domingo, 10 de marzo de 2013

La Torquilla de Urrez (v3)

Por tercera vez, y no creo que sea la última, este pasado sábado 9 de marzo de 2013, el grupo de cueveros, que cada vez tiene más miembros, nos dirigimos hacia la sima de la Torquilla de Urrez, en las proximidades de Villasur de Herreros, Burgos, con el fin de terminar el recorrido principal de esta cavidad al intentarlo en varias ocasiones y por unas cosas u otras no haberlo conseguido con anterioridad. No describiré el acceso, ya que en este mismo blog podéis encontrar las coordenadas UTM en anteriores post. En esta ocasión, el grupo lo formábamos, desde Madrid, Ana, Félix, Lucas y un nuevo compañero, José Luis y desde San Agustín, Mar, Manu y yo. Paramos en el bar de costumbre, la cantina de Urrez, donde tomamos un pincho de fabulosa tortilla recién hecha. Unos de chorizo, otros de jamon y queso. Entrabamos a eso de la 12 p.m. En esta ocasión la instalación del pozo de cabecera la realiza Manu, fraccionando a los pocos metros, desde donde se toma la vertical de la campana del p19. Una vez el equipo abajo, decidimos no visitar la sala de la música para poder terminar la cavidad, con la idea de verla a la vuelta, ya que parte del equipo no la había visto. Nos hicimos un pequeño lío en las gateras que conducen a la conexción con la sala del murciélago, ya que continuamos por el camino evidente hasta llegar a una gatera con un par de columnas pequeñas de donde dimos la vuelta y al poco dimos con el destrepe de unos 2,5 m, sobre formaciones por el que se desciende. Esta según se va, justo después de pasar dos estalagmitas que se pisan para avanzar, una de ellas esta rota y tiene una mayor superficie para pisar. Se desciende por el antiguo aporte, y desde ahí se puede tomar una gatera desfondada a izq. o bajar un pequeño resalte y subir por otra gatera mas estrecha aun que también sale a izq. Se avanzan unos metros y se consigue salir a una sala que va aumentando de tamaño hasta llevar a  la grandiosa sala del murciélago. Descendimos una rampa pronunciada que bajamos patinando y a izq. sale una galería que al poco termina en un pozo desde donde se escucha el agua con fuerza. Continuamos hacia derechas y por la galería grande progresando. En esta zona la cavidad , sin ser tan grandiosa como las grandes cavidades cántabras, tiene un aire a aquellas. Progresamos hasta el final de la gran sala y un poco a izq. hay dos conductos, uno que baja en gatera descendente y otro, que es una ventana alargada colgada a medio metro y manoseada por la que se accede a una cinta empotrada en una grieta y por la que se destrepan los 2,5 m que te sitúan en la cabecera del segundo pozo, un p18 con fraccionamiento volado y que instala en este caso Lucas. Para no descender todo el pozo y tener que remontar por una cuerda de nudos unos 4 o 5 m, nos recuperan los compañeros antes del final. Desde este pozo se sigue por galerías de menor porte, y se desciende por una pronunciada colada fracturada. Hay que recordar esta zona que tiene una ventana con formaciones y el paso esta según se vuelve a la derecha, porque a la vuelta es fácil pasársela y continuar por el curso activo que acaba cerrándose en una gatera sudorosa, como a la vuelta el compañero Manu tuvo el dudoso honor de inspeccionar. Ya sin problemas se progresa hasta la sala de la cruz, por una cruz blanca que se ve al fondo de la sala que suponemos serán aragonitos ya que esta alta. Vamos observando estas formaciones en varios puntos de la cavidad. Avanzamos ya un poco más por un paso estrecho y con muchos sedimentos y estratos que ha dejado el agua al colmatarlo y llegamos a la sala final, donde en el fondo vemos un termómetros que marca exactamente 10º. Los compañeros fumadores vuelven a la sala de la cruz, recién bautizada, de la playa, donde los fotógrafos, Félix y José Luis proceden a realizar fotos. La vuelta tranquila va a ir llevando esta tónica, fotografiando las grandes salas. Mar, Ana y yo vamos de avanzadilla y empezamos a subir el primer pozo, mientras los compañeros realizan una campaña de exploración extra, debido al paso de la ventana. Estuvimos un buen rato en la sala del murciélago haciendo fotos y sin más incidentes salimos de la cavidad al atardecer, que los primeros pudieron disfrutar, incluso del sol ya que cuando salí yo que fui el último ya había poca luz y el cielo completamente encapotado (7,30 aprox.). A Ana, nuestra becaria por este día, le gastaron alguna broma los compañeros a la salida, que acepto como pudo, portándose en todo momento como una campeona y obteniendo la chapa de merito, ya que para ser su tercera cavidad, ya esta a la altura de lo que este grupo hace. Nos faltó Rebe, que prefirió irse al Rocío, pero que a la siguiente seguro participará. Paramos en el bar donde a trompicones nos rehidratamos y realimentamos, cada uno con lo suyo, unos a cafés y otros a birras, unos a bollos y otros a pinchos de tortilla y después de una risas y comentarios de las mejores jugadas, salimos ya de noche retorno a Madrid hasta la siguiente gesta.

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