martes, 23 de noviembre de 2021

Torca de los Morteros - Galería Alberto

 

Llevamos visitando esta Torca desde 2014,  ya que es uno de los sitios que habitualmente visitaba el Club Talpa, al que pertenecemos actualmente. En visitas anteriores y de la mano de Paco “Laser”, uno de sus exploradores en los tiempos del STD, hemos visitado el segundo piso, y en otras 3 ocasiones hemos visitado la zona de la encrucijada de cara a hacer la travesía de Inmunía. También dos intentos fallidos de llegar a la galería Alberto, bien por las condiciones físicas de alguno de los participantes del equipo, bien por no llevar suficiente material e ir un poco justos de personal. La torca requiere de conocimiento, planificación y gente para no pegarte una matada. 

A propuesta de More, en uno de los días que nos vimos en los locales del club, empezamos los preparativos. More que se la conoce mejor que nosotros, preparó las cuerdas en 4 sacas necesarias y formamos 2 grupos, el de instalación, que entraría el sábado 30 de octubre, formado por More, Pascual, Carlos, Cesar y Cache, y el de desinstalación formado por Mar, Ana, Manolo y yo, que entraríamos el domingo 31 de octubre de 2021, con el fin de no salir a las tantas como en otras ocasiones. Entre tanto, Casanova se apuntó, ya que se encontraba por la zona.

 Por otro lado, Ana nos comunicó que los del Niphargus habían visto que los primeros pozos hasta la Encrucijada se encuentraban instalados en fijo.

 En cualquier caso, y por previsión, el primer equipo sale con todo el material y con la intención de dejar algunos tramos instalados en fijo abandonando el material para futuras visitas del club.

 Nos alojamos todos en el hostal de la plaza en Espinosa de los Monteros, ya que el albergue de la zona estaba cerrado, y el primer equipo entra en la torca a las 10,30 am batiendo todos los record de madrugón hasta la fecha. No tendremos noticias suyas hasta las 21,30. Han empleado 7 horas en llegar, comer y ver la zona y 4 en salir con todo instalado. En efecto,  se confirma la instalación en fijo de los primeros pozos a los que se les han añadido una cuerda dinámica para el tramo de pasamanos de la entrada y otro quitamiedos en la zona del meandro. Ya no contactaremos con ellos dado que cuando llegan a Espinosa nosotros estamos ya en la cama y el resto del equipo duermen en Gándara. Si nos veremos en el desayuno donde nos cuentan como han dejado los pozos y que material hay que retirar y cual no.

 Se dejaron instalados en fijo el pozo de 8 anterior al P17 y que da acceso también al pozo Corroido, y el P5+R15 previo al Caracol y que da acceso a la cota más profunda del cuarto piso. Con posterioridad (la semana siguiente) los instaladores del grupo Niphargus, que visitaron la cavidad,  consideraron que las cuerdas no ofrecían garantías por su antigüedad y las retiraron.

 Por la mañana Casanova se lo ha pensado mejor y no vendrá, el resto quedamos en la zona de parking a eso de las 9,30 con el fin de ir en el horario del grupo anterior y entrar pronto a la Torca, cosa que nos conseguiremos, entrando finalmente una hora mas tarde. La verdad es que como cambian las cosas de estar planificadas y preparadas, empezamos a entrar a eso de las 11,30 y en 4 horas estamos en la galería Alberto. La descripción del camino esta por ahí en esta web hasta el pozo con rampa. Hay que considerar que hay una zona de posible pérdida, esta está en un paso expuesto ascendente con caída a la derecha a una profunda rampa de grandes dimensiones a la que nos asomamos pensando que era por allí, pero donde no vimos ninguna forma segura de bajarla. La continuación es por arriba como he dicho por un paso un poco expuesto y que luego vimos que tenía un spit para asegurarse. La continuación del mismo no ofrece pérdida ya que una vez bajamos ese pequeño pozo que empalma con una pronunciada rampa mojada y embarrada sobre colada, nos deja en una sala de reducidas dimensiones y que es el colector y zona más profunda de la cavidad por esta vía, no pudiendo progresarse nada mas que por la derecha mirando la cuerda por una rampa ascendente agachados, que da a unos grandes montones de arena perfectos que sortearemos por la derecha ascendiendo unos cuantos metros. Estos montones de arena nos dejan en un balcón que se precipita sobre el Caracol. Tomaremos por la derecha para descender esta pronunciada rampa y disfrutar de la belleza de la sala, donde curiosamente encontramos un murciélago e infinidad de insectos alados, llamándonos la atención debido a la cota (-218) a la que los encontramos.

