sábado, 26 de junio de 2021

Travesía Cueva del Narizón Torca de las Palomas

Este pasado fin de semana del 4 al 6 de junio, y emulando nuestra anterior visita de 2013, hemos vuelto a la zona de Castro-Urdiales, para realizar la travesía del Narizón-Torca Palomas. Como ya somos muy modernos, paso el enlace de wikiloc de los accesos a las bocas (https://es.wikiloc.com/rutas-espeleologia/narizon-palomas-travesia-cueva-del-narizon-torca-palomas-14584709). En cualquier caso, para los que aun no tenéis esta aplicación, Cueva del Narizón (Datum WGS 84 - 30 T 480799 4799119), Torca de las Palomeas (30 T 480816 4799222). El equipo, en esta ocasión lo formamos desde Cantabria, María, Lucy, Nano y Julio y desde Madrid, Mar, More y yo. Nosotros (Mar y yo) nos alojamos en la Pensión la Sota en pleno puerto de Castro, sitio barato y limpio, pero con aparcamiento muy complicado, ya que esta en el mismo centro histórico. Hay un aparcamiento de pago que nos salió a eso de 15 euros la noche. A diferencia de la anterior vez, que nos alojamos en Sámano, hemos podido disfrutar de esta pequeña ciudad, extensión de Bilbao según nos cuentan y en lo referido a los bares tal cual. Mar y yo disfrutamos de una magnífica cena (sobre todo porque invitó Mar) y sin más nos fuimos a la cama. Como aún no era del todo fin de semana los ruidos no fueron muy fuertes.

