viernes, 18 de abril de 2014

Sistema Gandara - Colector

Después de un parón de un par de meses por motivos de salud de poca importancia, pero que si me han obligado a mantener reposo, retomo con más ganas si cabe, mis relatos y visitas, a las cavidades de mis amores. En este caso, los espeleos eramos Mar, Rebe, Ana, José Emilio y yo, y algunos hemos aprovechado para ver como andábamos después de nuestra convalecencia. Hemos realizado la travesía de Crucero-Calaca con Kymbra, nuestra perrita cuevera, Fresca hasta la sala Rabelais y por último Gándara hasta casi llegar al colector.

Sobre esta actividad comentaré un poco la visita. Rebeca se queda por tener problemas en un aductor y además a Kymbra le da un poco de miedo eso de tanta obscuridad y luces (sobre todo las luces esas que llevamos de 1300 lumenes). Accedemos al sistema por la entrada artificial y después de descender la gran rampa/pedrera nos encontramos en el pasamanos del pozo del oso. Desde su inicio montaremos la cuerda que nos lleva seguros a la cabecera que se sitúa a escasos 30 cms de la cornisa. Comentar que han instalado un cable de acero como pasamanos, además de dos cuerdas que ya estaban. Cabecera en Y y 25 metros aprox. hasta la repisita por donde transitamos hacia la derecha (mirando pared de descenso), para montar otra cabecera en Y en pared contraria en estrechamiento. Desde ahí unos metros más abajo, hay otro fraccionamiento, e igualmente unos pocos metros más abajo y en pared contraria nueva cabecera en Y que baja prácticamente en volado hasta la base del pozo. El pozo en total tiene 49 metros.

Desde la base ya escuchamos el rumor del agua al precipitarse por una cascada. Bajaremos por la sala y tomaremos hacia la izquierda entrando en una sala de buenas dimensiones donde se precipita el agua por una cascada de unos 5 m a la izquierda. Tomaremos por la derecha de la sala e iremos bajando para seguir por una galería amplia con el suelo arenoso que llegará a una zona en la que se bifurcará en dos caminos (Galerías de los Tentáculos) que llevan al mismo sitio. Nosotros optamos por la galería que continua por la izquierda y que es particular ya que tiene una gran cantidad de pequeñas lascas desprendidas del techo, siendo su apariencia esquistosa y muy frágil, observando desprendimientos recientes. La galería se encuentra cubierta por una fina capa de polvo. Esta galería desemboca en una sala que también tiene unas dimensiones considerables y que también acometeremos por la izquierda. Aquí encontraremos formaciones de considerable belleza. Siguiendo por la izquierda al fondo de la sala que se lamina, acaba en una gatera descendente de buenas dimensiones y con gran corriente de aire por donde iremos bajando en oposición para luego arrastrarnos hasta atravesar un paso estrecho de pecho que al poco se abre en la sala de los Menhires, que recibe su nombre por los bloques perfectamente cuadrangulares que se encuentran en varias posiciones a lo largo de la sala descendente. Bajamos y poco antes del final de la sala que se acaba sumiendo, encontraremos a mano derecha un paso ascendente por el que trepamos ganando nuevamente altura y donde giraremos nuevamente a la derecha hacia una zona concrecionada. Por esta zona hay que transitar con mucho cuidado dado lo resbaladizo de las coladas que se desfondan en una grieta peligrosa. Avanzamos por la izquierda pegados a las formaciones cada vez mas bellas y llegamos a una gran sala de bloques. Desde esta sala y hacia la mitad se desciende por la derecha hacia el colector que se encuentra a menos de 200 m pero que decidimos acometer para la siguiente visita ya que por un lado, el transito se complica y por otro, nuestra hora va ya sobrepasada y tenemos que volver a Madrid. Hemos invertido 3,5 horas en llegar (fotos incluidas) e iniciamos la salida que cumplieremos en 2,5 h a una marcha tranquila. Las galerías visitadas merecen la pena, y si bien no tienen las dimensiones de la sala del Ángel, merece la pena su visita.

Recuperamos a Rebe y Kymbra que ya nos llevan esperando 1,5 h y después de cambiarnos salimos pitando para tomar un pincho rápido en Sotopalacios y para casa después de un estupendo finde.


Advertir que en el "aparcamiento" de la Gandara, encontramos varios grupos de cristales de coche que nos hacen suponer que han robado, no uno sino varios vehículos. Ojo con ese tema

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