domingo, 8 de abril de 2018

Pozu El Fresnu - El Mazucu

Para estas fiestas de Semana Santa y con gran antelación, habíamos preparado una salida con nuestros compañeros cántabros y Ana y Alfredo Lucas, para visitar cavidades asturianas por la zona de Llanes. Agradecer lo primero a María su organización y paciencia, y a Lucy por la gestión de la reserva de la cueva del Pindal. Los 4 de Madrid, a saber, Mar, Ana, Alfredo y yo llegamos al camping de Llanes, lugar de pernocta a eso de las 2 así que comimos un poco a la espera de parte de los que venían de Santander (María y Nano). El resto del grupo se incorporaría de distintos sitios en El Mazuco.

El programa de actividades se iniciaba con la visita el viernes 30 por la tarde al Pozu del Fresnu, en el Mazuco, entre la Sierra de Peña Villa y  la Sierra de Cuera, a 13 kms de Llanes por la LLN-7.

Nosotros creo que entramos por Celorio- Porrua LLN-8. Una vez en el pueblin que dicen que se come estupendamente, y que en esta ocasión estaba a tope ya que es pequeño y no hay sitio para dejar el coche, avanzamos atravesando el pueblo hacia el bar Roxin para reunirnos con Lucy y Ari por un lado y Nandy y JM G Casanova por otro. Al grupo se nos añadió el hermano de Ana, compañera de María.

Ya conformado el grupo salimos del bar y tomando la primera calle amplia a la derecha entramos en una miniplaza de la que cogimos el camino de la izquierda que va en dirección a las Llastrias (30T 350001 4804839). Seguimos el camino unos 290 metros hasta una intersección que tomamos a la derecha (30T 349953 4804583), y por esta y en linea recta unos 270 metros encontramos el joyu (WGS84 30T 348696 4804539) Aparcamos un poco mas adelante.

Nos preparamos como si de una procesión de semana santa  se tratara y pal pozu. Por parte de las chicas, Mar, Ana, Nandy, María, Lucy, Ari,  y por parte de los chicos, Nano, el hermano de Ana que no me acuerdo de su nombre, JM G Casanova, Alfredo y yo. El que instaló fue Alfredo. La instalación se realiza por una rampa que se toma próxima a la puerta de la valla. El parabolt de cabecera en fijo se sitúa en pared bajando un poco por la rampa. Nos encontraremos un par más de estos parabolt de 10 instalados pero nosotros añadimos una chapa en el penúltimo fraccionamiento para mayor comodidad. Se baja este primer pozo rampa encañonado de unos 25 metros cómodamente ya que tiene apoyos para fraccionar y nos deja sobre unos troncos y bajo una pequeña cascada de la cual hay que salir corriendo. La cavidad tiene desarrollo a ambos lados, siendo una pequeña sala la que hay detrás de los troncos, que no visitamos. Tomando la galería principal,al poco encontramos ya una bifurcación. Como Alfredo ya había visitado la cavidad, estuvimos intentando recordar donde se encontraba la rampa de unos 20 metros que hay que bajar, pero al final tomamos la otra variante, la de la izquierda por ser más evidente y que nos deja en un balcón sobre la sala de la fotografía, y nunca mejor dicho ya que es en esta sala donde tomamos la referencia para visitarla de la foto del compañero Adrián. Desde esta especie de balcón se desciende hacia una columna que tiene una cuerda rodeándola con un eslabón desde donde se inicia la bajada a la sala. Este pozo rampa de unos 20 metros nos deja a media colada que tendremos que ir destrepando por la diagonal otros 20 metros hasta llegar al fondo de la gran sala. Desde aquí y de forma circular rodearemos por la izquierda ascendiendo hacia la la zona de las maravillas que es junto con la zona de gours o sala de los patinazos, Alfredo, Ari y yo nos metimos entre formaciones por un pequeño conductos lleno de murciélagos ya que era una zona diferencial en humedad y calor, hasta llegar a una pequeña sala con una bella formación desmerecida por el barro que colmató en algún momento dicha sala. Al fondo y aunque no creemos que fuese suya, una pintada en barro que rezaba Capitán y la fecha que no recuerdo.

De vuelta a la sala de las maravillas hicimos muchas fotos y especial mención a la zona de gours que aunque no todos tenían agua, es una parte especialmente bonita de la cueva.  Bajamos por una rampa llena de ellos hasta llegar a la base donde dejamos la cuerda, evitando así la trepada resbaladiza anterior que nos dejó en el fondo de la sala.

Subimos todos sin contratiempos y empleamos unas 5 horas de disfrute en ver completa la cavidad. Al final bajamos al Roxin donde repostamos líquidos y de vuelta al camping, donde cenamos y a dormir que al día siguiente nos tocaba la cueva de la Vallina.

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