Este pasado miércoles 23 de junio 2021, Mar
nos había propuesto, como salida entre semana. acercarrnos a la Sima del Campo o
Pozuelo, y dado que la sima lleva mucho
tiempo de instalación, habíamos previsto hacer noche en el pueblo del Pozuelo,
que tiene un Albergue municipal. Con una previsión metereológica un tanto
incierta ya que llevamos todo el mes con tormentas, nos desplazamos hasta el
pueblo desde Madrid, Mar, Félix y yo. Se nos unirían por la noche Pascual, que
venía de la zona de Villaescusa de hacer ferratas y al día siguiente Sonia,
desde Madrid. Llegamos por la tarde al pueblo y no vimos un alma. Nos abrió un
paisano el bar. y nos dio las llaves del Albergue, quedando para cenar en el
mismo bar por la noche. Subimos a dejar los trastos y nos sorprendió gratamente
el sitio, ya que está nuevo y a nuestra entera disposición. Tiene chimenea con
cassette, tv, y dos baños completos con ducha. Dos habitaciones grandes con
literas y todo a nuestra disposición. Bajamos a tomar algo mientras llegaba el
compañero Pascual, que dormiría en su furgoneta. Cenamos relativamente bien por
14 euros y pagamos el Albergue (10 euros) ya que nos dijo que abrían tarde el para
desayunar y nosotros queríamos empezar pronto. Nos subimos a dormir y cual no
sería nuestra sorpresa al comprobar que no había agua. La tv tampoco
funcionaba, y no indagamos mucho más porque daba un poco de miedo. Es una pena
que un sitio nuevo esté tan mal mantenido. Hablamos con el paisano que nos dijo
que no había agua tampoco en el bar, cosa que nos mosqueo ya que acabábamos de
cenar y si había agua. No insistimos y nos fuimos a dormir. A la mañana salimos
a eso de las 9 que llego Sonia y decidimos visto el cielo, cambiar la actividad
ya que no garantizaba buen tiempo aunque si lo hacía la previsión. Nos fuimos
hacia Villanueva de Alcorón y desde allí hacia la sima de la Cierva, que esta saliendo
de la gasolinera abandonada de Villanueva de Alcorón, a eso de 1,8 km, sale el camino a la
derecha que tras cruzar un arroyo seco por un puente de piedra, nos coloca en
una pista empinada por la que seguiremos 3,1 kms. aproximadamente, para
desviarnos a la izquierda en un cruce con un hito monolítico. Tomaremos la
pista poco marcada que en principio discurre sus primeros metros paralela a la
pista principal, para luego girar completamente hasta tomar dirección norte y
en poco más de 500 metros
nos sitúa en la misma boca de la sima (ED50 30T 0567284 4503485). La anterior
ocasión que andamos por la zona fue en julio de 2014 y no me acordaba yo mucho
de las penurias que pasamos. Empezamos a eso de las 11,30 de la mañana. El
equipo de expeleos que vamos a bajar somos Mar, Sonia, que serán las encargadas
de instalar la cavidad, Félix, Pascual y yo. Pascual va a probarse ya que esta
con un problema físico que le impide desarrollar la actividad con normalidad.
Optamos como en la anterior ocasión por no anclar a la sabina y empezar desde
la roca que esta casi a nivel de suelo y que tiene dos spit para asegurar el
acceso hasta la cabecera, más por si en algún caso el camino esta mojado y puede
resbalarse uno, ya que hasta la misma cabecera de la sima se puede transitar sin
demasiado peligro. Se instala la cabecera cómodamente en dos parabolt fijos (decir
que toda la sima esta equipada con parabolt, pero hay que llevar al menos 6 u 8
chapas ya que algunos parabolt no tienen chapa y tuerca), de ahí, a unos 2 metros y en volado
encontramos el primer fraccionamiento/cabecera, ya que cuenta con otros dos
parabolts con chapa. De ahí a unos 15 metros encontramos un fraccionamiento también
en fijo y a otros 15 el último también en fijo. En este pozo se quedarán tanto Félix
como Pascual, para volver arriba una vez bajado. Este primer p40 nos deja en
una base amplia donde la sima continúa por una inclinada y estrecha diaclasa
descendente que se desfonda unos pocos metros, dejando a su derecha los dos
pozos que no se bajan, el p17 que ni se ve, al quedar por encima de la bajante,
y el p31 que se pasa por un pasamanos que encontramos ya instalado con cuerda
fija. La diaclasa sigue bajando y se estrecha aun más, para desfondarse en el
p30 por un paso muy estrecho. En esta ocasión ponemos una cabecera con 2 chapas
previo al pozo, donde se puede apreciar el bloque con el parabolt que se
utilizó para anclarlo y retirarlo por el peligro de caída. La cabecera se encuentra
un poco más abajo. Desde la cabecera y a poco más de un metro hay otro
fraccionamiento también en parabolt. Esa es la zona más complicada de la sima
por su estrechez. Desde aquí se bajan unos 6 metros hasta la
siguiente estrechez, que es algo más cómoda y luego de un tirón de 25m encontramos
el último fraccionamiento. Todo el pozo cuenta con chapas fijas de color
violeta. Este nos deja en una pequeña base que se sume en una gatera que ha
sido ampliada a base de explosivos, haciéndola más cómoda y que tras atravesar
un meandro que a mi más me parece gatera, se llega a una minisala que se sume a
la izquierda hacia el p17 donde montaremos cuerda en el pasamanos que da paso a
la cabecera situada a la derecha. En este punto se usó un dinema y un cintajo en
el spit en pared izquierda para desviar la cuerda ya que la cabecera roza. Desde
aquí nos vamos directos a la repisa , donde hay una parabolt con chapa fija en
el suelo que servirá para fraccionar y desde donde se divisa unos metros más
abajo el pasamanos y la cabecera del p52 oeste. El pasamanos es cómodo, ya que
tiene un resalte que te permite acercarte a la cabecera sin tener que pasar los
tramos con peldaño. Desde esta bajaremos hasta una especie de repisa estrecha y
picuda donde un poco más abajo fraccionaremos con un spit y chapa nuestros, que nos permite
quitar roce. Un poco más abajo encontraremos otro fraccionamiento de spit y
chapa que hay que poner, un poco a la izquierda, otro fraccionamiento con spit en pared y desde ahí bajaremos a una
pequeña repisa a unos 5
metros del fondo del pozo, donde a nuestra izquierda y
un poco oculto encontraremos un parabolt con chapa fijos que nos permite bajar
estos últimos metros y evitando el roce de la bajante principal. En esta
ocasión la historia nos ha llevado bastante tiempo ya que hemos empleado 5
horas en vez de las 3,5 de la última vez. Al final del pozo estamos Mar, Sonia
y yo. Emprendemos el regreso, que en esta ocasión nos lleva 3 horas, y que se
hace especialmente penoso en el meandro y la subida del p30 de la diaclasa.
Después de jurar en arameo por mi parte que no volveré jamás por aquí otra vez,
salimos con un sol radiante a eso de las 7,30 pm. Nos cambiamos, tomamos un
minirefrigerio y salimos para Villanueva de Alcorón a tomar un cafelito antes
de volver para Madrid. Comentamos la juzgada y hacemos nuevos planes para este
verano, ya libres de la opresión que hemos tenido este pasado año del Covid-19
esperando recuperar el tiempo perdido. Como siempre un placer, y en este caso doble, ya que han sido las
chicas las que se han ocupado de la instalación. Hemos compartido una jornada
de las que hacía tiempo no podíamos disfrutar.
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