 Una vez abajo, empezamos a ascender la gran galería Alberto de grandes volúmenes, donde empiezan a aparecer formaciones y una gran columna central, y progresamos hasta que los dos ramales finales implican cierto riesgo por sus pasos expuestos, dando por finalizada la progresión. Tomamos un pequeño refrigerio y hacemos las correspondientes fotos que atestiguan que esta vez, si, hemos llegado y volvemos tranquilamente, desinstalando, para lo que nos turnaremos todos, saliendo poco a poco y estando todos fuera a las 22,30. En esta ocasión hemos invertido los horarios del equipo de instalación, ya que nos ha llevado 7 horas salir. Estaba lloviznando y con fuerte viento, así que con mucho cuidado vamos regresando no sin algún pequeño traspiés. Llegamos al coche y nos cambiamos pero al final se nos hace un poco tarde. Ana y Manolo se van y nosotros volvemos para Espinosa, donde nos tomamos algo a eso de las 12 con Pascual, Cesar y Carlos. De milagro nos pudimos tomar una hamburguesa, y nos metíamos en la cama a eso de la 1. El resultado ha sido que hemos completado una pequeña misión imposible para nosotros con gran satisfacción. La Torca nunca defrauda, al menos para mí. Gran jornada espeleológica aunque no la hayamos podido compartir todos juntos.

jueves, 28 de octubre de 2021

Red del Gándara hasta la segunda Cascada y Sala de los Cristales

En esta ocasión, teníamos intención de llevar a Gonzalo y Rosa, espeleos que nos han enseñado las cavidades de Galicia este pasado agosto, a una de las redes más importantes de Cantabria, la red del Gándara, que hemos visitado en numerosas ocasiones ya que se muestra como una de las más accesibles e idóneas para cuando el tiempo no acompaña por venir con agua. Sus galerías principales son tan grandes que ni su potente sistema hídrico es capaz de llenarlas, al menos en todas las visitas que hemos realizado hasta la fecha. Al final no fue posible que viniesen y el grupo quedo algo mermado. También nos iba a acompañar nuestro compañero More desde Madrid, que finalmente tampoco pudo, por motivos de salud de la familia. 

Total, para la ocasión nos juntamos María, Julio y Nano, desde Cantabria, y Mar y yo desde Madrid. Teníamos la intención de llegar a la sala de los Cristales, más allá de la segunda Cascada y la sala del Gran Pozo. Por esta vez y sin que sirva de precedente, quedamos a las 9 en el bar restaurante Coventosa,  donde nos alojamos Mar y yo. A la llegada el viernes por la noche reconocí a algunos espeleos que debían de estar en las Casucas del Asón de Margari. 

