lunes, 28 de julio de 2014

Sima de la Cierva


En esta ocasión nos hemos acercado a la Sima de la Cierva, en la zona de Villanueva de Alcorón. Los espeleos somos, Mar, Ana, José Emilio, Cache, Pascual y yo. Con esta visita y una próxima a Perdidos II, habremos completado todas las cavidades relevantes de la zona. Para comenzar como es debido la jornada, quedamos para dar cuenta de un suculento desayuno para atacar con garantías la mayor vertical de la zona (-153 m). Encaminamos a la boca, que no tiene mucha pérdida, ya que saliendo de la gasolinera abandonada de Villanueva de Alcorón, a eso de 1,8 km, sale el camino a la derecha que tras cruzar un arroyo seco por un puente de piedra, nos coloca en una pista empinada por la que seguiremos 3,1 kms. aproximadamente, para desviarnos a la izquierda en un cruce con un hito monolítico. Tomaremos la pista poco marcada que en principio discurre sus primeros metros paralela a la pista principal, para luego girar completamente hasta tomar dirección norte y en poco más de 500 metros nos sitúa en la misma boca de la sima (ED50 30T 0567284 4503485). Nos preparamos y el primero en bajar que es Pascual, lo hace a eso de las 12 am., al que le sigue José Emilio y media hora mas tarde empiezo a bajar yo, con la idea de que el siguiente que sea Cache que bajara en otra media hora y después el resto del grupo. La cabecera de la sima tiene un acceso muy cómodo, que nosotros valoramos no instalar en la sabina y empezar con el spit en roca, para acortar la primera cuerda. Del spit nos vamos a la cabecera que esta montada en parabolt (decir que toda la sima esta equipada con parabolt, pero hay que llevar al menos 6 u 8 chapas ya que algunos parabolt no tienen chapa y tuerca), de ahí, a unos 2 metros y en volado encontramos el primer fraccionamiento y el siguiente unos 25 metros más abajo. Este primer p40 nos deja en una base amplia donde la sima continúa por una inclinada y estrecha diaclasa descendente que se desfonda unos pocos metros, dejando a su derecha los dos pozos que no se bajan, el p17 que ni se ve, al quedar por encima de la bajante, y el p31 que se pasa por un pasamanos que encontramos ya instalado con cuerda fija. La diaclasa sigue bajando y se estrecha aun más, para desfondarse en el p30 por un paso muy estrecho donde montamos la cuerda en un parabolt previo a la cabecera,  para luego poder salir más cómodamente. Un poco antes se puede apreciar el bloque con el parabolt que se retiró por el peligro de caida. Desde la cabecera y a poco más de un metro hay otro fraccionamiento también en parabolt. Esa es la zona más complicada de la sima por su estrechez. Desde aquçi se baja unos 6 metros hasta la siguiente estrechez, que es algo más cómoda y luego de un tirón de 25m encontramos el ultimo fraccionamiento también instalado. Este pozo nos deja en una pequeña base que se sume en una gatera que ha sido ampliada a base de explosivos, haciéndola más cómoda y que tras atravesar un meandro que a mi más me parece gatera, se llega a una minisala que se sume a la izquierda hacia el p17 donde montaremos cuerda en el pasamanos que da paso a la cabecera situada a la derecha. En este punto se usó un dinema en el spit en pared izquierda para desviar la cuerda ya que la cabecera roza. En el siguiente fraccionamiento montamos una chapa nuestra que nos deja en la repisa desde donde se divisa unos metros más abajo el pasamanos y la cabecera del p52 oeste. Aquí la instalación requiere también de una chapa de ayuda  para la cabecera al parabolt. El pasamanos es cómodo, ya que tiene un resalte que te permite acercarte a la cabecera sin tener que pasar los tramos con peldaño. Desde esta y en dos tiradas más en las que también ponemos una chapa más, nos lleva hasta el fondo de la sima que aún se desfondará unos metros más por el fondo de la sala. El sitio es bastante incomodo y estrecho. Al final llegamos abajo después de 3,5 h Pascual, José Emilio y yo y viendo que el personal no nos alcanzaba empezamos a sospechar que algo había pasado, así que José Emilio subió a contactar con el resto. En esta ocasión Cache, después de bajar el primer pozo, se empezó a encontrar mal y devolver, por lo que las chicas le acompañaron fuera evitando males mayores. Una vez verificado que se encontraba más o menos bien volvieron a bajar. Una vez todos en el fondo de la sima, iniciamos el ascenso poco a poco, desinstalando Pascual y yo, hasta la salida final, que lo hicimos a las 8 pm. después de pasarlas canutas en el p30 por su estrechez, peor aún en la subida, ya que no juega la fuerza de la gravedad a nuestro favor, y con la saca llena de cuerda y mosquetas que hace bastante mas penoso el ascenso por los continuos enganchones. Una vez fuera, repusimos fuerzas tomando la merienda que llevabamos, disfrutando de un bonito atardecer y de una agradable compañía. De resaltar el desayuno con que nos obsequió Cache y que a partir de ahora va a ser mi máxima para cada cavidad, ya que me sentó de miedo y salí como nuevo.

