerdas y aparatos principalmente. Los compañeros nos dejaron limpia la grande de la izquierda. Esta sala da paso a lo que para mi fue uno de los tramos más infernales que pase junto con las rampas y salida. El meandro de Falopio. Muévete con neopreno y saca por un meando de 4 o 5 metros de altura y unos 40 centímetros de ancho, y una longitud escandalosamente larga, con un par de pasos en los que te quedas clavado en la pared a medio metro del agua aún pasando de lado y apoyado con el ombligo, para luego bajar al agua y arrastrarte como un gusano. Nuestros supraespinosos maltrechos pagaron un alto precio en este tramo. Como empezó, termina, con un incomodo r4 en cuerda fija y que nos coloca en la sala del Roscón donde por la izquierda al fondo abajo se desploma en el primero de los pozos grandes alternativos al p90. En este punto contactamos con los compañeros que nos preceden, situación que aprovechamos para tomar una barrita y un trago de agua esperando a que bajen el p17 . A partir de aquí iremos reuniéndonos sin problema en las zonas de pozas y escalones de cauce cómodos para los 5 y más . Le sigue un p10. No he mencionado que en la mayoría de los pozos encontraremos pasamanos, anillas y cadenas nuevos, salvo algunos más antiguos con maillones. No tuvimos problemas en las recuperaciones y la recomendación es usar las cuerdas justas, ya que nosotros por no tener, llevamos una de 44 y otra de 50 haciéndose penosa la recuperación de los metros de más, ya que lo ideal son dos cuerdas de 40 o cuerda y cordino. El p35 lo bajamos enlazado con la siguiente r5, continuando una r5 para terminar con el p20 que nos deja en la sala del Arco. En estos pozos hay que espabilar ya que la temperatura es algo más baja y nos quedamos un poco fríos. Aquí ya María empieza a pagar la factura del esfuerzo, empezando a mostrar signos de cansancio.
En la sala del Arco, que como su propio nombre indica, nos muestra una de las bellezas de la travesía, un gran arco suspendido a unos 10 o 15 metros sobre nuestras cabezas, proseguimos por una galería elevada, no muy grande, a espaldas del pozo, a mano izquierda, con un pequeño catadióptrico identificativo, que nos dejó en otra sala que se va desfondando a modo de rajas de un lapiaz hasta sumirse en una medio gatera que te deja en el río nuevamente. Aquí tomamos el sentido de la corriente, a derechas y al revisar la zona de la izquierda vimos una cuerda fija en un resalte de unos 4 metros que también te deja en el río y que debe de ser la vía normal de bajar al mismo. Continuamos por el cauce muy cómodo donde tiene largos tramos rectos inundados con gran profusión de golpes de gubia y avanzamos un par de centenares de metros por el meandro de la Confluencia hasta la propia Confluencia, que no tiene pérdida ya que es una T y hay una fleja en pintura amarilla que nos indica el desvío a la derecha, donde empezaremos a remontar el río Leolorna. Este cauce es más amplio que el que traemos y vamos ganando altura, esta vez contracorriente hasta la sala de la Cascada, fácilmente identificable, aún con el exiguo aporte que tenía, ya que te moja la cabeza al atravesarla. Siguiendo el curso natural llegaremos a una zona que encontraremos nuevamente marcas de flecha amarillas y otra negra. Siguiendo estas marcas, por la izquierda llegaremos a la sala del Anfiteatro, también identificable por las gradas fósiles de barro que hay a la derecha. Continuaremos por la izquierda y ya enseguida viene la parte más dura de la travesía para mi al menos ya que venimos cansado y nos queda remontar los casi 270 que hemos bajado. Veremos a la izquierda también la primera r10 . En este punto, Mar, también empieza a dar muestras acusadas del cansancio que todos traemos. Una vez subida esta, continúan otras 3 rampas enlazadas e instaladas como la anterior en fijo, que terminan en el agujero soplador y que nos dejas al fondo de la sala del Mortero. En este punto, volvemos a contactar con el grupo de 3 que nos precede.   Ascendimos penosamente el gran caos de bloques en rampa hasta la salida, y ya en el exterior, mientras esperábamos que María y Sonia terminaran de ascender la rampa, tomamos fuerzas para el último envite al Mortero. Cuando terminé de desanclarme del pasamanos del bloque que sirve de cabecera a la rampa, eran la 1,25 de la mañana. La travesía nos había llevado la friolera de algo más de 11,5 horas y un cansancio importante, ya que salimos todos más o menos tocados. Llegamos a los coches a través de una espesa niebla en algunos tramos del camino de vuelta, donde nos esperaban haciendo señales Ana y el resto del grupo que ya había llegado. Nos ayudaron a desprendernos del odiado neopreno y después de refrescarnos con alguna bebida que siempre trae More, comentamos la jugada con Ana, que ya estaba un poco nerviosa y que a su vez nos comento que la habían avisado los del grupo que nos precedía que estábamos ya en la rampa del Mortero. Mar, Ana, More y yo nos vamos para el Asón y María y Sonia se van para Santander.