Empezamos la mañana del sábado 2 de octubre tomando café y una barrita con tomate (vamos mejorando en los desayunos) y una vez que llegan nuestros compañeros cántabros, sin enrollarnos mucho, después de los saludos de rigor (como aquel que dice nos acabábamos de ver en la tradicional marcha por Picos de Europa, que este año fue en la zona de Vega de Arios),  nos vamos para los altos del Asón y en poco nos encontramos ya en el parking cambiándonos. Entramos por la boca artificial (Datum E50 30T 0452465 4782348 alt: 707) a eso de las 11,15 de la mañana, todo un récord para nosotros. Vamos progresando tranquilamente, pasamanos del pozo del Oso, Delator, pozo de las Hadas, sala del Ángel, y sin parar mucho, seguimos por la gatera a la grande galerie de Cruzille, avanzando penosamente hasta que se va reduciendo en dimensiones y damos con el paso entre bloque arriba a la derecha del derrumbe, marcado con un catadióptrico. Destrepamos esta caótica zona y progresamos por un cauce seco hasta el vivac 1 de los franceses, ya limpio de todo el mar de plásticos y suciedad que había ido acumulando con el tiempo. Aquí hacemos un pequeño descanso y comemos algo para recuperar fuerzas y sin mucha pérdida de tiempo continuamos por la galería hasta encontrar al fondo a la izquierda  una cuerda ascendente que nos permite superar el E5 (o P5 dependiendo de donde vengas) y que nos coloca en uno de los meandros más bonitos que he visto, con suelo de arena y concrecionado con virutas de yeso por doquier. El avance por el es de lo más cómodo y vamos viendo los algodones y pelos de yeso que interaccionan con el viento. Nos cuenta Julio que de ahí vino el nombre de la galería de los Anestesistas, que estaba cubierta de este “algodón” que según las corrientes cambiaba su ubicación. Seguimos más o menos cómodamente y pasamos por el cruce donde se incorporan los que vienen de la travesía de Calígrafos, hasta llegar a una bifurcación, que tomamos a la izquierda y un poco más adelante, el caminos se separa nuevamente, si continuas por la izquierda vas a salir al gran pozo y puedes acceder a una cuerda que esta recogida un poco más arriba. Si sigues hacia la derecha, asciendes hasta encontrar una cuerda quitamiedos que ayuda en un paso delicado sobre un meandro desfondado y profundo y que te deja en el pozo de la cascada que es espectacular. Yo calculo que pasa de los 100 metros y la cascada es impresionante a pesar de no llevar mucho agua, lo que nos permite admirar el lugar sin la nube que se suele formar por el agua en suspensión. Bordeamos el pozo por la derecha sobre un suelo muy concrecionado y atentos al paso, ya que aquí no hay cuerda, y comenzamos a ascender por una rampa concrecionada formada por la caída de varios aportes. Descendemos a la zona con más formaciones que hemos vista hasta ahora y de un carbonato cálcico inmaculado. Progresamos en línea recta vamos a parar a una sala muy concrecionada de cristales de calcita, que no es la sala que aparece en muchas fotos, ya que esta esta vacía de agua y los cristales son más obscuros, debido al barro de los aportes, pero que no le restan belleza, ya que paseamos por un gran tour con cristales hasta metro y medio y varios conductos cristalizados. Hay un ramal por donde evacua el gour y que va descendiendo, que decidimos no revisar ya que parece que en algún punto habría que apoyarse con cuerda a la vuelta. Damos por buena la visita y comenzamos el regreso. Hablando con un Juanito posteriormente, me cuenta que la sala esta pasado ese pequeño gour atravesando por las formaciones, total que nos quedamos a escasos metros. Siempre es una buena disculpa para volver en otra ocasión. Como vamos bien de tiempo, paramos a tomar otro bocata en la galerie Cruzille y decidimos descansar un poco, ya que algun@s no había dormido mucho la noche anterior, por lo que nos pertrechamos de mantas y algunos dieron una cabezada de una hora, como confirmaron sus sonoros ronquidos.

Con las pilas recargadas atacamos la rampa de ascenso de la sala del Angel y el pozo de las Hadas y sin darnos cuenta ya estábamos fuera, sobre las 24,15. Bajamos hacia los coches con un fuerte viento sur cálido y algo de agua y cuando terminamos de cambiarnos, el aguacero arreció, al igual que el viento. Bajamos a ver si estaba algo abierto llegando a donde Margari a eso de la 1 am. Como todo estaba ya en silencio, nos despedimos como pudimos por el agua y cada mochuelo a su olivo. Esa noche el viento hizo de las suyas, pero nosotros con la paliza ni nos enteramos. 

