miércoles, 18 de julio de 2018

Soplao Txomin IV

Recientemente la habíamos visitado, pero debido al alto número de participantes y las horas a las que empezamos a ponernos al lío, nos dieron las 5 de la tarde y estábamos aún en la cabecera del p110, y junto con alguna duda de instalación, decidimos venir en otra ocasión, incluso provistos de taladro.

Cada vez es más difícil cuadrar el poder salir todos junto, con lo que vamos aprovechando las ocasiones, aunque los participantes vayan cambiando. En esta ocasión,  el que podía era Pascual, así que como casi siempre Mar y yo tenemos disponibilidad, nos apuntamos a esta. También se apuntó Juanillo del SCC y ya teníamos equipo para bajar no muy cargados.

Con el cachondeo de facebook, conseguimos que también se viniese Ionel (Juanito Polaris) con lo que ya estaba el grupo completo.

Pascual, Mar y yo, nos alojamos en el albergue de Roció (antiguo de la federación española de espeleo), que ha quedado muy chulo, y además, al no tener ya gente arriba,  porque viven ellos, hay menos follón. Como la anterior vez, nos toco la habitación del acebo para los tres, con lo que de pm. No nos hemos enterado de nada los dos días que estuvimos. Os lo recomiendo ya que además de ser una chavala bien maja, el albergue esta genial y son 10 pavos.

Esta vez, si que si, habíamos quedado a las 9 en Lanestrosa para que no nos diesen las tantas y allí llegó el personal puntualmente al bar de Rosa, que era el único abierto. El paisano, más o menos de mi edad, nos contaba como había sido el pueblo en otros tiempos.

Con el café puesto, y un poco más abajo, tomamos la carretera con dirección al barrio de Sangrices, que sale a mano derecha según bajas de los Tornos y que tiene un cartel indicador de dirección a Carranza. A los 2 km entre los puntos kilométricos 64 y 65 existe una curva muy pronunciada a la izquierda, de la que parte una pista hormigonada que asciende hasta las faldas de la Peña Colorada y que seguiremos unos dos kilómetros hasta un desvío a la izquierda, por una pista de tierra en dirección a una casa y una furgoneta abandonada. Este será nuestro parking. Como Juanito vino con un 4x4, pudo seguir ascendiendo hasta la misma boca, que se sitúa al pie de un pequeño peñón fracturado. La entrada se llama la boca del Cuco (Datum WGS 84) 30T 465010 -4786178.

El nombre de Coto Txomin, es el nombre que se asocia a una mina de la que se extraía plomo (Galena) y zinc (Esfalerita), que como nos contaba el dueño del bar, dio vida a este pueblo y lo llenó de gente en otros años no tan lejanos.

La característica principal para nosotros, es que esta mina pincha varios soplaos, y entre ellos, el de la Txomin IV, que contiene una serie de formaciones de aragonito de gran pureza y belleza en su sala Blanca.

Entramos a las 10,10 am en la bocamina siguiendo a Ionel, y al poco de entrar nos desviamos a la derecha por una pronunciada rampa con piedras sueltas que resulta evidente por su uso y donde nos tuvimos que agachar. Una vez abajo, tomaremos camino de derecha por una galería de mina cómoda sin complicaciones hasta una gran sala que habrá que remontar por la izquierda ya que la galería principal se encuentra derruida, subiremos un poco hasta unas marcas verdes de altura que dejaremos a la izquierda y volveremos a bajar a la galería que traíamos. Decir que prácticamente todo el recorrido salvo la rampa inicial está marcado con una flecha violeta, pero indicando la salida. Seguiremos la galería principal dejando a derecha e izquierda pasos que están o bien bloqueados o bien con alguna indicación de que por ahí no es. Por el camino observaremos como la esfalerita de un color caramelo , rezuma por las paredes. Llegaremos a una bifurcación en Y donde tomaremos el camino de la derecha y seguiremos un rato por esta galería rectilínea hasta un agujero amplio a la izquierda que asciende hasta el soplao y la cabecera del pasamanos que tendremos que instalar, ya que no hay nada instalado salvo  algunos parabolt con cadena de 3 eslabones y alguna chapa fija. Salimos al soplao arriba del todo casi pegando a las banderas que bajan del techo. Desde ahí y a mano derecha se encuentra sobre un bloque el primer parabolt con eslabones, donde empieza la instalación del pasamanos descendente. El equipo de instalación lo forman Ionel y Pascual. Utilizaremos una cuerda de 60 m de 8,5, así como maillones para los eslabones o mosquetones pequeños. Unos 6 fraccionamientos hasta el p20, dividido este, en dos tramos, el primero de unos 4 metros, que nos deja en una cómoda repisa de unos 3 metros que nos lleva a la cabecera del segundo tramo (p16) y que nos deja en el fondo del pocete, para lo que habremos empleado 1 hora. Desde aquí, pasamos por un pequeño gour y una colada en rampa que nos precipita al p110. La vista desde este punto acojona un poco. Para el pozo y según la instalación de Ionel, que ha bajado ya 5 veces con esta, usaremos una cuerda de 100 m y una de 50 m. Nosotros bajamos por la colada rampa por el lado izquierdo de cara al pozo, donde fraccionamos un par de veces, para a los pocos metros, irnos a la derecha hacia la cabecera del primer fraccionamiento de la gran vertical, que se encuentra algo incómodo en el techo, sobre un gran bloque resquebrajado. Menos mal que aquí Ionel tuvo la precaución de dejarnos un estribo para desanclarnos, ya que el desplazamiento hace que te cueste un poco. Desde aquí bajamos a otro fraccionamiento a unos pocos metros y que tiene un pequeño roce sobre una colada, donde se monta una nueva cabecera.  Se continúa hasta el siguiente fraccionamiento, a pocos metros también, desviando en este un poco a la izquierda para buscar una mejor verticalidad y montando un poco más abajo una mosquetón sobre chapa para pegar la cuerda a la pared con el fin de llegar al próximo fraccionamiento, que se encuentra unos 20 metros más abajo (todo esto de cabeza más o menos) . El tema tiene su importancia, ya que si lo haces por la caída de la cuerda te separas de la pared y te vas a tiradas muy largas. Se fracciona unas 3 ó 4 veces en tramos no muy largos y se va al último que te deja sobre un volado de unos 25 metros. A medida que bajamos, les pedí a los chicos que iban delante que nos diesen un poco de luz y así poder admirar el soberbio pozo, que si bien no vale tanto como la sala, es otra de las maravillas del soplao. Un pozaco en toda la regla. Estábamos abajo en 2 horas 30 min.