Cena de restos y narración del evento a los no participantes, total las 4,30 de la mañana, así que a la cama. El otro grupo llegaría media hora más tarde.

Una travesía que me ha encantado por su belleza y variedad y que efectivamente es “disfrutona” pero que al final se hizo un poco penosa, estando en el umbral de mis fuerzas, por lo que tendré que considerar ponerme más en forma para próximas salidas. De resaltar la entereza de las Chicas que superaron todos los problemas de cansancio.

miércoles, 29 de julio de 2015

Sima de Perdidos II

Como viene siendo habitual, esta salida la hemos realizado los miembros activos más perseverantes y que componemos el "núcleo duro" de Silex, ya que al final,  Mar, Pascual y yo, somos los que no solemos fallar en las salidas. En esta ocasión vamos a visitar la sima de Perdidos II, que en otra ocasión localizaramos dejándola pendiente.

Quedamos con Pascual en su casa a eso de las 9 este pasado sábado 25 de julio. Al ser tan pocos no hay retrasos y salimos para Villanueva de Alcorón de forma inmediata. Tomamos café en la Pilarica, que ha cambiado de look y de personal, ahora parece un club de alterne pero sin alterne (3 chicas en la barra, cortinas rojas echadas), y sin dilación nos vamos camino de las Juanas.

En el bosque de Valsalobre y tomando como referencia el refugio de la Torreta continuaremos por el camino hacia el cruce con el de las Juanas,  unos 700 m. a la derecha sale un camino poco marcado que continuaremos 400 m. aproximadamente y a nuestra izquierda continuamos 200 m. más hasta las bocas de las dos simas. Hay hitos tanto si dejamos el coche un poco antes, como en los 400 m. exactos.

Aquí nos encontraremos con una pequeña depresión y dos bocas pegadas y separadas por un paso estrecho. La de Perdidos II es la orientada al SO y tiene una chapa, un spit y un parabolt de 10 con chapa (Nuevo) que en la anterior visita no estaba. Siguiendo los consejos de Isidoro, anclamos en natural al pino y nos vamos al parabolt, donde fraccionamos, utilizando el spit peligroso para desviar a la vertical del pozo. Bajamos a eso de la 1 pm. el primer pozo de 11 metros y fraccionamos sobre pared de la bajante para irnos al sumidero y siguiente p6. En el fondo de este encontramos una diaclasa muy concrecionada de formaciones coralinas, con dos pasos, uno superior, que es el que en principio tomamos y donde montamos el primer pasamanos, pero que finalmente abandonaremos ya que no encontramos nada más que un spit en la cabecera, por lo que decidimos bajar por el paso inferior. Aquí Pascual se queda sin luz , como casi siempre, al tener la batería principal en reparación. Usa su nueva tica, pero al no traer gafas (es que somos unos abuelos), no ve bien los spit y continúo yo con la instalación, que si llevo gafas. Instalamos el pasamanos inferior que se ajusta a la ficha técnica, y aquí la nueva tica de Pascual decide hacer un vuelo sin motor acabando en el fondo del p40. El pozo tiene un único fraccionamiento doble y una base estrecha donde acabamos todos recogiendo restos de la tica. Vamos saliendo poco a poco sin más incidentes y nos ponemos a merendar a eso de las 5 pm. después de habérnoslo tomado con mucha calma. Como nos sobre tiempo tentamos Perdidos I, pero después del anclaje natural no soy capaz de ver ningún spit, por lo que como la cuerda es nueva decido dejarlo para otra vez. Después de comer revisamos un par de agujeros, uno de ellos con chapa que no es más que un pozo de 7 metros que termina en un cono de derrubio que tapona la estrecha continuación. Un poco más arriba y cerca de la boca de los Perdidos me meto en otro estrecho boquete, que este por sonido augura ser más profundo (12 m aprox.)  y continuar ya que al fondo hay rampa. El intento se queda en eso, ya que no soy capaz de pasar por una estrechez que hay a los 2 m.