Gran jornada cuevera con nuestros inseparables amigos, que nos resarció, al igual que la campaña de Picos, de tantos meses de no vernos y compartir nuestras batallas. Salud y Cuevas.

lunes, 28 de junio de 2021

Sima de La Cierva

 Este pasado miércoles 23 de junio 2021, Mar nos había propuesto, como salida entre semana.  acercarrnos a la Sima del Campo o Pozuelo,  y dado que la sima lleva mucho tiempo de instalación, habíamos previsto hacer noche en el pueblo del Pozuelo, que tiene un Albergue municipal. Con una previsión metereológica un tanto incierta ya que llevamos todo el mes con tormentas, nos desplazamos hasta el pueblo desde Madrid, Mar, Félix y yo. Se nos unirían por la noche Pascual, que venía de la zona de Villaescusa de hacer ferratas y al día siguiente Sonia, desde Madrid. Llegamos por la tarde al pueblo y no vimos un alma. Nos abrió un paisano el bar. y nos dio las llaves del Albergue, quedando para cenar en el mismo bar por la noche. Subimos a dejar los trastos y nos sorprendió gratamente el sitio, ya que está nuevo y a nuestra entera disposición. Tiene chimenea con cassette, tv, y dos baños completos con ducha. Dos habitaciones grandes con literas y todo a nuestra disposición. Bajamos a tomar algo mientras llegaba el compañero Pascual, que dormiría en su furgoneta. Cenamos relativamente bien por 14 euros y pagamos el Albergue (10 euros) ya que nos dijo que abrían tarde el para desayunar y nosotros queríamos empezar pronto. Nos subimos a dormir y cual no sería nuestra sorpresa al comprobar que no había agua. La tv tampoco funcionaba, y no indagamos mucho más porque daba un poco de miedo. Es una pena que un sitio nuevo esté tan mal mantenido. Hablamos con el paisano que nos dijo que no había agua tampoco en el bar, cosa que nos mosqueo ya que acabábamos de cenar y si había agua. No insistimos y nos fuimos a dormir. A la mañana salimos a eso de las 9 que llego Sonia y decidimos visto el cielo, cambiar la actividad ya que no garantizaba buen tiempo aunque si lo hacía la previsión. Nos fuimos hacia Villanueva de Alcorón y desde allí hacia la sima de la Cierva, que esta saliendo de la gasolinera abandonada de Villanueva de Alcorón, a eso de 1,8 km, sale el camino a la derecha que tras cruzar un arroyo seco por un puente de piedra, nos coloca en una pista empinada por la que seguiremos 3,1 kms. aproximadamente, para desviarnos a la izquierda en un cruce con un hito monolítico. Tomaremos la pista poco marcada que en principio discurre sus primeros metros paralela a la pista principal, para luego girar completamente hasta tomar dirección norte y en poco más de 500 metros nos sitúa en la misma boca de la sima (ED50 30T 0567284 4503485). La anterior ocasión que andamos por la zona fue en julio de 2014 y no me acordaba yo mucho de las penurias que pasamos. Empezamos a eso de las 11,30 de la mañana. El equipo de expeleos que vamos a bajar somos Mar, Sonia, que serán las encargadas de instalar la cavidad, Félix, Pascual y yo. Pascual va a probarse ya que esta con un problema físico que le impide desarrollar la actividad con normalidad. Optamos como en la anterior ocasión por no anclar a la sabina y empezar desde la roca que esta casi a nivel de suelo y que tiene dos spit para asegurar el acceso hasta la cabecera, más por si en algún caso el camino esta mojado y puede resbalarse uno, ya que hasta la misma cabecera de la sima se puede transitar sin demasiado peligro. Se instala la cabecera cómodamente en dos parabolt fijos (decir que toda la sima esta equipada con parabolt, pero hay que llevar al menos 6 u 8 chapas ya que algunos parabolt no tienen chapa y tuerca), de ahí, a unos 2 