martes, 8 de julio de 2014

Piscarciano-Vacas-Arenas

Este pasado sábado, por fin, hemos podido hacer una salida con los Cueveros, que entre unas cosas y otras, llevábamos desde febrero sin hacerlo. Un grupo de ellos (Felix, Jose Luis, Juanchi y su hermano José) habían salido el fin de semana a Cantabria y como objetivo para el sábado tenían el visitar el sistema de Piscarciano-Vacas-Arenas, al que finalmente nos hemos apuntado. Quedamos a las 11 en Soncillo y después de los saludos y ponernos un poco al día, tomamos camino de la Hoz de Arreba y a los 3,6 kms. paramos los coches al lado de la carretera. Aquí nos cambiamos y disponemos el material, que en este caso consistirá únicamente en una cuerda de 35 m y 8 chapas para franquear el P15 con pasamanos de aproximación. Desde este punto, atravesamos la puerta que está rota y tomamos el camino que desciende para luego remontar hacia unas casas aisladas. Pasaremos junto a la primera y al poco tomaremos el camino de la derecha que sube hacia otra abandonada. Seguiremos la vereda que nos va adentrando en la Hoya que se veía desde la carretera y que enseguida empezará a espesarse con todo tipo de vegetación, encontrando acebos. Bajaremos por una vereda aún más difusa, que sale a la derecha (la primera creo recordar) que nos dejará en el fondo de la hoya, donde se encuentra la boca de Vacas. Desde aquí tomaremos a la izquierda la vereda que continúa unos pocos metros hasta llegar a la boca de Piscarciano, que aunque de considerables proporciones, queda oculta por la maleza. No doy coordenadas porque no llevamos al final el gps. Si he leído de varios sitios que los correctos son los de Carlos Puch. Como no teníamos muy claro la cantidad de agua caída en las tormentas de la semana, revisamos la primera sala deprimida para constatar que al menos por aquí era practicable. Son las 11 am cuando entramos, siguiendo la amplia galería meandriforme , con barro entre 30 y 40 cms. durante toda esta zona y que caracteriza a esta cavidad. Vemos una cuerda a la izquierda que nos lleva a unas galerías superiores y que dejamos para la vuelta (osea, para otra vez) y continuamos atravesando un arco natural,  donde se aprecian gran profusión de formaciones fósiles en las paredes. Avanzando,  llegamos al primer paso sifonable, que encontramos con agua. Unos metros más allá atravesamos un lago pequeño por la izquierda donde ya nos mojamos hasta el arnés. Seguimos por la galería principal, que ahora desciende hasta otro lago que se sifona y que hace dudar a nuestro guía en funciones Juanchi, al no poder venir Adrian, que era el oficial. De vuelta, buscando el paso alternativo, damos con una cuerda  a la izquierda que nos remonta a una galería muy concrecionada de formaciones y que desciende por una cuerda de nudos a otro laguito, que si queremos continuar nos obligara a mojarnos hasta mas arriba de la cintura. Revisamos esta galería bellamente concrecionada, que conecta con la de abajo en un par de puntos y que parece no continuar, salvo por el lago. El personal no esta para remojarse, por lo que ni tan siquiera suben, así que los tres visitantes Mar, Juanchi y yo nos bajamos para continuar la sesión de fotos, ya que no vemos factible continuar. Juanchi nos asegura que una vez vadeado el lago esta el P15 que da acceso a la sala Alcoy.