Damos por finalizada la jornada, habiéndonos quitado el achicharrante calor de Madrid y empezamos el retorno a eso de las 8. Refresco en el bar y para casa, después de haber disfrutado de una jornada haciendo lo que más nos gusta.

domingo, 17 de mayo de 2015

Torca de Juanin

En esta ocasión nos hemos propuesto un pequeño reto para nosotros, que es el de visitar la Torca de Juanin, en Oceño, Asturias. El mayor inconveniente de esta cavidad reside en la cantidad de material a llevar e instalar. Como nosotros siempre nos tomamos estas salidas con un componente lúdico importante, los cuatro integrantes de la salida en esta ocasión, que fuimos Mar, Pascual, Moreno y yo, nos fuimos el viernes por la mañana camino de Arenas de Cabrales con la intención de comer por allí.

Lo hicimos justo en el desvío a Oceño de la carretera que va de Panes a Arenas, ahí hay un pequeño restaurante con unas vistas preciosas al Cares. Unos huevos con chorizo y patatas y una ensalada y a subir hacia Oceño, con el fin de revisar la boca por si alguien ya se había instalado. El acceso a la sima se realiza desde esta localidad por una pista de cemento que sube en una fuerte rampa a la izquierda al poco de pasar las primeras casas y que va tomando altura hacia el collado, paso natural de la zona. Subíamos en mi todo terreno con lo que pudimos dejar el coche a escasos 50 metros de la boca, cerca de unas cuadras de ganado. Previo a este improvisado parking, y como referencias, pasamos un desvío de caminos montañeros donde hay colocado un maniqui de mujer. Tantos las coordenadas UTM como la ficha de instalación y la descripción, las hemos tomado como de costumbre de nuestro buen amigo Pepe Serrano, http://clubviana.mejorforo.net/t53-cuevas-y-simas-de-asturias-en-pdf , UTM (datum WGS84) Cruce 1:30T 0360465 4795614, Cruce 2 (parking coche):
30T 0360476 4795294, Boca Torca de Juanín: 30T 0360564 4795277. Esta vez no pude corroborar las coordenadas ya que no disponía del gps y además, Moreno conocía la cavidad de una anterior visita.

A eso de las 5, nos equipamos para revisar un poco los primeros pozos e ir adelantando trabajo para el sábado, día previsto para la actividad. Sobre la piedra donde se encuentran los primeros spit, encontramos un papel con un mensaje, pididendo por favor, si alguien bajaba y encontraba una cámara que se había caido por el pozo le devolviese las fotos. Bajamos hasta la base donde se bifurcan las dos vías alternativas de bajada, Vía de las Señoritas y la Vía Normal. Utilizamos dos cuerdas, una de 50 y otra de 54 que nos dejo en el spit previo a la cabecera del p65 y que nos permitió oír el goteo de este, siendo practicamente nulo, por lo que decimos, sería la vía que utilizaríamos para bajar el sábado, ahorrandonos 60 metros de cuerda adiccional y sus consiguientes mosquetos y chapas. Salimos habiendo invertido casi 4 horas. Teníamos la intención de dormir en la pradera que hay en la pequeña vaguada contigua a la sima,  pero el viento era infernal, por lo que decidimos ir al camping de Arenas. Finalmente cogimos una cabaña que nos salió a precio de tienda y que nos permitió descansar cómodamente en este precioso camping.