metros y en volado encontramos el primer fraccionamiento/cabecera, ya que cuenta con otros dos parabolts con chapa. De ahí a unos 15 metros encontramos un fraccionamiento también en fijo y a otros 15 el último también en fijo. En este pozo se quedarán tanto Félix como Pascual, para volver arriba una vez bajado. Este primer p40 nos deja en una base amplia donde la sima continúa por una inclinada y estrecha diaclasa descendente que se desfonda unos pocos metros, dejando a su derecha los dos pozos que no se bajan, el p17 que ni se ve, al quedar por encima de la bajante, y el p31 que se pasa por un pasamanos que encontramos ya instalado con cuerda fija. La diaclasa sigue bajando y se estrecha aun más, para desfondarse en el p30 por un paso muy estrecho. En esta ocasión ponemos una cabecera con 2 chapas previo al pozo, donde se puede apreciar el bloque con el parabolt que se utilizó para anclarlo y retirarlo por el peligro de caída. La cabecera se encuentra un poco más abajo. Desde la cabecera y a poco más de un metro hay otro fraccionamiento también en parabolt. Esa es la zona más complicada de la sima por su estrechez. Desde aquí se bajan unos 6 metros hasta la siguiente estrechez, que es algo más cómoda y luego de un tirón de 25m encontramos el último fraccionamiento. Todo el pozo cuenta con chapas fijas de color violeta. Este nos deja en una pequeña base que se sume en una gatera que ha sido ampliada a base de explosivos, haciéndola más cómoda y que tras atravesar un meandro que a mi más me parece gatera, se llega a una minisala que se sume a la izquierda hacia el p17 donde montaremos cuerda en el pasamanos que da paso a la cabecera situada a la derecha. En este punto se usó un dinema y un cintajo en el spit en pared izquierda para desviar la cuerda ya que la cabecera roza. Desde aquí nos vamos directos a la repisa , donde hay una parabolt con chapa fija en el suelo que servirá para fraccionar y desde donde se divisa unos metros más abajo el pasamanos y la cabecera del p52 oeste. El pasamanos es cómodo, ya que tiene un resalte que te permite acercarte a la cabecera sin tener que pasar los tramos con peldaño. Desde esta bajaremos hasta una especie de repisa estrecha y picuda donde un poco más abajo fraccionaremos con  un spit y chapa nuestros, que nos permite quitar roce. Un poco más abajo encontraremos otro fraccionamiento de spit y chapa que hay que poner, un poco a la izquierda, otro fraccionamiento con spit en pared y desde ahí bajaremos a una pequeña repisa a unos 5 metros del fondo del pozo, donde a nuestra izquierda y un poco oculto encontraremos un parabolt con chapa fijos que nos permite bajar estos últimos metros y evitando el roce de la bajante principal. En esta ocasión la historia nos ha llevado bastante tiempo ya que hemos empleado 5 horas en vez de las 3,5 de la última vez. Al final del pozo estamos Mar, Sonia y yo. Emprendemos el regreso, que en esta ocasión nos lleva 3 horas, y que se hace especialmente penoso en el meandro y la subida del p30 de la diaclasa. Después de jurar en arameo por mi parte que no volveré jamás por aquí otra vez, salimos con un sol radiante a eso de las 7,30 pm. Nos cambiamos, tomamos un minirefrigerio y salimos para Villanueva de Alcorón a tomar un cafelito antes de volver para Madrid. Comentamos la juzgada y hacemos nuevos planes para este verano, ya libres de la opresión que hemos tenido este pasado año del Covid-19 esperando recuperar el tiempo perdido. Como siempre un placer,  y en este caso doble, ya que han sido las chicas las que se han ocupado de la instalación. Hemos compartido una jornada de las que hacía tiempo no podíamos disfrutar.

