Este fin de semana hemos podido por fin visitar la cueva de Fuentemolinos en Puras de Villafranca – Belorado – Burgos.
Esto ha sido posible gracias a Sergio de Beloaventura, quien cortésmente nos ha dejado la puerta de acceso de la 2ª boca abierta para realizar la visita.
Es la segunda vez que visitamos esta cueva, la primera lo hicimos de la mano del SECJA , como visita de conocimiento el año que estuvimos apuntados en el club. En aquel momento me encantó y hemos repetido, pero esta vez por nuestra cuenta.
Hay que destacar que la cueva ha sido desde entonces acondicionada a las visitas de multiaventura, colocando pasamanos y cuerdas de apoyo en aquellos sitios un poco delicados.
Esta vez el grupo lo formábamos mi cuñado y sobrinos, Toli, Esther y David y mi hijo, mi mujer y yo. Salimos a las 8:15 am desde San Agustín y llegamos sin contratiempos a eso de las 11:15. En la ultima parte del camino nos encontramos con infinidad de peregrinos ya que su ruta cortaba la carretera en varias ocasiones.
A esta localidad se llega por la carretera N-120, en dirección Logroño. A 50 kilómetros está Belorado, localidad de donde parte una carretera que conduce a Pradoluengo. A 3,5 km., un desvío a la derecha tras cruzar el río Tirón, nos lleva hasta Puras de Villafranca.
Es recomendable para hacer esta cavidad ir provisto de escarpines y ropa interior de abrigo y unos guantes térmicos a ser posible ya que la cueva discurre sobre el cauce del río y llega a hacer frío si uno no va preparado. También es recomendable llevar un arnés para anclarse a los pasamanos aunque no es absolutamente necesario si vamos a visitar el primer piso exclusivamente ya que los pasos no son excesivamente expuesto y se pueden salvar sin él. La duración del recorrido del nivel 1 es de entorno a las 6 horas (recorrido que hicimos con el SECJA). Nosotros en esta ocasión hemos estado 4 horas y hemos llegado al caos de bloques y acendido (no visitado) al 2 nivel y otra chimenea que nos encontramos antes.
La cueva esta excavada en conglomerado calizo conocido por "Pudinga" con un desarrollo superior a los 4.000 metros. La formación de cavidades en este material es bastante rara por lo que Fuentemolinos ocupa el sexto lugar en la relación mundial de cavidades en su género.
Fuentemolinos tiene dos bocas conocidas, una de las cuales, la inferior, da salida al río. La otra entrada es una pequeña gatera de unos 7 metros que se une lateralmente al río en una repisa.
Se accede a la boca secundaria ascendiendo por una pequeña loma a la izquierda de la boca principal que esta cerrada con una verja. Penetramos por una estrecha gatera descendente hasta conectar con el curso activo por donde se continúa el resto del camino. Al principio sobre el curso activo, por lo que conviene si es posible, no mojarse y progresar en oposición ya que nos queda mucho recorrido.
En este recorrido hay un paso un poco expuesto y si bien la caída no es peligrosa uno puede verse mojado hasta las orejas . Hay colocado un pasamanos metálico, me imagino que por la gente de Beloaventura.
Remontando una pequeña cascada, entraremos en un corredor de reducidas dimensiones (1 metro de ancho por 2 metros de alto), denominado Tubo de los Concejales, de unos 50 metros de desarrollo. Conviene ya que el recorrido es largo procurar no mojarse e ir sorteando el paso por los laterales. Debido a que la anchura media de este túnel por el que pasa el río es notablemente inferior a la del cañón por donde éste se desarrolla, el agua se acumula más en este tramo que en el resto del primer piso, por lo que se produce el efecto de un embudo, aumentando la profundidad. Sin embargo, y salvo en casos aislados en época de crecida invernal, el nivel del agua en el Tubo de los Concejales nunca supera los 60 centímetros, siendo en todo caso penetrable en cualquier época del año.Una vez superado este corredor, nos encontramos ante la galería del río propiamente dicha. La anchura media de la planta se amplía a unos 4 metros aproximadamente permaneciendo uniforme hasta el final. La altura sin embargo carece de esta uniformidad. Si en los primeros 400 metros es constante (unos 8 metros), a partir de aquí irá aumentando progresivamente hasta superar los 25 metros, dando al cañón la forma de una gran diaclasa. Estas alturas se deben a que los pisos superiores son coincidentes con el del río y están unidos a la galería inferior formando balcones comunicantes. De esta manera existe un amplio sector en las zonas fósiles superiores desde el que se puede descender directamente al piso inferior con la ayuda de técnicas de espeleología vertical, o sea, colgándose de una cuerda o una escala.Esta característica que hace a la galería del río parecerse a una enorme grieta, finaliza al llegar a un caos de bloques por el que se accede a los pisos altos. A partir de esta zona de derrumbe, y si seguimos remontando el río veremos como esta galería va disminuyendo en altura de manera progresiva hasta transformarse lo que antes hemos dado en llamar diaclasa en un laminador que va acentuándose. La progresión, arrastrándose en el lecho del río, se va haciendo cada vez más difícil hasta llegar a un punto en que la galería se aplasta de tal manera, que se hace impenetrable y el río se sifona. Nosotros en esta visita únicamente llegamos al caos de bloques.El río discurre por un trazado meandriforme sobre un lecho de cantos rodados. Son frecuentes las pequeñas playas de arena en las zonas más anchas de los meandros, que abundan sobre todo en los primeros tramos de la galería. Si