El sábado amanecía prometedor y despejado, desmintiendo los pronósticos de catastrofistas de 22 lm2 previstos. Al revisar el material en el coche me doy cuenta de que me he dejado las botas en Madrid, por lo que tuvimos que buscar una ferretería y comprar unas. Estos imprevistos me encantan, ya que luego se convierten en bonitos recuerdos. Quedamos con los cántabros en la gasolinera de Sámano y desde ahí nos fuimos hacia el Polígono Industrial del Vallegón, donde dejamos los coches.  Primero nos dirigimos a Torca de las Palomas que esta a escaso 50 metros de la carretera, donde Nano y Lucy instalaron el pozo de salida. (P30). Iniciamos la ascensión a la peña que se encuentra enfrente hasta llegar a la roca que da nombre a cueva, el Narizón, que parece una pequeña estatua de Pascua y que se encuentra a media altura aprox.  La entrada es de reducidas dimensiones y lo hace en una rampa (R10) en la que hay que utilizar una cuerda ya instalada al efecto. Una vez descendidos los primeros metros por la colada, la galería ya nos muestra formaciones fósiles en perfecto estado de conservación. Lucy nos hará en esta ocasión de guía con la topo y descripción del Viana. Avanzamos penosamente entre formaciones hasta el fondo de la galería donde un paso estrecho a la izquierda nos lleva a la Sala de los Arañazos. Unos metros más adelante encontramos una cuerda por la derecha que hace las funciones de quitamiedos de un desfonde. Tras un marcado giro a la izquierda nos encontramos en una zona algo caótica en la que se encuentra la gran fisura descendente que nos comunicará con la Galería de la Esperanza. Aquí es uno de los puntos donde se puede complicar algo la travesía ya que hay varias gatera. Decir que la más evidente y que parece más bien un pequeño y estrecho pozo destrepable NO es la correcta, ya que hay que tomar la de la derecha. Ira zigzagueando en espiral y encontraremos (al menos cuando nosotros fuimos) marcas de flecha casi rupestres sobre las rocas. No encontramos hitos o catadióptricos. Me da que han sido retirados para que no se masifique tanto la travesía. Siguiendo estas toscas flechas y descendiendo, llegamos a una cuerda que nos indica el inicio del pozo de la Esperanza P35, instalado en fijo, y que se baja sin complicaciones estando fraccionado con 4 repisas cómodas. El último fraccionamiento nos deja en el suelo de la galería del Cementerio Macarrónico, donde si miramos hacia arriba podremos contemplar la magnifica fisura. Han retirado la tienda de campaña que había allí,  así que a mi me pareció más pequeña la sala. Desde este punto tomamos dirección Este (izq.)  para visitar las joyas del Narizón. La galería ira reduciendo sus dimensiones en altura y anchura hasta un pronunciado giro a la derecha y nos arrastraremos por el lado izquierdo entre formaciones ganando nuevamente altura. Esta es la parte que a mi personalmente me gusta más,  ya que aquí se encuentran, si no las más puras de la excéntricas, si los racimos más bellos bajo  mi punto de vista. Son auténticos candelabros de cristal. Desde aquí hay dos continuaciones, o bien por un paso entre formaciones a la izquierda para seguir por un conducto más amplio, o bien el laminador de la derecha. Tomaremos este último para a los pocos metros (8 o 10) encontrar un paso estrecho a la derecha que nos lleva a la sala de la joyería, donde se amplían las dimensiones de una pequeña sala en ascenso, y donde en sus paredes podemos apreciar las formaciones más puras y cristalinas de la cueva, aunque más pequeñas. Una vez visitada y de vuelta a la zona del antiguo campamento, donde estaba la tienda y donde termina el pozo de la esperanza, continuamos, esta vez en dirección Oeste, hacia la continuación de la travesía. Aquí aunque hay continuación por la izquierda, tomaremos la parte central por un laminador donde se ven los restos de los macarrones rotos  y el suelo calcificado. Avanzaremos penosamente hasta un giro a la izquierda y continuaremos más penosamente aún hasta un punto donde el conducto parece cerrarse y donde se encuentra a medio metro a la izquierda el paso estrecho (paso del Macho Cabrio y punto a tener en cuenta para pérdidas) que nos irá descendiendo serpenteante hacia izquierdas hasta llegar a la cabecera del pozo de la Unión. Resaltar que en la descripción habla de una marca y un hito que los han quitado. Nosotros dejamos un catadióptrico. El precioso P6 que se abre después de tanta estrechez y que se encuentra en fijo, comienza su instalación sobre una recia estalagmita y con una cabecera en Y que nos hará pasar un desviador a -2m. La base del Pozo de la Unión intercepta una galería que se colmata en ambas direcciones a los pocos metros. La continuidad habremos de buscarla justo donde cae la cuerda –hacia abajo-, por otro paso estrecho y gateroso, desobstruido durante las exploraciones, y que cada uno lo pasó de una forma, ya que es laminado. A los pocos metros gira a la derecha y nos termina sacando a una salita, donde tomaremos a la izquierda la Galería del Oso Sudoroso. Tras esta galería encontraremos un paso algo expuesto, para sortear un desfonde a nuestra izquierda, que yo juraría que tiene cuerda fija pero no confirmo. Seguidamente y después de bajar una rampa de barro compactado accedemos a la Sala de la Encrucijada. A partir de aquí las galerías aumentan su tamaño y belleza, que aún no siendo las formaciones cristalinas del Narizón, son de gran belleza. Salimos de la sala por la izquierda y a los pocos metros hace su aparición el río, que seguiremos hasta la base de la torca. Durante este último trayecto nos toparemos con dos sifones, que aunque en alguna ocasión podamos encontrar abiertos tienen un paso previo que los cortocircuita por la izquierda marcados con hitos o reflectantes. En el último unos pasamos por el río y otros por el paso.
Tras abandonar el río, a la izquierda de la pérdida, se abre Torca Palomas, donde iniciaremos el ascenso poco a poco. En esta ocasión nos pareció mucho más seca y menos lodosa que en la anterior visita. Desinstalamos la torca y salimos para cambiarnos e irnos a cenar todos juntos a Liendo (creo) donde algunos dieron cuenta de un buen rodaballo y otros nos atufamos con rabo de toro, para compensar la pérdida de músculo de tanta gatera, que al final es la constante de la travesía. Como dice el refrán, quien algo quiere, algo le cuesta. Nos despedimos, hasta una nueva aventura, y nosotros quedamos con María para el día siguiente, domingo, en Ramales, para hacer las ferratas de la zona. Pero eso, es otra historia.


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