sábado, 26 de junio de 2021

Travesía Cueva del Narizón Torca de las Palomas

Este pasado fin de semana del 4 al 6 de junio, y emulando nuestra anterior visita de 2013, hemos vuelto a la zona de Castro-Urdiales, para realizar la travesía del Narizón-Torca Palomas. Como ya somos muy modernos, paso el enlace de wikiloc de los accesos a las bocas (https://es.wikiloc.com/rutas-espeleologia/narizon-palomas-travesia-cueva-del-narizon-torca-palomas-14584709). En cualquier caso, para los que aun no tenéis esta aplicación, Cueva del Narizón (Datum WGS 84 - 30 T 480799 4799119), Torca de las Palomeas (30 T 480816 4799222). El equipo, en esta ocasión lo formamos desde Cantabria, María, Lucy, Nano y Julio y desde Madrid, Mar, More y yo. Nosotros (Mar y yo) nos alojamos en la Pensión la Sota en pleno puerto de Castro, sitio barato y limpio, pero con aparcamiento muy complicado, ya que esta en el mismo centro histórico. Hay un aparcamiento de pago que nos salió a eso de 15 euros la noche. A diferencia de la anterior vez, que nos alojamos en Sámano, hemos podido disfrutar de esta pequeña ciudad, extensión de Bilbao según nos cuentan y en lo referido a los bares tal cual. Mar y yo disfrutamos de una magnífica cena (sobre todo porque invitó Mar) y sin más nos fuimos a la cama. Como aún no era del todo fin de semana los ruidos no fueron muy fuertes.