A las 8,30 desayunamos y nos pusimos en marcha. Como suele ser habitual, hasta las 11,30 no empezamos a bajar a la sima. Estábamos en la bifurcación en poco más de media hora y aquí nos llevo un buen rato equipar la cabecera del p65 ya que un parabolt de 8  de la pared izquierda estaba suelto. Ojo con este tema. Finalmente la instalación se realizó en la pared de la derecha y fondo, con 2 reaseguros. Fraccionamos a -23 para agilizar progresión y disfrutamos del espectacular pozo volado y su paralelo (vía de las señoritas). A mi mujer y a mi, que íbamos los últimos nos tocó estar colgados como chorizos en el fraccionamiento más de media hora por cabeza, ya que la instalación de p23 siguiente tiene bastante historia con los roces y los desviadores. Finalmente bajamos hasta la base para lo que utilizamos una cuerda de 100 y otro trozo de 20. En ella encontramos la cámara del mensaje de la entrada, quedando Moreno encargado de devolversela al interesado. Ascendimos la rampa de la galería de la T para terminar con el último P12 entre coladas y la rampa final, para lo que usamos una cuerda de 40.

Ya en la base, iniciamos la visita a la parte horizontal por una galería muy concrecionada, que enseguida, nos lleva al escarpe de 4 y p3 instalados en fijo, que nos permitio superar el obstáculo. En la siguiente sala (Sala de la Medusa) consegui hacer unas pocas fotos ya que es bastante bonita y merece la pena perder algo de tiempo, mientras Moreno y Pascual equipan el último p14 con la ultima cuerda de 25.

Una vez descendido este, dejamos los aparatos en esta sala (Sala de la Confluencia) y únicamente llevamos la cámara y el trípode (menos mal) en dirección a la Sala Azul. Seguimos el pequeño meandro que se sume por la derecha y un poco a la izquierda de esta pérdida, hay una entrada por una gatera que tiene dos flechas indicadas sobre la caliza. Al principio nos lo pasamos y fuimos al fondo de la sala donde también hay otra gatera que parecía tener continuidad y que no exploramos al encontrar el camino Moreno. Aquí empieza el verdadero sufrimiento, ya que vamos siguiendo el pequeño meandro desfondado que cada vez se va estrechando más y más hasta llevarnos al mismo agua en un paso que se tiene que coger de cabeza y de lado y en el que te tienes que mojar si no quieres quedar encajado. Sobrepasado este y cuando te encuentras totalmente agobiado, ya que no ves salida, miras hacia arriba y a eso de un metro ves el paso, por el que jamás creerías que podrías pasar, entre pequeñas columnas y que debes de tomar también de cabeza y de lado. Según reza la leyenda, un espeleo de 1,80 y 90 kgs. pasa sin problemas. Lo cierto es que aunque agobia ninguno tuvo problemas a la ida. Este estrecho paso desemboca en una pequeña sala con formaciones y otras un poco mayor igualmente concrecionada. Desde aquí, bien por la izquierda y arriba,  bien hacia arriba por una colada lavada, se va ascendiendo unos metros hasta desembocar en la Sala Azul, que no sólo es azul, pero que recibe su nombre por las formaciones coloreadas por el carbonato de zinc (smithsonita). Llama poderosamente la atención el contraste de las formaciones y sus tonalidades.

Aquí paramos un rato para las fotos de rigor y a eso de las 5,30 comenzamos la vuelta, para tomar algo en la Sala de la Confluencia antes de acometer los pozos de regreso. Como anécdota, que Pascual a la vuelta intentó pasar como a la ida, es decir de cabeza y una vez que superó la gatera se quedo encajado en el siguiente paso y paso unos minutos un poco agobiantes hasta que pudo darse la vuelta. El retorno hay que hacerlo en estos pasos, con los pies por delante, deshaciendo la operativa de la ida.