Una vez en la base, nos reagrupamos y empezamos a subir una rampa de bloques a mano derecha mirando a la pared por la que bajamos, y que nos lleva a una esquina al final de dicha pared, donde, entre coladas y una estalactita blanca preciosa, pasamos hacia la cabecera del p18, fraccionado, además de poner un desviador. Es un poco engorroso. Para la ocasión usaremos una cuerda de 20 m de 8,5.

Una vez en la base, vamos bajando por una especie de gatera entre bloques hasta el paso de la grieta, un paso chulo que parece un portón entreabierto y que es más ancho cuanto más abajo te pones, ya que por arriba no cabe la cabeza.

Salimos de las estrecheces, para empezar a flipar en colores (en color, más bien), por aquí y por allá las manchas blancas puras empiezan a hacer su aparición, formaciones cristalinas de aragonito, excéntricas, total. Bajamos entre formaciones de un blanco Ariel, hasta una gran sala que remontamos por una colada nívea y que desgraciadamente ya no lo es tanto debido a que es el único paso hacia la sala. A la derecha un laminador cuajado de excéntricas que como bien dice Ionel, no tiene nada que envidiar a las del Soplao, unos techos plagados de formaciones impecables. Seguimos bajando un poco hasta la estrella y el premio gordo. La estalactita concrecionada con flores de aragonito y excéntricas, que dejamos para la vuelta después de un buen vistazo. Bajamos al fondo de la sala donde hay un pequeño lago y remontamos por la izquierda del mismo hacia otro aún más bonito y flipante. Arriba un rincón de ensueño donde el agua toma un color turquesa y esmeralda entre un blanco absoluto. Nos tiramos más de una hora haciendo fotos. Tomamos un poco de agua y alguna barrita y vuelta tranquilamente.  El equipo de desinstalación lo formamos Pascual y yo.

Poco a poco vamos subiendo sin incidentes, y  con algún apuro en la desinstalación de la cabecera del p110, debido principalmente, a la mala posición y al peso de las cuerdas. Aquí hay que ayudar al que desinstala aliviándole del peso para que pueda maniobrar.  Recuperamos la cuerda de 100 desde arriba con la ayuda de una polea y seguimos ascendiendo poco a poco. Al final, el pasamanos nos retraso un poquito y el equipo de cabecera salió antes, por lo que, después de alguna duda y alguna vuelta, conseguimos salir los desinstaladores. Comentar como dije antes que la salida se encuentra balizada con marca violeta nueva y en la sala grande hay que hacer caso a la marca que dice para abajo (ahí es donde dudamos).

Ya todos fuera, a las 6,15 pm, Ionel nos ofreció una bebida fresca que agradecimos sobremanera, y empezamos a bajar al coche. Como no puede ser de otra manera y en todas las ocasiones que hemos visitado este año la zona, nos agasajó el tiempo con una tormenta mientras nos cambiábamos, empapándonos.

Paramos en Lanestrosa para tomarnos algo con Juanillo, que había dejado allí su coche y quedamos con Ionel en Bustablado para dar cuenta de una buena chuleta en casa de Evaristo.

Esta vez, con una sonrisa de oreja a oreja ya que la actividad verdaderamente ha merecido la pena. Los compañeros, como siempre, inmejorables y esto sigue, aunque habrá que ir pensando en hacer más suaves, al menos para mi.

1 comentario:

JOSE LUIS dijo...

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