martes, 8 de julio de 2014

Piscarciano-Vacas-Arenas

Este pasado sábado, por fin, hemos podido hacer una salida con los Cueveros, que entre unas cosas y otras, llevábamos desde febrero sin hacerlo. Un grupo de ellos (Felix, Jose Luis, Juanchi y su hermano José) habían salido el fin de semana a Cantabria y como objetivo para el sábado tenían el visitar el sistema de Piscarciano-Vacas-Arenas, al que finalmente nos hemos apuntado. Quedamos a las 11 en Soncillo y después de los saludos y ponernos un poco al día, tomamos camino de la Hoz de Arreba y a los 3,6 kms. paramos los coches al lado de la carretera. Aquí nos cambiamos y disponemos el material, que en este caso consistirá únicamente en una cuerda de 35 m y 8 chapas para franquear el P15 con pasamanos de aproximación. Desde este punto, atravesamos la puerta que está rota y tomamos el camino que desciende para luego remontar hacia unas casas aisladas. Pasaremos junto a la primera y al poco tomaremos el camino de la derecha que sube hacia otra abandonada. Seguiremos la vereda que nos va adentrando en la Hoya que se veía desde la carretera y que enseguida empezará a espesarse con todo tipo de vegetación, encontrando acebos. Bajaremos por una vereda aún más difusa, que sale a la derecha (la primera creo recordar) que nos dejará en el fondo de la hoya, donde se encuentra la boca de Vacas. Desde aquí tomaremos a la izquierda la vereda que continúa unos pocos metros hasta llegar a la boca de Piscarciano, que aunque de considerables proporciones, queda oculta por la maleza. No doy coordenadas porque no llevamos al final el gps. Si he leído de varios sitios que los correctos son los de Carlos Puch. Como no teníamos muy claro la cantidad de agua caída en las tormentas de la semana, revisamos la primera sala deprimida para constatar que al menos por aquí era practicable. Son las 11 am cuando entramos, siguiendo la amplia galería meandriforme , con barro entre 30 y 40 cms. durante toda esta zona y que caracteriza a esta cavidad. Vemos una cuerda a la izquierda que nos lleva a unas galerías superiores y que dejamos para la vuelta (osea, para otra vez) y continuamos atravesando un arco natural,  donde se aprecian gran profusión de formaciones fósiles en las paredes. Avanzando,  llegamos al primer paso sifonable, que encontramos con agua. Unos metros más allá atravesamos un lago pequeño por la izquierda donde ya nos mojamos hasta el arnés. Seguimos por la galería principal, que ahora desciende hasta otro lago que se sifona y que hace dudar a nuestro guía en funciones Juanchi, al no poder venir Adrian, que era el oficial. De vuelta, buscando el paso alternativo, damos con una cuerda  a la izquierda que nos remonta a una galería muy concrecionada de formaciones y que desciende por una cuerda de nudos a otro laguito, que si queremos continuar nos obligara a mojarnos hasta mas arriba de la cintura. Revisamos esta galería bellamente concrecionada, que conecta con la de abajo en un par de puntos y que parece no continuar, salvo por el lago. El personal no esta para remojarse, por lo que ni tan siquiera suben, así que los tres visitantes Mar, Juanchi y yo nos bajamos para continuar la sesión de fotos, ya que no vemos factible continuar. Juanchi nos asegura que una vez vadeado el lago esta el P15 que da acceso a la sala Alcoy.

Salimos a eso de las 4 y tomamos una barrita y poco más. Como es pronto nos dirigimos a Vacas y entramos con intención de salir por Arenas. La galería gira a izquierdas y divisamos una "cuerda" que permite destrepar una zona un poco expuesta. El camino continúa a derecha según nos asomamos a la ventana, si bien por la izquierda también parece que tiene algo de recorrido. Vamos destrepando grandes bloques de lo que parece un torrente, bajando algún tramo en oposición hasta finalmente desembocar en una amplia sala con una estalagmita aplanada en el centro, que da a su vez paso a una sala de mayores proporciones y que es bordeada por un pequeño cauce. Aquí el barro toma unas cualidades de deslizamiento preocupantes, que casi nos impide mantenernos de pie. Vamos bordeando por la derecha una sala acañonada hasta desembocar en Arenas, con su impresionante sala y colector y su boca alentejada. Espectacular, con sus estalagmitas que me dan por un lado un aire a la sala de los elfos de la Higuera, y por otro a la de los fantasmas de Coventosa. Ya sin luz para realizar buenas fotos, hacemos lo que podemos y retorno a cambiarnos. Son las 7 de la tarde.Tanto a la ida como a la vuelta no hemos dado con los temidos perros de la casa que atravesamos, si bien es cierto que hay gente viviendo ya que había ropa tendida que a la vuelta no estaba. Nos cambiamos poniendo al sol los barros que servirán de peeling a nuestros monos y tomamos un refrigerio para salir hacia Madrid algunos y otros para continuar con su finde de cuevas. Estupendo día de barroterapia con buenos amigos.

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