Ya en la Sala de la Confluencia, tomamos la comida de ataque que llevabamos e iniciamos la salida. Salimos muy tranquilamente desinstalando y terminamos a las 11,30 de la noche, sin ningún percance. Recogemos el material, hacemos la foto finis y corriendo vamos a buscar algo para cenar. Milagrosamente, preguntamos a eso de las 12 en el bar donde comimos y la mujer se apiadó de nosotros y nos dio de cenar. Fabada monumental y cabrito guisado. Demoledor. A la 1 y poco todos durmiendo placidamente. Como el anuncio ese de las tarjetas, 300 metros de cuerda, 50 mosquetones y chapas y una edad media de 57 años y a disfrutar que la vida son dos días.

domingo, 10 de mayo de 2015

Sima del Bochorno



Este fin de semana y como preparativo para la semana que viene que haremos la Torca de Juanin, nos hemos ido a Peralejos de las Truchas, para bajar la sima del Bochorno, de 140 metros, y que ha sido durante mucho tiempo la sima mas profunda de estas serranías.

En esta ocasión los expeleos que vamos a bajar somos solamente tres, Moreno, Pascual y yo, acompañados por Félix que se quedará fuera dando un paseo.

Quedamos a las 9 en San Fernando de Henares y el viaje nos lleva casi 4 horas por lo que finalmente decidimos tomar algo de comer antes de entrar. El último en bajar soy yo y son las 4 menos 10 cuando lo hago.

La aproximación si se viene desde Molina de Aragón, se realiza tomando un desvío a mano derecha en el punto kilométrico 93,9 km de la carretera CM-2106 (Molina de Aragón – Peralejos) y a 3,4 km de Peralejos, que nos mete en una pista forestal que sube a la Muela de Utiel. Hay varias formas de llegar, pero nosotros al final utilizamos la que nos recomendó un paisano de un bar de Peralejos, y que coincide con la narrada en el acceso de propone el Club Viana. A 1,6 km se llega a un cruce en forma de Y, tras haber dejado dos pistas a la izquierda. Se toma la de la izquierda (la de la derecha pasa junto a la torreta forestal y se dirige a Taravilla), que está en peor estado. A 1,8 km de este último cruce (a 4,5 kms desde la carretera) se abandona la pista (mojones de piedra), continuando por un camino poco marcado a la izquierda, que lleva, 150 m más adelante, al inicio de una vaguada. Bajando 150 m por ésta y siguiendo una senda poco marcada se llega a la misma boca de la sima, que se abre a la derecha, a escasos metros de la senda y algo elevada respecto a ésta. Coordenadas boca UTM (WGS84) 30T 0589806 4496067 verificada por nuestros gps.

La sima se encuentra reequipada en su totalidad con químicos en 2014 por el club Viana, por lo que en principio pensamos que nos daría tiempo, pero a medida que vamos bajando, los pequeños problemas se empiezan a suceder uno detrás de otro, empezando porque el primer pozo (P36), en el que utilizamos una cuerda de 50, después de anclar a un natural, no nos llega al fondo, faltando un par de metros, para sorpresa de todos, ya que la ficha habla de una cuerda de 40 o 45. A Pascual que va instalando le toca empalmar cuerda y pasar el nudo. No contentos, montamos un cristo en la cabecera, ya que Pascual pasa de montar la Y y el mosquetón trabaja mal e impide sacar el cabo de anclaje. Rehacemos la instalación y cabecera quitando el natural y metiendo un reaseguro en spit para recuperar el par de metros faltante y aún con eso, Moreno, al ser más pequeño, le cuesta lo suyo desengancharse.

El primer pozo te deja en una pequeña rampa, que desemboca en una gatera de un par de metros, que se desfonda al siguiente pozo y que te hace salir con los “pies por delante” al vacío, teniendo un fraccionamiento muy oportuno en la salida. Se monta un pequeño pasamanos para coger una buena vertical del pozo que evita que alguna piedra de la rampa te pueda dar, ya que sin querer al ser la gatera estrecha alguna tiras.