bien el trazado de la planta es bastante regular (como se aprecia en la topografía), no pasan desapercibidos algunos obstáculos formados bien sea por coladas o por derrubios consolidados que deberemos superar para seguir visitando la cavidad. También existen aportes de agua que vienen a unirse al río a modo de pequeños afluentes.A partir del caos de bloques la galería del río se hace más compleja, apareciendo ramificaciones laterales. Destaca la llamada galería del Bosque, con 200 metros de longitud y que se abre en la margen izquierda según progresamos hacia el interior. Esta galería secundaria, a la que se accede remontando por una colada, forma con la galería del río un ángulo de 130º. El Bosque, que debió constituir en tiempos pasados un considerable aporte de agua, es actualmente una zona fósil.A medida que avanzamos, estas ramificaciones secundarias son más frecuentes, lo que por lógica nos indica que la galería principal es cada vez más pequeña y que pronto llegaremos al final. De hecho, y tras recorrer unos 100 metros, después de la zona de bloques caídos veremos cómo el piso se divide en dos galerías, una inferior por la que transcurre el río y otra fósil a un nivel un poco más alto. Ambas vuelven a unirse de nuevo 150 metros más adelante. En varias ocasiones más tendremos que remontar derrubios perdiendo de vista momentáneamente el cauce del río.Finalmente, en lo que concierne al primer piso, conviene destacar la presencia de bellas formaciones litogénicas, aunque en mucha menor cantidad que en los pisos superiores. Además, las formaciones de este piso son las que se encuentran más deterioradas por ser la zona más conocida y de más fácil acceso de toda la cueva. También hay que mencionar la continua presencia de cantos rodados fuertemente cimentados a las paredes como una manifestación del conglomerado calizo en que se ha formado la cavidad.
Ascendiendo por el ya mencionado Caos de Bloques se accede a una zona de la cueva totalmente distinta a la anterior. En estado fósil toda ella, está constituida por los llamados segundo y tercer piso de Fuentemolinos, a una altura de 12 y 18 metros respectivamente del cauce actual. También cabe destacar la presencia de un pequeño subpiso de unos 120 metros de longitud que se encuentra a un nivel intermedio entre los pisos superiores y el del río. Esta galería en cuyo final encontramos una chimenea, se desarrolla en sentido contrario al que sigue el curso del río.El segundo piso es una galería de 250 metros que constituye la parte superior del cañón del río. Son las terrazas de erosión dejadas por el río en antiguos niveles de encajonamiento. En este piso se encuentra una chimenea de 20 metros que establece la cota máxima de desnivel de la cavidad con respecto a la salida (+77 metros). Es de destacar la gran profusión de bellas formaciones que adornan esta parte de la cueva.La anchura media es similar a la del piso inferior. No así su altura, que en raras ocasiones supera los 5 metros. El trazado de este segundo piso es paralelo al del curso del río. El tercer piso es la segunda galería de Fuentemolinos, en cuanto a su desarrollo, con 850 metros y sin duda, la más bella de la cueva. Accedemos a él remontando una chimenea formada por una colada de 6 metros, que se encuentra al final del segundo piso. Esta zona merece una atención especial, dada la gran cantidad de formaciones que alberga, que van desde las parietales y cenitales del tipo excéntricas hasta las pavimentarias, como son los gours y las coladas, pasando por estalactitas, estalagmitas y columnas.Las formaciones que revisten más belleza son las que se encuentran en el "lago", un macro gours en cuyos borde se pega la calcita flotante, formando pequeñas cornisas que sirven de indicadores para situar los antiguos niveles que haya podido alcanzar el agua. Este fenómeno es típico de Fuentemolinos, en cuyos gours el agua suele permanecer largos períodos de tiempo estancada, favoreciendo la formación de esas terrazas. A partir del "lago", la galería prosigue con las mismas características, adquiriendo un trazado meandriforme similar al de los primeros tramos del piso inferior que sigue por debajo un camino paralelo.El tercer piso termina en una colada infranqueable, a unos 600 metros del lago. Dado que el final de este piso se corresponde en el nivel inferior con el Tubo de los Concejales, cercano a las dos bocas de Fuentemolinos, es fácil suponer que si esta galería se desarrollase apenas 50 metros más después de la colada terminal, La cueva tendría una tercera salida.La visita a Fuentemolinos no exige la utilización de un material muy específico. Si conviene llevar botas de agua pues gran parte del recorrido se realiza por el cauce del río. No son necesarias las técnicas de espeleología vertical para acceder a los pisos superiores, pues se puede llegar subiendo por el Caos de Bloques. Debemos apuntar sin embargo el hecho de que hay un pequeño sector en el segundo piso que transcurre por una cornisa, en la que un resbalón fortuito podría entrañar una caída de casi 20 metros a la galería del río. Por lo tanto es conveniente proveerse de una cuerda de unos 25 metros para pasar asegurado.
Como resumen la experiencia es un lujo. Es una cueva preciosa y de fácil recorrido pero hay que contar con la autorización para su visita. Me comentaba Sergio que se están poniendo pesados con el tema de la seguridad y va a ser necesario federarse para poder cubrir los rescates en el caso de accidente.
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