Salimos a eso de las 4 y tomamos una barrita y poco más. Como es pronto nos dirigimos a Vacas y entramos con intención de salir por Arenas. La galería gira a izquierdas y divisamos una "cuerda" que permite destrepar una zona un poco expuesta. El camino continúa a derecha según nos asomamos a la ventana, si bien por la izquierda también parece que tiene algo de recorrido. Vamos destrepando grandes bloques de lo que parece un torrente, bajando algún tramo en oposición hasta finalmente desembocar en una amplia sala con una estalagmita aplanada en el centro, que da a su vez paso a una sala de mayores proporciones y que es bordeada por un pequeño cauce. Aquí el barro toma unas cualidades de deslizamiento preocupantes, que casi nos impide mantenernos de pie. Vamos bordeando por la derecha una sala acañonada hasta desembocar en Arenas, con su impresionante sala y colector y su boca alentejada. Espectacular, con sus estalagmitas que me dan por un lado un aire a la sala de los elfos de la Higuera, y por otro a la de los fantasmas de Coventosa. Ya sin luz para realizar buenas fotos, hacemos lo que podemos y retorno a cambiarnos. Son las 7 de la tarde.Tanto a la ida como a la vuelta no hemos dado con los temidos perros de la casa que atravesamos, si bien es cierto que hay gente viviendo ya que había ropa tendida que a la vuelta no estaba. Nos cambiamos poniendo al sol los barros que servirán de peeling a nuestros monos y tomamos un refrigerio para salir hacia Madrid algunos y otros para continuar con su finde de cuevas. Estupendo día de barroterapia con buenos amigos.

jueves, 3 de julio de 2014

Torca de los Morteros



Este fin de semana, hemos podido subir a Cantabria y visitar la Torca de los Morteros, que, aunque se encuentra en Burgos, se puede decir que esta justo en la frontera con Cantabria, ya que se encuentra a pocos metros por debajo del alto de la Sia, siendo la cara sur del valle de Soba.
 
La visita en esta ocasión, la hacemos, María, cuñada de Moreno, él mismo, Cache, Pascual y yo. 

Quedamos a las 9,30 en Bustablado, ya que otro grupo de los nuestros, con Mar, Ana, Ricardo y José Emilio, iban a realizar la travesía Tonio-Cañuela. Nosotros tomamos dirección al Portillo de la Sía y a pocos kilómetros del descenso del puerto, dejamos el coche para tomar un camino que sale a mano derecha según bajamos, concretametne en el pk 5,550 de la Bu 571 y próximo a una casa habitada que se sitúa a la izquierda de la carretera. Este camino cementado, va ascendiendo en dirección al farallón calizo que se ve un poco a la izquierda. A fecha de ayer, había un cartel de venta de la finca que lo bordea, de 20.000 metros con casa rehabilitada. Subimos por el camino del que a menos de 1 km sale otro a la derecha, este empedrado de grava gruesa que también abandonamos al poco. Voy a describir el camino correcto, ya que nos equivocamos, al llevar mal las coordenadas. Además, Moreno que era el guía, la hizo en las dos ocasiones anteriores con el entorno nevado, que desdibujaba bastante el reconocimiento. Por el camino de grava, tomamos una vereda que sale a la derecha y que se confunde con un pequeño arroyo, y que toma dirección a la torreta de la luz, por la que pasaremos al lado. Desde la torreta iremos bordeando el bosque de hayas que quedará a la izquierda, atravesando algunos pequeños tramos de este y siempre en dirección al farallón rocoso. Al llegar a el, veremos una gran hendidura que dejaremos a la izquierda. En este punto, en vez de continuar bordeando el farallón, atajaremos bosque a través, ascendiendo por una empinada rampa que lo atraviesa y que nos deja nuevamente en una zona más clara donde seguiremos dejando los árboles a la izquierda. Aquí la vereda parece más clara y nos llevará a la boca de la sima que se sitúa en un claro no muy grande (Datum WGS84  30T 0451585 4777409  alt. 1288 m