Descendemos hasta una repisa y al ver la hora decidimos volvernos ya que aún nos queda como poco una hora y media más hasta bajar la totalidad de la sima.

Entre que Pascual viene un poco tocado de los entrenamientos del maratón y que yo no me encuentro muy bien,  ya que la noche anterior debí de tomar algo en mal estado y voy atufando a mis compañeros con constantes ventosidades, hace que parezcamos un grupo de geriatría que se ha escapado de un asilo.

Salimos antes de las 6 y merendamos algunos y comieron otros. A eso de las 7 empezamos el retorno. Al final, con parada para una coca-cola llegamos a San Fernando a las 11. La dejamos para ir con más tiempo o incluso dormir allí.  La sima es muy limpia y tanto material como cuerdas sale prácticamente impolutos.

Como relato hace menos de un mes, una vez cumplida la misión de la Torca Juanín. este pasado sábado 6 de junio, hemos vuelto a cumplir con la promesa dada. En esta ocasión los espeleos somos Pascual, Mar y yo. También nos acompaña Felix, en calidad de excursionista paseante. Como conocíamos ya el percal quedamos a las 8 en San Fernando y sin dilación y por el camino corto de Molina, llegamos a la sima a eso de las 11,30, pero como ya he dicho en más de una ocasión, el horario Talpa sigue presente, así que nos equivocamos en la aproximación y entramos por el lado opuesto a la vez anterior. También la cabecera nos volvió a dar guerra por la cantidad de opiniones, con un Pascual poco convencido, y que al final le llevo casi una hora ceder a nuestras sugerencias. A las 2 entraba Mar y a partir de este momento y muy tranquilamente fuimos instalando la sima que realmente es casi como un pozo continuo, ya que si bien los ultimos pozos en la topo parecen estar desplazados, al haber cambiado de pared antes de termina el P70 la sensación es de continuidad. Vimos la ventana del nivel que tiene desarrollo, pero el paso nos pareció un poco expuesto y no localizamos el spit para iniciar el pasamanos por lo bajamos el último P15, siendo este el pozo más bonito y por que no se dijese bajamos el P5 hasta el charco embarrado que marca el final de la sima. Hice dos únicas fotos del pozo y vuelta para arriba. La vuelta se hace fácil al estar muy fraccionados los pozos, pero aun a pesar de ello el último salía a las 6. Como anécdota, en una reunión en la cabecera del primer P15, después de descender el P70, me quedé sin aire y no podía respirar, me imagino que fruto de la humedad, más el esfuerzo, más el catarrazo que llevaba, montando un numerito que acojono al personal. Un trago de agua y un sonar de mocos y seguimos sin más problemas. También mencionar que hay que ir con cuidado en la rampa y gatera, así como en un par de repisas al final del pozo grande,ya que se pueden tirar chinas y alguna que otra piedra.

Una vez fuera y sin ningún percance, nos homenajeamos con una suculenta merienda en un atardecer muy agradable, viendo saltar ciervos por todos lados y preparándonos para nuevos retos. Tomamos algo en Molina y vuelta para Madrid. Llegamos a San Fernando a eso de las 11,20 y otra media hora más a San Agustín

martes, 21 de abril de 2015

Cañuela

En esta ocasión, la salida es de club, con el fin de terminar una topografía que se inició en su día por parte de algunos de los compañeros y que faltaba de rematar. El lugar, pues un poco insospechado la verdad, ya que la galería a topografiar se encuentra en Cañuela.

Al efecto, en esta ocasión los espeleos somos Mar, María, Sonia, Pascual, More, Ricardo y yo y quedamos a las 10 del sábado 18 de abril en Bustablado. A través de Moreno, tenemos conocimiento de que hay un grupo que también esta reexplorando la cavidad, el grupo La Cambera.

