domingo, 17 de febrero de 2013

Sima Candelones y Sima MA-11 - Sta.Mª de las Hoyas - Soria

Este pasado fin de semana del 16 de febrero de 2013 hemos salido el grupo cueveros con la participación de Lucas, Txema, Felix, Mar y yo y la incorporación de dos nuevas compañeras en prácticas, Rebeca, nuestra hija y Ana. También ha servido para conocer a Alberto y Javi, cueveros del pais vasco, que no conocíamos en persona y que forman el equipo de Photo&Speleo. Nos dimos cita a eso de las 10 y 15 en Santa María de las Hoyas, donde los baretos estaban cerrados. Una vez presentados, nos encaminamos a la boca de Candelones, cuya ubicación queda descrita en este blog en anteriores post. Lucas procedió a instalar el pozo de entrada, pozo intermedio y pozo final con gatera incluida. Esta vez las cuerdas estaban justas y en mi caso empecé a rodar rampa abajo una vez bajado el primer pozo. Las chicas nuevas maniobraron perfectamente y enseguida nos encontrábamos bajando el pozo lateral que hay una vez pasada la ventana y antes de llegar a la gran sala. Descendimos el pozo no sin algún pequeño contratiempo sin importancia, siendo más el susto que el peligro pasado. Bajamos y admiramos el bonito p15 y sus dos pequeños ramales, mas bien gateras. Este pozo hasta la fecha no lo habíamos bajado. Continuamos a la sala principal donde los fotógrafos, Felix, Alberto y Javi se quedaron a sus anchas para iluminar la gran sala e intentar sacar alguna buena foto. Continuamos el resto instalando el segundo p15 que descendimos sin problemas e instalamos la gatera descendente que estaba empapada. Una vez abajo y después de visitar la sala, nos dimos cuenta que no íbamos a poder bajar una colada un poco expuesta, por lo que me di la vuelta y pedí a Mar, que se encontraba bajando el segundo pozo, que desinstalar el pozo lateral de la entrada, para poder usar esa cuerda ya que la puesta no llegaba. Entre unas cosas y otras el personal se quedo frío por haberse mojado en la gatera y decidió salir. Al final, Mar y Lucas progresaron hasta el final de la galería lateral pasado el pequeño laminador y yo me subí con las "novatas" que enseguida me superaron y salieron pitando. De retorno subimos a la pared izquierda y iniciamos una travesía un poco expuesta en la que tuvimos que montar en una ocasión un pasamanos y desde donde Felix realizó unas cuantas fotos. Salimos sin incidencia, y nos encontramos con una familia con dos niños que bajaban por una escala. Como no era muy tarde, decidimos instalar la MA-11 (30 T 490.623 - 4.625.286) que no conocía. Esta sima se encuentra, según se sube hacia Candelones, unos metros antes, a la derecha del camino. Descendimos un p20 de entrada que se fracciona al metro y medio del primer anclaje (ya instalado con parabolt) y que desciende en volado por un pozo lleno de helechos y musgo muy bonito. Poco antes de terminar el pozo, como a unos 4 m aprox. se pendula hacia la izquierda con el fin de llegar a una pequeña repisa. donde se instala otro fraccionamiento para no bajar el resto del pozo y desde ahí, unos metros mas adelante, por una pequeña galería que se pasa a gatas, se abre otro p16 limpio y alargado y que se instala con cabecera en y asegurado desde un parabolt ya instalado al final de la gatera. Hay que llevar chapas ya que si bien hay varios parabolt, no dan acceso limpio a la bajada. Una vez abajo, la galería se abre a izquierda y derecha, siendo esta última la de mayor interés. Curiosamente, encontramos una colonia de murciélagos, que viendo las últimas visitas, podemos decir que es de las más numerosas. Esta galería tiene unas estalagmitas fósiles de gran belleza, al igual que sus banderas. Subimos por una pequeña galería lateral a la derecha, que se desfonda unos 8 m y en posición subimos hasta otra pequeña galería con pequeña sala que han forzado para entrar rompieron una bandera. La pequeña sala se ciega. De bajada nuevamente y a la derecha terminamos el pequeño recorrido. Posteriormente visitamos el ramal izquierdo menos bello, donde encontramos al fondo otros grupos aislados de murciélagos. Sin duda la sima merece la pena visitar, intentando respetar a sus moradores.

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