Moreno procede a instalar el pasamanos de aproximación a la cabecera del P25 negro como la boca del lobo, no sin cierta dificultad al encontrarse esta bastante alejada. Bajamos del tirón y vamos avanzando por una gran galería del primer piso siguiendo los hitos en dirección oeste, llegando a un gran derrumbe. Se destrepa una bajada un poco resbaladiza y a la izquierda abajo encontramos un meandro que irá bajando, donde según topo encontramos la primera R4 que nosotros instalamos ya que es más pozo que rampa. Dejamos a la derecha una gran galería que Moreno nos comenta lleva hacia el pozo amable. Siguiendo por el meandro, un poco mas allá hay un paso también que asusta un poco y en el que pusimos una pequeña cuerda quitamiedos pero que se demostró innecesaria. A medida que progresamos por el meandro que se va desfondando, el frío empieza a hacer su aparición ya que hay corriente de aire. El siguiente obstáculo es un P8 y un poco más allá el p10 volado que nos dejará en el segundo piso. Aquí la temperatura cambia por completo.

Nosotros tomaremos dirección N-NE por una amplia galería que a mitad de recorrido tiene unos catadióptricos que te indican el paso que hay a la derecha bajando para la conexión con Inmunía. Se encuentra a pocos metros de una gran ventana que no hay que bajar ya que se hace por el referido paso.  Seguiremos recto hasta que la galería se precipita a un gran pozo, según Moreno, de 120. Tiene spits instalados para hacer un pasamanos, pero nosotros volvemos sobre nuestros pasos para seguir por la conexión a Inmunía. Revisaremos primero la vía principal que acaba nuevamente en otro pozo, aunque es más cañón que pozo que rebautizaremos con el nombre del pozo de cocodrilo ya que Cache se arrimo a rastras y apretando los dientes.

Sin tenerlo claro, damos media vuelta y continuamos por el camino de la conexión, que sigue bajando a mano derecha y entra en una galería zigzagueante que termina en una pronunciada rampa que tiene un spit arriba a la derecha, donde ponemos una cuerda. Una vez abajo y hacia la derecha atravesamos un arco de piedra natural que nos lleva a un escarpe de 4 metros que hay que subir con un paso de hombros y donde More se aclara diciendo que por allí va la travesía pero no nosotros. Damos la vuelta y volvemos al paso del cocodrilo, donde después de revisar el equipo, constatamos que no tenemos ya mosquetones para acometer el P30 que te deja en una cuerda para subir un P11 y de ahí acceder a el pozo-meandro en espiral para llegar a la rampa que da acceso a la sala Alberto que es nuestro objetivo. Aunque la ficha técnica es bastante sencilla todos los pequeños pozos tienen largos pasamanos que consumen mucho material. Tomamos debida nota ya que esta travesía y visita a la sala Alberto volveremos a realizarla y empezamos a salir. Al final entre idas y venidas, perdidas y no perdidas, estamos fuera a las 8 de la tarde. Nos cambiamos y tomamos un refrigerio (unos filetes de cerdo con una tartera llena de pimientos fritos cortesía de Cache) y Moreno y María partían para sus respectivas casas y nosotros volvimos a ver si el equipo de Tonio había salido, para cenar todos juntos en Bustablado.