Entramos a la cavidad a eso de las 11,  y en el acceso nos encontramos con dos miembros de este grupo que tienen idea también de explorar ese sábado. Nos adelantamos un poco ya que estaban esperando a un compañero, e iniciamos la aproximación. La sala que ibamos a visitar, esta bastante escondida y fue descubierta en el 89 por el grupo Flash y se accede a ella a través del río, que te pone los pelos un poco de punta, ya que pasamos por varias zonas sifónables. 

Una vez atravesado este, accedemos a una amplia galería en rampa donde se ven claramente los restos de arena sobre los grandes bloques, indicando que debe de permanecer inundada gran parte del año. Se ascienden unos 20 metros y después de superar un resalte de otros 8 metros con cuerda fija instalada, empiezan a aparecer las formaciones, una columna, una estalactita, que se dan un aire a las formaciones de la Ramera por su color oscuro. Al fondo, la guinda,  una pared plagada de excéntricas espectaculares, de hecho es la primera vez que veo un grupo de excéntricas en su génesis, naciendo en un racimo. Pude sacar un vídeo bastante ilustrativo que ahora tengo que convertir a un formato menos pesado.

Topografiamos los más de 20 puntos de la galería y vuelta. Al salir decidimos visitar un pozo al que se accede desde la galería del Bulevar a través de una estrecha gatera ascendente y allí nos encontramos con los chicos de La Cambera que estaban terminando un pasamanos para franquear el pozo que corta el paso a pocos metros de la citada gatera. Revisando la topo de que disponíamos, esta galería estaba pintada pero sin los pozos. Curiosamente llegamos cuando terminaban y el chaval a voz en cuello nos canto poco más allá otro pozo de similares dimensiones, que se desploma sobre la galería Sur y zona del  bypass.  También nos comentaron que habían descubierto una red superior de grandes galerías después de varias escaladas importantes, donde una de ellas se cae sobre el pozo en el que estamos, dando un desnivel de unos 100 metros aproximadamente. También han localizado otras redes auxiliares de menores dimensiones como el meandro del ratón. Nos dieron su web donde han publicado cuatro tramos nuevos (https://lacambera.wordpress.com/), de poco más de un kilómetro y actualizado la topo. Nosotros quedamos que una vez terminemos la topo se la haremos llegar a ellos, bien directamente, bien vía Colina para su incorporación. 

Nos hizo ilusión que una cavidad como esta, tan emblemática, al menos para mi, vaya tomando nuevas dimensiones.


Salimos con frío al haber estado tanto tiempo mojados, y nos dirigimos sin dilación a tomar algo a Bustablado, donde finalmente nos dimos una cena pantagruélica.

domingo, 22 de marzo de 2015

Sima SC-4 - Hontoria del Pinar

Intentaré retomar la costumbre de anotar nuevamente todas las salidas en el blog que siempre viene bien, como recordatorio actualizado del estado las cavidades y sus instalaciones, ya que desde el ultimo post,  hemos realizado tres salidas a simas que ya están reflejadas en otros post y que no he comentado.

En esta ocasión, la salida es de club y el objetivo es la sima SC4, cerca de Hontoria del Pinar, en el Parque Natural del Cañon del Río Lobos. Los espeleos somos Rebeca, Mar, Moreno, Josete y yo.

La sima SC-4  (Otros la nominan SG-4) se encuentra ubicada en la ladera norte de la Sierra Calva. Para ir a ella, lo más sencillo es tomar desde Hontoria del Pinar el único camino carretero apto para todo tipo de coches, que, subiendo hacia el sur, atraviesa la sierra. Recorridos unos 1200 m tras abandonar la última calle del pueblo, se toma hacia la izquierda un camino que sube con escasa pendiente. Tras recorrer aproximadamente 440 m por el mismo (buen estado), unos 60 m después de un cambio de rasante suave, se debe abandonar el camino. Para identificar este punto nos puede servir de referencia una sabina que hay en el borde izquierdo del camino; se trata de un ejemplar un tanto escuálido cuyo tronco está ramificado prácticamente a ras de suelo en cuatro o cinco troncos menores entre los cuales alguien ha puesto un pequeño bloque de caliza. Se abandona el camino girando 90 grados a la derecha y se continúa prácticamente campo a través siguiendo una senda amojonada poco marcada. Tras andar unos 90 m subiendo sin demasiada pendiente se encuentra la boca de la cueva ED50  30 T 486615 4631988