El sábado amanecía prometedor y despejado, desmintiendo los pronósticos de catastrofistas de 22 lm2 previstos. Al revisar el material en el coche me doy cuenta de que me he dejado las botas en Madrid, por lo que tuvimos que buscar una ferretería y comprar unas. Estos imprevistos me encantan, ya que luego se convierten en bonitos recuerdos. Quedamos con los cántabros en la gasolinera de Sámano y desde ahí nos fuimos hacia el Polígono Industrial del Vallegón, donde dejamos los coches.  Primero nos dirigimos a Torca de las Palomas que esta a escaso 50 metros de la carretera, donde Nano y Lucy instalaron el pozo de salida. (P30). Iniciamos la ascensión a la peña que se encuentra enfrente hasta llegar a la roca que da nombre a cueva, el Narizón, que parece una pequeña estatua de Pascua y que se encuentra a media altura aprox.  La entrada es de reducidas dimensiones y lo hace en una rampa (R10) en la que hay que utilizar una cuerda ya instalada al efecto. Una vez descendidos los primeros metros por la colada, la galería ya nos muestra formaciones fósiles en perfecto estado de conservación. Lucy nos hará en esta ocasión de guía con la topo y descripción del Viana. Avanzamos penosamente entre formaciones hasta el fondo de la galería donde un paso estrecho a la izquierda nos lleva a la Sala de los Arañazos. Unos metros más adelante encontramos una cuerda por la derecha que hace las funciones de quitamiedos de un desfonde. Tras un marcado giro a la izquierda nos encontramos en una zona algo caótica en la que se encuentra la gran fisura descendente que nos comunicará con la Galería de la Esperanza. Aquí es uno de los puntos donde se puede complicar algo la travesía ya que hay varias gatera. Decir que la más evidente y que parece más bien un pequeño y estrecho pozo destrepable NO es la correcta, ya que hay que tomar la de la derecha. Ira zigzagueando en espiral y encontraremos (al menos cuando nosotros fuimos) marcas de flecha casi rupestres sobre las rocas. No encontramos hitos o catadióptricos. Me da que han sido retirados para que no se masifique tanto la travesía. Siguiendo estas toscas flechas y descendiendo, llegamos a una cuerda que nos indica el inicio del pozo de la Esperanza P35, instalado en fijo, y que se baja sin complicaciones estando fraccionado con 4 repisas cómodas. El último fraccionamiento nos deja en el suelo de la galería del Cementerio Macarrónico, donde si miramos hacia arriba podremos contemplar la magnifica fisura. Han retirado la tienda de campaña que había allí,  así que a mi me pareció más pequeña la sala. Desde este punto tomamos dirección Este (izq.)  para visitar las joyas del Narizón. La galería ira reduciendo sus dimensiones en altura y anchura hasta un pronunciado giro a la derecha y nos arrastraremos por el lado izquierdo entre formaciones ganando nuevamente altura. Esta es la parte que a mi personalmente me gusta más,  ya que aquí se encuentran, si no las más puras de la excéntricas, si los racimos más bellos bajo  mi punto de vista. Son auténticos candelabros de cristal. Desde aquí hay dos continuaciones, o bien por un paso entre formaciones a la izquierda para seguir por un conducto más amplio, o bien el laminador de la derecha. Tomaremos este último para a los pocos metros (8 o 10) encontrar un paso estrecho a la derecha que nos lleva a la sala de la joyería, donde se amplían las dimensiones de una pequeña sala en ascenso, y donde en sus paredes podemos apreciar las formaciones más puras y cristalinas de la cueva, aunque más pequeñas. Una vez visitada y de vuelta a la zona del antiguo campamento, donde estaba la tienda y donde termina el pozo de la esperanza, continuamos, esta vez en dirección Oeste, hacia la continuación de la travesía. Aquí aunque hay continuación por la izquierda, tomaremos la parte central por un laminador donde se ven los restos de los macarrones rotos  y el suelo calcificado. Avanzaremos penosamente hasta un giro a la izquierda y continuaremos más penosamente aún hasta un punto donde el conducto parece cerrarse y donde se encuentra a medio metro a la izquierda el paso estrecho (paso del Macho Cabrio y punto a tener en cuenta para pérdidas) que nos irá descendiendo serpenteante hacia izquierdas hasta llegar a la cabecera del pozo de la Unión. Resaltar que en la descripción habla de una marca y un hito que los han quitado. Nosotros dejamos un catadióptrico. El precioso P6 que se abre después de tanta estrechez y que se encuentra en fijo, comienza su instalación sobre una recia estalagmita y con una cabecera en Y que nos hará pasar un desviador a -2m. La base del Pozo de la Unión intercepta una galería que se colmata en ambas direcciones a los pocos metros. La continuidad habremos de buscarla justo donde cae la cuerda –hacia abajo-, por otro paso estrecho y gateroso, desobstruido durante las exploraciones, y que cada uno lo pasó de una forma, ya que es laminado. A los pocos metros gira a la derecha y nos termina sacando a una salita, donde tomaremos a la izquierda la Galería del Oso Sudoroso. Tras esta galería encontraremos un paso algo expuesto, para sortear un desfonde a nuestra izquierda, que yo juraría que tiene cuerda fija pero no confirmo. Seguidamente y después de bajar una rampa de barro compactado accedemos a la Sala de la Encrucijada. A partir de aquí las galerías aumentan su tamaño y belleza, que aún no siendo las formaciones cristalinas del Narizón, son de gran belleza. Salimos de la sala por la izquierda y a los pocos metros hace su aparición el río, que seguiremos hasta la base de la torca. Durante este último trayecto nos toparemos con dos sifones, que aunque en alguna ocasión podamos encontrar abiertos tienen un paso previo que los cortocircuita por la izquierda marcados con hitos o reflectantes. En el último unos pasamos por el río y otros por el paso.
Tras abandonar el río, a la izquierda de la pérdida, se abre Torca Palomas, donde iniciaremos el ascenso poco a poco. En esta ocasión nos pareció mucho más seca y menos lodosa que en la anterior visita. Desinstalamos la torca y salimos para cambiarnos e irnos a cenar todos juntos a Liendo (creo) donde algunos dieron cuenta de un buen rodaballo y otros nos atufamos con rabo de toro, para compensar la pérdida de músculo de tanta gatera, que al final es la constante de la travesía. Como dice el refrán, quien algo quiere, algo le cuesta. Nos despedimos, hasta una nueva aventura, y nosotros quedamos con María para el día siguiente, domingo, en Ramales, para hacer las ferratas de la zona. Pero eso, es otra historia.