Nosotros, entre pitos y flautas, y después de la consabida parada en San Esteban para aprovisionarnos de pan, bollos y café, llegamos a la boca en torno a las 12. Ya empezamos a mosquearnos al ver tres spits inutilizados en la cabecera de la estrecha boca. Finalmente, y no por el mejor sitio, pudimos descencer el primer pozo (P12), que nos dejan en una rampa hacia la cabecera del siguiente P5. Después de revisar los anclajes, Moreno, que llevaba la instalación, comenta que también se encuentra en mal estado uno de los dos spit de cabecera. En esta ocasión no venimos con material para reequipar por lo que decidimos dar la vuelta.

Al final después de pasar el paso más penoso nos quedamos sin ver los bellos pozos de esta sima. 

Como no nos íbamos a queda con las ganas, nos dirigimos a la sima del Portillo que se encuentra un poco más arriba del camino principal, donde otro grupo ya la tenia instalada. Esta sima permite una segunda instalación casi total, compartiendo un par de fraccionamientos con el otro grupo, por lo pudimos aprovechar la mañana.

La próxima vez iremos más preparados, que nos estamos "aburguesando". Lo cierto es que llama un poco la atención el mal estado de la instalación, siendo la más profunda de la zona. Coincidimos con el grupo que estaba en el Portillo y que la había visitado el día anterior, y que nos comentaron que todas las cabeceras estaban en mal estado, teniendo que usar naturales y desviadores para ir resolviendo.

Salimos a eso de las 6,30 y nos tomamos el bocata y vuelta para casa. 




domingo, 4 de enero de 2015

Mina Consuelo

Como salida navideña de los cueveros, apta para todos los públicos, nuestro compañero Félix nos ha preparado la visita a la Mina Consuelo, de Mirabilita/Glauberita (Sulfato Sódico) , en el término municipal de Chinchón. Su acceso se realiza por una pista apta para todo tipo de vehículos (C/ Antonio Machado), que parte de la rotonda donde se interseccionan la M506 y la M302, entre los términos de San Martín de la Vega y Morata de Tajuña y que discurre paralela al río Jarama  al pie del farallón que delimita la paleocuenca del río. Recorridos unos 5 kms. nos encontraremos con una propiedad privada de lo que parece una explotación agraria abandonada ,que trunca el paso natural.

Conviene llegar hasta la puerta y pedir permiso, ya que nosotros fuimos bordeando por las tierras y nos dieron el alto, un poco molestos. Al final todo se arreglo y tan amigos. A unos cien metros, nuevamente en el camino sale un caminito poco marcado a la izquierda que asciende hacia media ladera y atraviesa un gran derrumbe que a modo de alud a barrido la ladera y ha dejado rocas en el sembrado de media tonelada. Este camino conduce a la boca más grande ya que hallaremos varias. Esta mina, que data de mediado del sigo XIX, ha sido escavada por el método de huecos y pilares, cámaras que se conectaban mediante socavones de gran sección con el exterior. Toda la excavación se encuentra veteada, dándole un aspecto imponente. A mi personalmente se me asemeja, salvando las distancias, con la playa de las catedrales.

Visitamos varias galerías, encontrando andamios modernos en una de ella, donde parece que la veta de mineral es más pura.

 El socavamiento de los pilares  en su base por la humedad, así como el desplome de algunas bóvedas planas entre pilares, puede ser un problema con el tiempo. En cualquier caso, unas buenas fotos de contraluces y contrastes y un lugar un tanto insospechado.

Una vez finalizada la visita, nos despedimos de los compañeros que no vinieron a la comida y el resto nos fuimos a comer a Pinto, donde disfrutamos de una buena comida entre mayores y pequeños.

Un día de disfrute en buena compañía, haciendo lo que nos gusta, a poco más de media hora de Madrid.